domingo, 6 de diciembre de 2020

12 DE ENERO

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

PRIMERA LECTURA. Hebreos 2,5-12.


5Porque no fue a los ángeles a quienes Dios sometió el mundo futuro de que hablamos. 6Alguien lo atestiguó en alguna parte diciendo: "¿Quién es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que mires por él? 7Lo hicieste por un poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad; 8todo lo sometiste bajo sus pies" (Sal 8,5-7 LXX). Claro que, al someterlo todo, nada dejó de someterle.
                Ahora, es verdad, no vemos todavía el universo entero sometido al hombre; 9pero vemos ya al que Dios hizo por un poco inferior a los ángeles, a Jesús, que, por haber sufrido la muerte, está coronado de gloria y dignidad; así, por la gracia de Dios, la muerte que él experimentó redunda en favor de todos.
               10De hecho convenía que Dios, fin del universo y creador de todo, proponiéndose conducir muchos hijos a la gloria, al pionero de su salvación lo consumara por el sufrimiento, 11pues el consagrante y los consagrados son todos del mismo linaje. Por esta razón no tiene él reparo en llamarlos hermanos, 12cuando dice: "Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré" (Sal 22,23), y en otro lugar: 

Explicación.
 
Nueva diferencia con los ángeles, ahora en relación con el mundo futuro. Paradoja incluida en la cita de Sal 8,5-7: el título que pone a Jesús por encima de los ángeles comportó un abajamiento por debajo de ellos (5-8a); por un poco, sentido posible de la expresión griega, adoptado por el autor.

                El destino del hombre, ser señor de la creación, se ha realizado ya en Jesús, que murió y ha resucitado para que los hombres puedan alcanzarlo (2,8b-9).

               Si era superior a los ángeles, ¿por qué sufrió la muerte? Para que los hombres fueran hijos de Dios y alcanzasen su plenitud (gloria, cf. Sal 8,6s). Prepara el autor las condiciones para el sumo sacerdocio de Jesús: La primera era la "perfección" y "consagración" del sacerdote; lo consumará (10) incluye las ideas de "perfección", "transformación" y "consagración"; la "perfección" del sumo sacerdote judío era la pureza ritual; la de Jesús, en cambio, fue existencial; tampoco su consagración fue ritual como la del sumo sacerdote judío, se hizo por el amor a los hombres, expresado en su pasión y muerte; lo sucedido con Jesús rompe la imagen tradicional del sacerdocio.

             La segunda condición era la capacidad de representar al pueblo ante Dios (11: del mismo linaje); el Hijo no actúa desde fuera de la humanidad, sino identificándose con ella (hermanos, cita de Sal 22,23), aceptando el dolor humano y convirtiéndolo en instrumento de plena realización (12-13).

SALMO. 8;2.5-9.

(Eclo 17,1-14; Heb 2,5-8)

2 ¡Señor dueño nuestro, qué ilustre es tu nombre en toda la tierra!
Quiero servir a tu majestad celeste
5 ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el hijo de Adán para que te ocupes de él?
6 Lo has hecho poco menos que un dios,
de gloria y honor lo has coronado,
7 le has dado el mando sobre las obras de tus manos;
todo lo has sometido bajo sus pies:
8 ovejas y toros en masa *
también las bestias salvajes,
9 aves del aire, peces del mar
que trazan sendas por los mares.

Explicación.

8,2 Combina un título restringido, “dueño nuestro” con un horizonte ilimitado, “toda la tierra”.

8,2b El texto consonántico es muy dudoso y ha originado interpretaciones diversas: de los verbos dar, repetir, cantar etc.

8,5 Empieza la serie de seis verbos cuyo sujeto es Dios y complemento el hombre. Los dos primeros afirman la relación personal, maravillosa.

8,6-7 Los cuatro verbos son como un ceremonial de investidura: le asignan un puesto o rango, coronación, mando, un escabel bajo los pies. Véase Sab 9,2 y compárese con el “mando” de las lumbreras en Gn 1,16.

8,8-9 Los animales se reparten en domésticos y salvajes y por zonas. Es llamativa la atención prestada a los peces: véanse Sal 104,25; Eclo 43,25.

Transposición cristiana:

Mt 21,16 cita el v.3 justificando el júbilo infantil. Heb 2,5-8 aplica el salmo a Jesucristo, el solo en quien se cumple plenamente. Sölo que consigue la corona a través del sufrimiento, de modo no previsto por el salmo. Pablo en 1 Cor 15,26 aplica el v.7 a Cristo glorificado.

8,8 *O: sin excepción.
 
EVANGELIO. Mc 1,21-28.

21ª Y fueron a Cafarnaún.
En la sinagoga de Cafarnaún: Enseñanza. Oposición del fanático nacionalista (Lc 4,31-37)
21b El sábado entró en  la sinagoga e inmediatamente se puso a enseñar. 22Estaban Impresionados de su enseñanza pues les enseñaba como quien tiene autoridad, no como los letrados.
23Estaba  en aquella sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo e inmediatamente empezó a gritar:
24--¿Que tienes tú contra nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruimos? Sé quién eres tú, el Consagrado por Dios.
25 -Jesús le conminó:
-¡Cállate la boca y sal de él!
26 El espíritu inmundo, retorciéndolo y dando un alarido, salió de él. 27Se quedaron todos ellos tan desconcertados que se preguntaban unos a otros:
-¿ Qué significa esto? j Un nuevo modo de enseñar, con autoridad: incluso da órdenes a los espíritus inmundos y le obedecen!
28Su fama se extendió inmediatamente por todas partes, llegando a todo el territorio circundante de Galilea. 

Explicación.

(1,21b-28): Contacto con los israelitas integrados en la institución religiosa, que aceptan la doctrina oficial, nacionalista y particularista, transmitida por los letrados (obstáculo para la universalidad del  reinado de Dios). En la enseñanza de Jesús se percibe la fuerza del Espíritu (con autoridad, cf. 1,14); ésta pone en entredicho ante el pueblo la autoridad institucional de los letrados (22). Jesús libera de la dependencia de la enseñanza oficial. Caso extremo, el poseído; espíritu inmundo (en oposición a «Espíritu Santo»), fuerza que aliena y despersonaliza; en Mc, ideología contraria al plan de Dios; poseído ,= hombre enteramente alienado por la adhesión fanática a esa ideología; sale en defensa de los letrados/institución (24). Nazareno: debería profesar las ideas nacionalistas (cf. 1,9); tienta a Jesús (primera vez que se realiza la tentación de Satanás, cf. 1,13) para que acepte el papel de Mesías nacionalista (24: el Consagrado por Dios). Jesús lo corta en seco y lo libera de su fanatismo (25-26). Desconcierto general: no acepta el papel de Mesías, pero no ha propuesto otro programa. Conexión entre la enseñanza nueva y la expulsión (27). La fama de Jesús prepara su actividad posterior (28). 

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Ezequiel 33,12-16

12Y tú, hijo de Adán, di a tus compatriotas: Al justo no lo salvará su justicia si comete un delito, al malvado no lo condenará su maldad si se convierte de ella. (El justo no podrá seguir viviendo a costa de su justicia si peca). 13Si digo al justo "vivirás", y él, confiado en su justicia, comete un delito, no se tendrá en cuenta su justicia, sino que morirá por el delito que cometió. 14Si digo al malvado "morirás", y él se convierte de su pecado, practica el derecho y la justicia, 15devuelve la prenda, restituye el hurto y sigue los preceptos de vida sin incurrir en delito, entonces vivirá y no morirá, 16no se tendrá en cuenta ningún pecado de los que cometió; por haber practicado el derecho y la justicia vivirá.

Explicación.

33,12-20 Es una variación del cap.18 sobre la responsabilidad individual. Subraya el tema de la vida: el Señor jura por su vida, quiere la vida. De ahí la asimetría de los casos y la supremacía de la vida: el justo, por serlo, quedará vivo; el malvado por dejar de serlo, quedará vivo; el justo que peca, por volver a serlo, quedará vivo. El desarrollo es así: enunciado general (12); casos de perversión y conversión (13-16); objeción y respuesta (17-20). En líneas paralelas la correspondencia de los capítulos:

33,1-9/            /10-11                   /12-13.14-16/   17-20 
18,    / 1-20     /23.30b-32/                  24.21-22/   25-30a

33,12-13 Ni la justicia es garantía perpetua ni el pecado es fatalidad irremediable. Una justicia, aunque prolongada, no es algo acumulado y operante que permita cometer algún delito grave; como si se tratara de cantidades que se contrapesan en la balanza de la justicia, o como si fuera un seguro contra riesgos y pérdidas. Un acto puede comprometer toda una existencia.

33,14-16 Preceptos concretos que representan el resto; preceptos que dan vida.

Salmo. 51,8-12.17.19

8Tú quieres sinceridad interior
y en lo íntimo me inculcas sensatez.
9Límpiame con hisopo del pecado,
lávame hasta quedar más blanco que la nieve.
10Anúnciame gozo y alegría,
que se regocijen los huesos triturados.
11Tápate el rostro ante mi pecado
y borra toda mi culpa.
12Crea en mí, Dios, un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
17Señor mío, ábreme los labios
y mi boca proclamará tu alabanza.
19Para Dios sacrificio es un espíritu quebrantado,
un corazón quebrantado y triturado,
tú, Dios, no lo desprecias.
Explicación.
51,8 Dios mismo trabaja en la intimidad del hombre para que adquiera y asimile la sensatez. Parte importante de ella es descubrir y reconocer los pecados y la condición pecadora.
51,9 Compárese con Is 1,18.
51,10 Anticipa la segunda parte. Cuando Dios pronuncie la sentencia de perdón, el penitente escuchará una noticia alegre, y hasta lo hondo de los huesos sentirá el gozo: véase Is 66,14.
51,12-19 La segunda parte comienza con un corte que no puede ser más radical. Para pasar del pecado a la gracia hace falta una nueva creación, cosa que toca a Dios.
51,19 "Quebrantado, triturado": hay que retener la imagen hebrea, plástica, vigorosa; nosotros decimos "estoy hecho polvo". Por la traducción griega y después la latina, la imagen perdió su materialidad y se convirtió en el concepto contrición, con su adlátere atrición.
Transposición cristiana
El salmo 51 es el Miserere, príncipe de los salmos penitenciales. Lástima que se haya desgajado del 50 y que no se haya valorado bastante la epíclesis o invocación al Espíritu. Podemos arrancar de 2 Cor 5,17-21 sobre el "ministerio de reconciliación". Al cual añado unas cuantas observaciones.
En la liturgia penitencial, ordenada al perdón y reconciliación, Dios no condena como juez, sino que se querella como parte. La relación mutua se funda en la alianza, cuya carta es el evangelio. El evangelio posee fuerza de interpelación, de recriminación y querella; pero también ofrece perdón y fuerza para la enmienda. A un examen de conciencia objetivo y neutral se sobrepone la palabra de Dios, en diálogo personal. La reconciliación tiene algo de nueva creación, y el Espíritu se infunde como dinamismo de vida nueva. Se plantea la relación entre culto y justicia.

Evangelio. Lucas 15,3-7

3 Entonces les propuso Jesús esta parábola:
4 - Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la descarriada hasta que la encuentra?
5 Y cuando la encuentra, se la carga a hombros, muy contento;
6 al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
- Dadme la enhorabuena! He encontrado la oveja que se me había perdido.
7 Os digo que lo mismo dará más alegría en el cielo un pecador que se enmienda, que noventa y nueve justos que no sienten necesidad de enmendarse.

Explicación.

Crítica de los fariseos (5,30; 7,34); comer con ellos, signo de amistad, intolerable para la teología farisea (7,34); se ventila el principio de si Dios ama o no a los pecadores, es decir, a los que no observan la Ley, y, en último término, a los paganos; en otras palabras, si pone o no como condición para su amor practicar una religiosidad intachable.

Dos parábolas (4-7; 8-10) con la misma moraleja. Apela a la experiencia de sus adversarios (¿Quién de vosotros?); apoyándose en la conducta humana, describe la divina con los hombres: Dios ama a cada uno en particular, sea cual sea su conducta (cf. 6,35s) (4-7); los fariseos, en cambio, prescinden de los que no observan la Ley, pensando que Dios desprecia a los pecadores.

11 DE ENERO

 PRIMERA LECTURA. Hebreos 1,1-6.

1En múltiples ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los Profetas. 2Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por un Hijo, al que nombró heredero de todo, lo mismo que por él había creado los mundos y las edades. 3Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser; él sostiene el universo con la palabra potente de Dios; y después de realizar la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de su Majestad en las alturas, 4haciéndose tanto más poderoso valedor que los ángeles cuanto más extraordinario es el título que ha heredado.
5Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo jamás: "Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy" (Sal 2,7), ni tampoco: "Y seré para él un padre y él para mí un hijo"? 6Además, en otro pasaje, cuando introduce en aquel mundo al primogénito, dice: "Adórenlo todos los ángeles de Dios" (Dt 32,43).
 
EXPLICACIÓN.

1-4.        Diferencia entre la antigua revelación y la nueva o definitiva. La categoría Hijo se opone y supera a la de profeta. Los profetas, intermediarios; el Hijo, en cambio, poseedor de toda la riqueza de Dios (heredero de todo) y causa de la creación del mundo y de la historia. En esta etapa final: la teología del judaísmo pensaba que la edad presente dejaría lugar a otra futura y gloriosa; para los cristianos, la muerte-resurrección de Jesús fue un acontecimiento de tal importancia que marcó el cambio de época; los mundos y las edades traducen la doble acepción del gr. tôn  aiônôn (1-2). Condición divina del Hijo (reflejo, impronta), su relación con el universo (sostiene el universo) y con los hombres (pruficiación de los pecados, es decir, supresión de los obstáculos a la relación con Dios); se sentó, cf. Sal 110,1; que ha heredado, cf. v.2: "heredero de todo". Se anuncia la primera parte (3-4).

 Por su muerte y resurrección, la relación del Hijo con Dios es única, muy superior a la de los ángeles. Contraste:

               Entre Hijo y cortesanos (5-6); dos textos, Sal 2,7 (posible alusión al bautismo de Jesús, cf. Mc 1,11) y 2 Sm 7,14, se aplican a Jesús para exaltar su figura; uno, Dt 32,43 a los ángeles, que aparecen como inferiores a él (transposición al Mesías de una adoración debida a Dios).

SALMO. 97;1-2, 6-7, 9

1El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
2Nubes y nubarrones lo rodean,
Justicia y Derecho sostienen su trono. 
6Los cielos proclaman su justicia
y todos los pueblos contemplan su gloria.
7Se sonrojan los que adoran estatuas
y los que ponen su orgullo en los ídolos.
Ante él se postran los dioses. 
9porque tú Señor, eres
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses.  
Explicación.
97,1 "Islas"o costas: el mundo occidental mediterráneo; tema favorito de Isaías 11: 41, 1.5; 42,4.10.12; 49,1; 51,5.

97,2 Los "nubarrones" pueden ser parte del aparato teofánico: Dt 4,11; JI 2,2; Sof 1,15. El Señor se muestra ... encubierto. Para el estrado o basamento del trono: Prov 16, 12; 20,28; 25,5. 
97,6 Los cielos hacen de testigos notariales: Sal 50,6. La "gloria" de la teofanía: compárese con Is 35,2; 40,5.
97,7 El fracaso y necedad de los idólatras se va convirtiendo en tema convencional: Is 42,17; 44,20; Jr 2,28. 
97,9 Sal 47,3. 
Transposición cristiana.
Heb 1,6 aplica a Cristo el v. 7 según la versión griega. Mt 25, 31-46 dramatiza en escena un juicio final. Lc 21,28 da a entender que para los elegidos será un momento de dicha. 
EVANGELIO. Marcos 1,14-20.

(Mt 4,12-17; Lc 4,14-15)

14Cuando entregaron a Juan llegó Jesús a Galilea y se puso a proclamar la buena noticia de parte de Dios. 15Decía:
-Se ha cumplido el plazo, está cerca el reinado de Dios. Enmendaos y tened fe en esta buena noticia.
(Mt 4,12-17; Lc 4,14-15)

16 Yendo de paso junto al mar de Galilea vio a Cierto Simón y a Andrés, el hermano de Simón, que echaban redes de mano en el mar, pues eran pescadores. 17Jesús les dijo:
-Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres.
18Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
19Un poco más adelante vio a Santiago el de Zebedeo y a Juan, su hermano, que estaban en la barca poniendo a punto las redes, 20e inmediatamente los llamó. Dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los asalariados y se marcharon con él.
EXPLICACIÓN.
14-15. Puente entre la introducción y el primer periodo: Jesús llega detrás de Juan (1,7), una vez terminada por la violencia la misión de éste. En Galilea, lejos del centro religioso y político del país. Se presenta como profeta, hablando de parte de Dios. La presencia del «Hombre», Jesús, comprometido por amor a los hombres a llevar su misión salvadora hasta la muerte, ha producido el cambio de época, la etapa definitiva de la historia (se ha cumplido el plazo); lo anterior queda superado de modo irreversible. La buena noticia (cf 1,1): la prometida intervención de Dios en la historia va a abrir la posibilidad de una sociedad nueva y justa, digna del hombre, la alternativa que Dios propone a la humanidad (aspecto social del reinado de Dios, la nueva tierra prometida); exige como condición de parte del hombre la renuncia a la injusticia (punto de partida) (enmendaos) y la confianza en que esa meta (punto de llegada) puede alcanzarse (tened fe).
Para comprender este evangelio es preciso tener presente los dos períodos en que se divide, según se indica en la introducción. Aquí empieza el primero de ellos, que abarca hasta 8,26. 

16-20. El mar (no se llama «lago», para aludir al éxodo) de Galilea, frontera con el mundo pagano (16). Ante la perspectiva del reinado de Dios Jesús invita a colaborar con él en primer lugar a los círculos inquietos de Israel «pescar», «redes», connotaciones de conquista, Am 4,2; Jr 16,16), representados por dos parejas de hermanos (cf. Ez 47,13s, igualdad de los israelitas en el reparto de la tierra). Veníos conmigo, como Elías a Eliseo (1 Re 19,20s), aludiendo a la participación del Espíritu de Jesús (1,11). Pescadores de hombres, misión universal, cf. Ez 43,8s. Dos grupos sociales dentro del ambiente judío: el primero, representado por Simón y Andrés (hermanos = igualdad), sin patronímico y con nombres griegos, activo (echaban redes); el segundo, por Santiago y Juan, nombres hebreos, sometidos al padre y en situación privilegiada respecto a los asalariados (sociedad jerárquica); deseosos de actividad (poniendo a punto las redes).

10 DE ENERO

 2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

Isaías 42,1-4.6-7.
  
1Mirad a mi siervo, a quien sostengo;
mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu,
para que promueva el derecho en las naciones.
2No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
3La caña cascada no la quebrará,
el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho,
4no vacilará ni se quebrará, hasta implantar
el derecho en la tierra,
y su ley que esperan las islas.

Dios habla a su siervo.

6Yo, el Señor, te he llamado para la justicia,
te he tomado de la mano, te he formado
y te he hecho alianza de un pueblo,
luz de las naciones.
7Para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la prisión
y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas:

Explicación.

42,1-4 El oficio se recibe por elección  por el don del espíritu: el elegido es mediador carismático. Su empresa es implantar el derecho, según la voluntad de Dios. Realizará la empresa no con las armas y por la fuerza, sino con un nuevo estilo: mansedumbre con lo débil y vacilante (como Moisés, según Nm 12,3), pero firmeza y tenacidad en aguantar y cumplir. El ámbito es universal: el reino de la justicia es lo que oscuramente esperan los pueblos desconocidos. Citado en Mt 3,17 y Mc 1,11.

42,6 La expresión hebrea podría traducirse por "con justicia, legítimamente". Prefiero el sentido de finalidad. Hacia dentro, el enviado será "alianza", aglutinante del pueblo y mediador de la alianza con Dios (cfr. 2 Sm 5,3). Para los paganos será luz nueva (cfr. 2,5 y Lc 2,32).

42,7 Con valor simbólico: "abre los ojos" a los que estaban encarcelados en las tinieblas (cfr. Sab 17,2).

Salmo 29,1-4.9-10.

1 Hijos de Dios, aclamad al Señor
aclamad la gloria y el poder del Señor,
2 aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
3 La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria ha tronado,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
4 La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,

9 La voz del Señor retuerce los robles,
abre claros en las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
10 El Señor se sienta sobre el diluvio,
está sentado el Señor como rey eterno.


Explicación.

29,1-2 Toda la corte celeste, en el templo del cielo, o con vestiduras litúrgicas, rendirá homenaje a Yhwh.

29,3 Véanse Sal 18,14; Job 37,4s.

29,4 Véase Sal 68,34.

29,9 Corrijo el texto hebreo, para quedarme en el reino vegetal. El original dice "hace partir las ciervas", las hace abortar de terror. El templo puee ser el terrestre, donde se reúne el pueblo, o el celeste, done rinden homenaje los seres divinos. Un grito unísono responde a la "voz" séptuple del Señor.

29,10-11 Tras la tormenta sobreviene la paz. En la tremenda sacudida de la naturaleza, ancha y contagiosa, el Señor está tranquilamente sentado, por encima de las aguas. Ese Señor tiene un pueblo a quien otorgar el poder y bendice con la paz.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Mt 8,23-27 nos muestra a Jesús señor de la tempestad. Mt 27,45s.50s describe la muerte de Jesús como teofanía: tinieblas, temblor de tierra, una gran voz. Una reminiscencia de los siete truenos se lee en Ap 10,2s. Autores antiguos aplican el salmo a la venida del Espíritu Santo y lo desmenuzan ingeniosamente.

Hechos 10,34-38.

34 Pedro tomó la palabra y dijo:
          - Realmente, voy comprendiendo que Dios ni discrimina a nadie,
35 sino que acepta al que lo respeta y obra rectamente, sea de la nación que sea.
36 Él envió su mensaje a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesús el Mesías, que es Señor de todos.
37 Vosotros conocéis muy bien el hecho acaecido en todo el país judío, empezando por Galilea después de que Juan predicó el bautismo,
38 el hecho de Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando todos los sojuzgados por el diablo, porque Dios estaba con él.

Explicación.

El discurso de Pedro manifiesta que, a pesar de haber comprendido que Dios no acepta la segregación religiosa que propugnaba el judaísmo (34, cf. vv. 15.20.28), no está dispuesto a renunciar un ápice a la posición privilegiada de Israel.

           Basa su discurso en el postulado judío de que Dios acepta a todo el que es religioso y practica la justicia (35; cf. vv. 2.22). De momento ha reducido el contenido de la visión de Jafa a una aceptación material de los paganos. Para Pedro, el destinatario de la paz mesiánica es Israel, aunque de hecho Dios la ha enviado por medio de Jesús para todos los pueblos (36).

          Pedro cree que Cornelio y familia, en su calidad de adeptos judíos, tienen conocimientos de todo lo referente a Jesús de Nazaret, a su unción mesiánica en el Jordán y a su misión liberadora (37s).

Evangelio. Marcos 1,7-11.

7Y proclamaba:

-Llega detrás de mí el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para agacharme y desatarle la correa de las sandalias. 8Yo os he bautizado en agua, él os bautizará con Espíritu Santo.
Jesús: Bautismo e investidura
(Mt 3,13-4,11; Lc 3,21-4,13)
"Sucedió que en aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el Jordán. 
10Inmediatamente, mientras salía del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar como paloma hasta él.  11Hubo una voz del cielo: -Tú eres mi Hijo, el amado, en ti he puesto mi favor. 
Explicación.
    Juan, descrito con los rasgos de Elías (2 Re 1,8), supuesto precursor del Mesías (Mal 3,23), anuncia la sustitución de la alianza (cf. 14,24), pues e! papel de Esposo (d. 2,19s), propio de Dios en e! AT (Os 2,4ss; ls 54,62; Jr 2; Ez 10), corresponde ahora a Jesús (no soy quién para ... desatarle la correa de la sandalia, cf. Rut 3,5-11). Misión del Mesías, infundir e! Espíritu (cf. Is  44,3-5; Ez 36,26-28), que consagra al hombre en la fidelidad a Dios (Santo/santificador): aspecto individual de! reinado de Dios. 
 
   En aquellos días Qr 31,31.33, de la nueva alianza; Jl 3,2, de la efusión del Espíritu, la época del cumplimiento de las promesas. Presentación de Jesús, el protagonista de! Evangelio.  Procede de Galilea, no, como se esperaba, de Judea; en concreto, de Nazaret, en la zona montañosa de Galilea, donde se mantenía vivo e! espíritu nacionalista violento (9). Con su bautismo muestra su solidaridad con el movimiento de protesta comenzado por Juan y con su exhortación al cambio de vida. Su bautismo, sin embargo, no significa una muerte al pasado (no hay confesión de pecados), sino un compromiso de entrega por el bien de los hombres que incluye la disposición a dar la vida por ellos (cf 10,38s) (10).
      Respuesta celeste al compromiso de Jesús: plena y permanente comunicación de Dios a Jesús (rasgarse el cielo); Dios le comunica la plenitud de su vida/fuerza (el Espíritu, unción mesiánica, cf Is 11,9s; 42,1-4; 61,ls). Paloma remite a la primera creación (Gn 1,2: «el Espíritu del Señor se cernía sobre las aguas»): e! Espíritu termina la creación llevando a Jesús a la plenitud humana (el Hijo del hombre = e! Hombre) (10). La voz de! cielo declara a Jesús, e! Hombre, Hijo de Dios (rey Mesías, cf. Sal 2,7), amado (nuevo Isaac, cuya entrega acepta el Padre, cf. Gn 22,2), objeto del favor divino (Servidor de Dios: Is 42,1, con misión universal: Is 49,1-13, y que da su vida para realizada: Is 50,4-9; 51,1-8; 52,13-53,12). Investidura mesiánica, pero de un Mesías muy diferente del «hijo/sucesor de David" (10,47s; 11,9s; 12,35-37) esperado. Está presente el que es más fuerte que Juan (1,7) (11).

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Isaías 55,1-11

Alianza del Señor (2 Sm 7; Sal 89)

551¡Atención, sedientos!, acudid por agua,
también los que no tenéis dinero:
venid, comprad trigo, comed sin pagar,
vino y leche de balde.
2¿Por qué gastáis dinero en lo que no alimenta?,
¿y el salario en lo que no da hartura?
Escuchadme atentos, y comeréis bien,
saborearéis platos sustanciosos.
3Prestad oído, venid a mí, escuchadme y viviréis.
Sellaré con vosotros alianza perpetua,
la promesa que aseguré a David:
4a él le hice mis testigo para los pueblos,
caudillo y soberano de naciones;
5tu llamarás a un pueblo desconocido,
un pueblo que no te conocía correrá hacia ti:
por el Señor, tu Dios;
por el Santo de Israel, que te honra.

La palabra del Señor (Is 40,6-8)

6Buscad al Señor mientras se deje encontrar,
invocadlo mientras esté cerca;
7que el malvado abandone su camino
y el criminal sus planes;
que regrese al Señor, y él tendrá piedad;
a nuestro Dios, que es rico en perdón.
8Mis planes no son vuestros planes,
vuestros caminos no son mis caminos
-oráculo del Señor-.
9Como el cielo está por encima de la tierra,
mis caminos están por encima de los vuestros
y mis planes de vuestros planes.
10Como bajan la lluvia y la nieve del cielo,
y no vuelven allá, sino que empapan la tierra,
la fecundan y la hacen germinar,
para que dé semilla al sembrador
y pan para comer,
11así será mi palabra, que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que hará mi voluntad
y cumplirá mi encargo.

Explicación.

55,1-3a El heraldo adopta el estilo de un pregonero ambulante (cfr. Prov 1,20; 8,1), que ofrece de balde una mercancía abundante y excelente: agua y pan del primer éxodo, leche de la tierra prometida, vino del banquete, enjundia del sacrificio de comunión (Sal 63,6; 65,12). Y la vida prometida en Dt.

55,3b-5 Coincide con varios temas y expresiones del salmo 89: alianza, perpetua, lealtad y fidelidad, testigo. Es como si en el texto presente el Señor respondiese al problema planteado en dicho salmo. En cambio, 5a procede de otro salmo davídico: 18,44.

55,6-11 Palabra y camino. El heraldo ha pronunciado muchas palabras: tan magníficas que resultan increíbles; además algunas eran tan extrañas. ¿Serán verdad? Sí, porque el Señor que las pronunció las cumplirá. Lo que pasa es que Dios tiene otro estilo o modo de planear y actuar (40,14s).

            El hombre tiene que superar su perspectiva a ras de tierra para remontarse a la perspectiva celeste y comprender el acierto del "camino" de Dios.

            En transposición ética: el pueblo emprenderá pronto el camino de vuelta; pero ese camino pasa por la vuelta al Señor (Éx 19,4). Por el pecado desterrados, por la conversión repatriados.

55,7 "Rico en perdón": Ex 34,9; 1 Re 8, 30.34.36.39.50.

55,10-11 Entre la cercanía (6) y la lejanía (9) de Dios media su palabra, que baja del cielo para realizar y revelar la salvación. Es como la lluvia: bendición primaria, don activo que desata actividad, riego que fecunda y hace engendrar. Su ritmo no es el de la eficiencia, sino el de la fecundidad. La lluvia pone en movimiento un ciclo: alimento hoy, semilla para la cosecha de mañana.

Salmo. Isaías 12,2-6

2Siendo Dios mi salvador, confío y no temo
porque mi fuerza y poder es el Señor,
él fue mi salvación.
3Sacarás agua con gozo
del manantial de la salvación.
4Aquel día, recitaréis: Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.
5Tañed para el Señor, que hizo proezas,
que las conozca toda la tierra;
6grita jubilosa, Sión, la princesa,
que es grande en medio de ti el Santo de Israel.

Explicación.

12,1-6 Como en Ex 15, un himno comenta y celebra las profecías precedentes. Es además recapitulación de motivos. Se divide en dos partes: para un solista y para el coro. La triple repetición de "salvar" comenta el nombre del profeta, "El Señor salva".

12,1 Ha cesado la ira: 9,7-21.

12,2 Confiar y no temer: 7,1-9; 8,12. Con una cita de Éx 15,2.

12,3 La salvación es como una fuente inagotable. Puede evocar las fuentes milagrosas del desierto (Ex 17,6), enlaza con la fuente de Siloé (8,6), y es en último término Dios como fuente siempre manante (Jr 2,13).

12,4-5 Nombre y renombre: nombre revelado para la invocación (Ex 3,15), renombre ganado con sus proezas y que el pueblo escogido debe difundir a todo el mundo.

12,6 Sión representa tradicionalmente a la comunidad, como capital del reino. El título Santo: 6,3; 8,13.

Segunda Lectura. 1 Juan 5,1-9

1Quien cree que Jesús es el Mesías ha nacido de Dios, y quien ama al que da el ser ama también a todo el que ha nacido de él.
2Ésta es la señal de que amamos a los hijos de Dios, que amamos a Dios cumpliendo sus mandamientos, 3porque amar a Dios significa cumplir sus mandamientos.
Sus mandamientos no son una carga, 4porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5Pues, ¿quién puede vencer al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
6Éste es el que pasó a través de agua y sangre, Jesús Mesías. No se sumergió en el agua solamente, sino en el agua y en la sangre, y es el Espíritu quien está dando testimonio, porque el Espíritu es la verdad. 7Son tres los que dan testimonio: 8el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres coinciden.
9Si aceptamos el testimonio humano, el testimonio de Dios tiene más fuerza; porque ése es el testimonio de Dios, que ha dejado su testimonio acerca de su Hijo.

EXPLICACIÓN.

1-5. La fe/adhesión a Jesús-hombre como Mesías salvador es señal de haber nacido de Dios, es decir, de haber recibido su Espíritu. Se opone el autor a los que minusvaloraban la humanidad de Jesús, afirmando que «el Mesías» es una realidad celeste que descendió sobre Jesús en su bautismo y se separó de él antes de su crucifixión. La muerte del hombre Jesús, fundamento del compromiso cristiano de amor a los hombres, no tenía valor para ellos ni, por tanto, se sentían vinculados por ese compromiso.

El Espíritu instaura la relación Padre-hijo entre el hombre y Dios, y amar al Padre lleva consigo amar a todos los que a él se parecen (1).

El autor ha mostrado que el amor tiene su origen en Dios y que el amor a Dios, reflejo del que él nos tiene, se demuestra con el amor a los hermanos. Ahora considera lo mismo desde el punto de vista opuesto: tampoco es posible amar a los hermanos sin tener el amor a Dios, que se traduce en la fidelidad a su designio. Sólo ateniéndose a los mandamientos, es decir, amando como Jesús ha amado (cf. 3,23) se puede estar seguro de que el amor a los demás es verdadero (2-3a).

Esto no es difícil cuando se desprecian los valores del mundo. Tal es la victoria que da la fe/adhesión a Jesús (cf. Jn 16,33): reconociéndolo por Hijo de Dios se adoptan sus valores, contrarios a los del orden injusto (3b-5).

 Párrafo claramente antignóstico. Jesús, el Mesías, no pasó únicamente a través del bautismo (agua), donde recibió el don de Dios, la unción del Espíritu, sino que respondió a ese don dando su vida por los hombres (sangre); el memorial de su entrega es la eucaristía. Se sumergió, implícito en la prepos. gr. en, cf. 1 Cor 10,2; la muerte, considerada como otra inmersión, cf. Mc 10,38s. El Espíritu de Dios sigue dando testimonio de que Jesús significa amor hasta el fin; el Espíritu es la verdad, cf. 4,6: «el espíritu de la verdad" (6); da su testimonio a través de los mensajes inspirados (la profecía), en el bautismo (agua) y en la eucaristía (sangre) (7-8). La adición de la Vulgata clementina sobre los tres testigos celestes, el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo, no se halla en los códices griegos y, entre los latinos, sólo se lee en algunos códices españoles. Es probable que su origen sea africano.

Ese testimonio vivo y permanente en la comunidad tiene más fuerza que cualquier otro, pues está dado por Dios mismo (9).

Evangelio. Marcos 1,7-11

7Y proclamaba:
-Llega detrás de mí el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para agacharme y desatarle la correa de las sandalias. 8Yo os he bautizado en agua, él os bautizará con Espíritu Santo.

Jesús: Bautismo e investidura  (Mt 3,13-4,11; Lc 3,21-4,13)

9Sucedió que en aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el Jordán.
10Inmediatamente, mientras salía del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar como paloma hasta él.  11Hubo una voz del cielo: -Tú eres mi Hijo, el amado, en ti he puesto mi favor.

Explicación

b) (1,6-8): Juan, descrito con los rasgos de Elías (2 Re 1,8), supuesto precursor del Mesías (Mal 3,23), anuncia la sustitución de la alianza (cf. 14,24), pues e! papel de Esposo (cf. 2,19s), propio de Dios en el AT (Os 2,4ss; ls 54,62; Jr 2; Ez 10), corresponde ahora a Jesús (no soy quién para ... desatarle la correa de la sandalia, cf. Rut 3,5-11). Misión del Mesías, infundir el Espíritu (cf. Is  44,3-5; Ez 36,26-28), que consagra al hombre en la fidelidad a Dios (Santo/santificador): aspecto individual del reinado de Dios.

c) (1,9-13): En aquellos días Jr 31,31.33, de la nueva alianza; Jl 3,2, de la efusión del Espíritu), la época del cumplimiento de las promesas. Presentación de Jesús, el protagonista del Evangelio.  Procede de Galilea, no, como se esperaba, de Judea; en concreto, de Nazaret, en la zona montañosa de Galilea, donde se mantenía vivo el espíritu nacionalista violento (9). Con su bautismo muestra su solidaridad con el movimiento de protesta comenzado por Juan y con su exhortación al cambio de vida. Su bautismo, sin embargo, no significa una muerte al pasado (no hay confesión de pecados), sino un compromiso de entrega por el bien de los hombres que incluye la disposición a dar la vida por ellos (cf. 10,38s) (10).

Respuesta celeste al compromiso de Jesús: plena y permanente comunicación de Dios a Jesús (rasgarse el cielo); Dios le comunica la plenitud de su vida/fuerza (el Espíritu, unción mesiánica, cf. Is 11,9s; 42,1-4; 61, ls). Paloma remite a la primera creación (Gn 1,2: «el Espíritu del Señor se cernía sobre las aguas»): el Espíritu termina la creación llevando a Jesús a la plenitud humana (el Hijo del hombre = e! Hombre) (10). La voz del cielo declara a Jesús, e! Hombre, Hijo de Dios (rey Mesías, cf. Sal 2,7), amado (nuevo Isaac, cuya entrega acepta el Padre, cf. Gn 22,2), objeto del favor divino (Servidor de Dios: Is. 42,1, con misión universal: Is. 49,1-13, y que da su vida para realizada: Is. 50,4-9; 51,1-8; 52,13-53,12). Investidura mesiánica, pero de un Mesías muy diferente del “hijo/sucesor de David" (10,47s; 11,9s; 12,35-37) esperado. Está presente el que es más fuerte que Juan (1,7) (11).

martes, 24 de noviembre de 2020

9 DE ENERO

 Primera Lectura. 1 Juan 5,14-21.

14Esta es la seguridad que tenemos al dirigimos a él, que si pedimos algo conforme a su designio, nos escucha; 15 y al estar ciertos de que él escucha cualquier cosa que le pidamos, estamos ciertos de que obtendremos lo que le hemos pedido.
16Si uno se da cuenta de que su hermano peca en algo que no acarrea la muerte, pida por él y le dará vida. Digo los que cometen pecados que no acarrean la muerte. Hay un pecado que acarrea la muerte; no me refiero a ése cuando digo que rece. 17Toda injusticia es pecado, pero hay pecados que no acarrean la muerte.
18 Sabemos que todo el que vive como nacido de Dios no peca; no, lo preserva el que nació de Dios, y el Malo no puede atraparlo.
19Sabemos que somos de Dios, mientras el mundo entero está en poder del Malo.
20Sabemos que ha venido el Hijo de Dios y nos ha dado entendimiento para conocer al Verdadero, y estamos con el Verdadero, estando con su Hijo, Jesús Mesías. Ese es el verdadero Dios y vida definitiva.
21Hijos, guardaos de los ídolos.

EXPLICACIÓN

14-21.Los que son hijos de Dios y tienen la experiencia de la vida definitiva tienen la seguridad de que Dios los escucha en todo lo que contribuye a realizar su designio. La conciencia de ser escuchados es tan cierta, que lo que se pide es ya de alguna manera poseído (14-15).

Eficacia de la oración por un miembro de la propia comunidad que falla en algo, pero no abandona su compromiso de fe y amor; la oración, expresión de amor, comunica vida. El pecado que acarrea la muerte: la opción en contra del amor; no amar, sino odiar; quien tal hace se priva de la vida definitiva (3,15). Se puede orar por él, pero no es a esta oración a la que se refiere el autor (16; cf. 3,14-15). Las incoherencias del cristiano no siempre suponen el abandono de su adhesión (17).

Tres vivencias que se derivan de lo que es Dios y de la vida que ha dado a los hombres:

Primera, que Jesús, el Hijo de Dios, protege contra el pecado a los que han nacido de Dios; «el Malo», personificación de los valores del sistema injusto (cf. 3,8) (18).

Segunda: la conciencia de pertenecer a Dios, y de la oposición a los valores del mundo (19).
Tercera: conocer por medio de Jesús al verdadero Dios Jn 17,3; 6,44; 14,6; vida definitiva, cf. Jn 5,26) (20).

Sólo el Dios que Jesús revela, el que es amor y exige fraternidad, es el verdadero; ídolos, todas las falsas imágenes o concepciones de Dios que se han fabricado los hombres. Cualquier dios distinto del que se revela en Jesús, aunque se le invoque como Dios de los cristianos, es un ídolo (21).

Salmo 149,1-6.9

1¡Aleluya! Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza
en la asamblea de los leales;
2festeje Israel a su Creador,
los Hijos de Sión a su Rey.
3Alabad su nombre con danzas,
tañendo para él panderos y cítaras;
4porque el Señor ama a su pueblo
y corona con su victoria a los oprimidos.
5Que los leales celebren su gloria
y canten jubilosos desde sus lechos:
6en las gargantas vítores a Dios,
en las manos espadas de dos filos, 
9Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus leales. ¡Aleluya!
Explicación.
149,2 "Creador" o hacedor de la nación. “Hijos de Sión": tiene un solo antecedente, JI 2,23. Creo que aquí denota a cuantos aman la causa de la ciudad: cfr. Is 66,8.10.
149,3 "Danzas": algunos imaginan una danza sacra de espadas (Ez 21,14-22), una pantomima cuyo texto, que va explicando la acción, es el salmo. Unos hacen de enemigos vencidos, otros fingen la ejecución; concluyen cantando la victoria.
149,4 Estos "oprimidos" quizá procedan de Sof 2,3.
149,5 "Celebren su gloria": semejante a Is 13,3. Creo que es enfático, "incluso en el lecho"; inspirado en Dt 6,7.
149,6 Recuerda Neh 4,11. El fervor religioso de la lucha se expresa en las arengas de los Macabeos: 1 Mac 1, 18s; 4,9-13; 9,44-47. 
149,9 La ejecución del culpable puede ser competencia honorífica, como muestra Jue 8,20s. 
Transposición cristiana.

Leyendo el aviso de Jesús a Pedro, Mt 26,52-54, vemos que las batallas del salmo tienen que transponerse a otro orden, p. ej. como lo propone Ef 6,12. 
Evangelio. Juan 3,22-30.

22. Algún tiempo después fue Jesús con sus discípulos a la comarca de Judea, se detuvo allí con ellos y bautizaba.
23. También Juan estaba bautizado en Enón, cerca de Salim, por haber allí agua abundante; se presentaba gente y se bautizaba
24. (aún no habían metido a Juan en la cárcel).
25. Entablaron una discusión los discípulos de Juan con un judío sobre ritos de purificación.
26. Fueron después adonde estaba Juan y le dijeron:
- Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y de quien tú diste testimonio, resulta que ése está bautizando y todos acuden a él.
27. Replicó Juan:
- Nadie puede apropiarse cosa alguna si no se le concede del cielo.
28. Vosotros mismos me sois testigos de que dije que no soy yo el Mesías, sino que me ha enviado delante de él.
29. El que se lleva a la esposa es el esposo, y el amigo del esposo, que se mantiene a su lado y lo oye, siente gran alegría por la voz del esposo. Por eso, esta mi alegría ha llegado a su colmo.
30. A él le toca crecer, a mí menguar.

Explicación.

Jesús bautiza (22) o hace bautizar a sus discípulos (4,1), mostrando así su acuerdo con el movimiento contestatario comenzado por Juan Bautista (1,28). Éste ha tenido que cambiar de lugar, ya ha comenzado la persecución contra él (23). Se quiere absolutizar a Juan Bautista; aunque él se presentaba sólo como precursor (1,6-8.15.26.30), sus discípulos pretenden oponerlo a Jesús (26); Juan reafirma su misión y manifiesta su gozo por el éxito del Mesías-Esposo (27-30).

Lo ocurrido con Juan ha sido la tónica general del judaísmo: se había dado valor permanente a los enviados de Dios en el AT, en particular a Moisés. Ellos y su mensaje no se consideraban anuncio y preparación del Mesías, sino término en sí mismos.

8 DE ENERO

 Primera Lectura. 1 Juan 5,5-13.

5Pues, ¿quién puede vencer al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
6Éste es el que pasó a través de agua y sangre, Jesús Mesías. No se sumergió en el agua solamente, sino en el agua y en la sangre, y es el Espíritu quien está dando testimonio, porque el Espíritu es la verdad. 7Son tres los que dan testimonio: 8el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres coinciden.
9Si aceptamos el testimonio humano, el testimonio de Dios tiene más fuerza; porque ése es el testimonio de Dios, que ha dejado su testimonio acerca de su Hijo.
10Quien mantiene su adhesión al Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo; quien no da fe a Dios lo deja por embustero, por negarse a dar su adhesión al testimonio que ha dejado Dios acerca de su Hijo. 11 Y éste es el contenido del testimonio: que Dios nos ha dado vida definitiva, y esta vida está en su Hijo: 12quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
13Me he propuesto con esta carta que vosotros, los que prestáis adhesión a la persona del Hijo de Dios, estéis ciertos de que tenéis vida definitiva. 

EXPLICACIÓN.
Esto no es difícil cuando se desprecian los valores del mundo. Tal es la victoria que da la fe/adhesión a Jesús (cf. Jn 16,33): reconociéndolo por Hijo de Dios se adoptan sus valores, contrarios a los del orden injusto (3b-5). 

6-12. Párrafo claramente antignóstico. Jesús, el Mesías, no pasó únicamente a través del bautismo (agua), donde recibió el don de Dios, la unción del Espíritu, sino que respondió a ese don dando su vida por los hombres (sangre); el memorial de su entrega es la eucaristía. Se sumergió, implícito en la prepos. gr. en, cf. 1 Cor 10,2; la muerte, considerada como otra inmersión, cf. Mc 10,38s. El Espíritu de Dios sigue dando testimonio de que Jesús significa amor hasta el fin; el Espíritu es la verdad, cf. 4,6: «el espíritu de la verdad" (6); da su testimonio a través de los mensajes inspirados (la profecía), en el bautismo (agua) y en la eucaristía (sangre) (7-8). La adición de la Vulgata clementina sobre los tres testigos celestes, el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo, no se halla en los códices griegos y, entre los latinos, sólo se lee en algunos códices españoles. Es probable que su origen sea africano.

Ese testimonio vivo y permanente en la comunidad tiene más fuerza que cualquier otro, pues está dado por Dios mismo (9). Pero, además, Dios da su testimonio dentro de cada uno de los fieles (10; cf. 2,20.26s), y este testimonio consiste en la experiencia de una calidad de vida (el Espíritu) que dimana de la adhesión a Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías que murió por los hombres (11-12).

Para el autor, el cristianismo no se define solamente por la experiencia interior de Dios, por la devoción o por la aspiración y el esfuerzo por una perfección interior; es una experiencia de vida y amor divino a través de Jesús, el Ungido, que transforma la conducta y se expresa necesariamente en el amor a los demás hombres. Si no se traduce en conducta, el cristianismo es espurio. 

Propósito de la carta: asegurar a los lectores de que la fe/adhesión a Jesús Mesías y la práctica del amor fraterno son la vida definitiva (13). 

Salmo 147,12-15.19-20.
 
12Glorifica, Jerusalén, al Señor,
alaba a tu Dios, Sión,
13que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y bendice a tus hijos dentro de ti;
14que ha puesto paz en tus fronteras
y te sacia con flor de harina,
15que envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre velozmente; 
19Anuncia su mensaje a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel.
20Con ninguna nación obró así
ni les dio a conocer sus mandatos. ¡Aleluya!

Explicación.

147,13 Supone la amenaza exterior: Neh 3. Bendice: con la fecundidad.
147,14 Paronomasia con el nombre de la capital: Sal 122.
147,15-18 Llega la estación invernal. En manos de Dios los meteoros hostiles resultan domésticos: lana blanca y protectora, ceniza, resto de un fuego de hogar, mendrugos, restos de pan. Más importante el dominio de Dios que, en su sazón, con un soplo, sacude el letargo invernal: compárese con Eclo 43,17-22. Del mismo modo controla los inviernos de la historia.
147,19 La terna "mensaje, decretos y mandatos" remite al Dt e implícitamente a la alianza.
147,20 La leyes privilegio de Israel: Dt 4,8; Bar 4,1-4.
Transposición cristiana.

Es tradicional que Jerusalén represente a la Iglesia terrestre y a la celeste, de donde la lectura del salmo en dos claves complementarias. La palabra que viene a la tierra y corre veloz es el Hijo de Dios en la encarnación; como palabra se prolonga en la predicación del evangelio.

Evangelio. Lucas 5,12-16.

12 Estando él en uno de aquellos pueblos apareció un hombre todo lleno de lepra; al ver a Jesús se echó rostro en tierra y le rogó:
- Señor, si quieres, puedes limpiarme.
13 Jesús, extendió la mano y lo tocó diciendo_
- Quiero, queda limpio.
Y enseguida se le quitó la lepra.
14 Él le mandó no decírselo a nadie, añadiendo:
- Al contrario, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que prescribió Moisés como prueba contra ellos.
15 Se iba hablando de él cada vez más, y grandes multitudes acudían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades;
16 pero él solía retirarse a despoblado para orar.

EXPLICACIÓN.

Vse. Mt 8,2-4; Mc 1,39-45. El leproso, prototipo del marginado. Extender la mano (13), de las hazañas divinas en el éxodo (Éx 6,6; 14,16; 15,42; Jr 17,5). Jesús no respeta la marginación impuesta por la Ley; tocando al leproso, la viola (Lv 12-13): no hay hombres impuros para Dios. No quiere que se divulgue el hecho: es demasiado pronto para declarar públicamente la invalidez de esa Ley que consagra la injusticia; las prescripciones sobre la lepra son de Moisés, no de Dios, y prueban la dureza de este pueblo (14). Pide por el éxito de su misión antes de hacer público el mensaje de la universalidad (16).

31 DE DICIEMBRE

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