2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
PRIMERA LECTURA. Hebreos 2,5-12.
5Porque no fue a los ángeles a quienes Dios sometió el mundo futuro de que hablamos. 6Alguien lo atestiguó en alguna parte diciendo: "¿Quién es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que mires por él? 7Lo hicieste por un poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad; 8todo lo sometiste bajo sus pies" (Sal 8,5-7 LXX). Claro que, al someterlo todo, nada dejó de someterle.
Ahora, es verdad, no vemos todavía el universo entero sometido al hombre; 9pero vemos ya al que Dios hizo por un poco inferior a los ángeles, a Jesús, que, por haber sufrido la muerte, está coronado de gloria y dignidad; así, por la gracia de Dios, la muerte que él experimentó redunda en favor de todos.
10De hecho convenía que Dios, fin del universo y creador de todo, proponiéndose conducir muchos hijos a la gloria, al pionero de su salvación lo consumara por el sufrimiento, 11pues el consagrante y los consagrados son todos del mismo linaje. Por esta razón no tiene él reparo en llamarlos hermanos, 12cuando dice: "Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré" (Sal 22,23), y en otro lugar:
Explicación.
Nueva diferencia con los ángeles, ahora en relación con el mundo futuro. Paradoja incluida en la cita de Sal 8,5-7: el título que pone a Jesús por encima de los ángeles comportó un abajamiento por debajo de ellos (5-8a); por un poco, sentido posible de la expresión griega, adoptado por el autor.
El destino del hombre, ser señor de la creación, se ha realizado ya en Jesús, que murió y ha resucitado para que los hombres puedan alcanzarlo (2,8b-9).
Si era superior a los ángeles, ¿por qué sufrió la muerte? Para que los hombres fueran hijos de Dios y alcanzasen su plenitud (gloria, cf. Sal 8,6s). Prepara el autor las condiciones para el sumo sacerdocio de Jesús: La primera era la "perfección" y "consagración" del sacerdote; lo consumará (10) incluye las ideas de "perfección", "transformación" y "consagración"; la "perfección" del sumo sacerdote judío era la pureza ritual; la de Jesús, en cambio, fue existencial; tampoco su consagración fue ritual como la del sumo sacerdote judío, se hizo por el amor a los hombres, expresado en su pasión y muerte; lo sucedido con Jesús rompe la imagen tradicional del sacerdocio.
La segunda condición era la capacidad de representar al pueblo ante Dios (11: del mismo linaje); el Hijo no actúa desde fuera de la humanidad, sino identificándose con ella (hermanos, cita de Sal 22,23), aceptando el dolor humano y convirtiéndolo en instrumento de plena realización (12-13).
SALMO. 8;2.5-9.
(Eclo 17,1-14; Heb 2,5-8)
2 ¡Señor dueño nuestro, qué ilustre es tu nombre en toda la tierra!
Quiero servir a tu majestad celeste
5 ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el hijo de Adán para que te ocupes de él?
6 Lo has hecho poco menos que un dios,
de gloria y honor lo has coronado,
7 le has dado el mando sobre las obras de tus manos;
todo lo has sometido bajo sus pies:
8 ovejas y toros en masa *
también las bestias salvajes,
9 aves del aire, peces del mar
que trazan sendas por los mares.
Explicación.
8,2 Combina un título restringido, “dueño nuestro” con un horizonte ilimitado, “toda la tierra”.
8,2b El texto consonántico es muy dudoso y ha originado interpretaciones diversas: de los verbos dar, repetir, cantar etc.
8,5 Empieza la serie de seis verbos cuyo sujeto es Dios y complemento el hombre. Los dos primeros afirman la relación personal, maravillosa.
8,6-7 Los cuatro verbos son como un ceremonial de investidura: le asignan un puesto o rango, coronación, mando, un escabel bajo los pies. Véase Sab 9,2 y compárese con el “mando” de las lumbreras en Gn 1,16.
8,8-9 Los animales se reparten en domésticos y salvajes y por zonas. Es llamativa la atención prestada a los peces: véanse Sal 104,25; Eclo 43,25.
Transposición cristiana:
Mt 21,16 cita el v.3 justificando el júbilo infantil. Heb 2,5-8 aplica el salmo a Jesucristo, el solo en quien se cumple plenamente. Sölo que consigue la corona a través del sufrimiento, de modo no previsto por el salmo. Pablo en 1 Cor 15,26 aplica el v.7 a Cristo glorificado.
8,8 *O: sin excepción.
EVANGELIO. Mc 1,21-28.
21ª Y fueron a Cafarnaún.
En la sinagoga de Cafarnaún: Enseñanza. Oposición del fanático nacionalista (Lc 4,31-37)
21b El sábado entró en la sinagoga e inmediatamente se puso a enseñar. 22Estaban Impresionados de su enseñanza pues les enseñaba como quien tiene autoridad, no como los letrados.
23Estaba en aquella sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo e inmediatamente empezó a gritar:
24--¿Que tienes tú contra nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruimos? Sé quién eres tú, el Consagrado por Dios.
25 -Jesús le conminó:
-¡Cállate la boca y sal de él!
26 El espíritu inmundo, retorciéndolo y dando un alarido, salió de él. 27Se quedaron todos ellos tan desconcertados que se preguntaban unos a otros:
-¿ Qué significa esto? j Un nuevo modo de enseñar, con autoridad: incluso da órdenes a los espíritus inmundos y le obedecen!
28Su fama se extendió inmediatamente por todas partes, llegando a todo el territorio circundante de Galilea.
Explicación.
(1,21b-28): Contacto con los israelitas integrados en la institución religiosa, que aceptan la doctrina oficial, nacionalista y particularista, transmitida por los letrados (obstáculo para la universalidad del reinado de Dios). En la enseñanza de Jesús se percibe la fuerza del Espíritu (con autoridad, cf. 1,14); ésta pone en entredicho ante el pueblo la autoridad institucional de los letrados (22). Jesús libera de la dependencia de la enseñanza oficial. Caso extremo, el poseído; espíritu inmundo (en oposición a «Espíritu Santo»), fuerza que aliena y despersonaliza; en Mc, ideología contraria al plan de Dios; poseído ,= hombre enteramente alienado por la adhesión fanática a esa ideología; sale en defensa de los letrados/institución (24). Nazareno: debería profesar las ideas nacionalistas (cf. 1,9); tienta a Jesús (primera vez que se realiza la tentación de Satanás, cf. 1,13) para que acepte el papel de Mesías nacionalista (24: el Consagrado por Dios). Jesús lo corta en seco y lo libera de su fanatismo (25-26). Desconcierto general: no acepta el papel de Mesías, pero no ha propuesto otro programa. Conexión entre la enseñanza nueva y la expulsión (27). La fama de Jesús prepara su actividad posterior (28).
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. Ezequiel 33,12-16
12Y tú, hijo de Adán, di a tus compatriotas: Al justo no lo salvará su justicia si comete un delito, al malvado no lo condenará su maldad si se convierte de ella. (El justo no podrá seguir viviendo a costa de su justicia si peca). 13Si digo al justo "vivirás", y él, confiado en su justicia, comete un delito, no se tendrá en cuenta su justicia, sino que morirá por el delito que cometió. 14Si digo al malvado "morirás", y él se convierte de su pecado, practica el derecho y la justicia, 15devuelve la prenda, restituye el hurto y sigue los preceptos de vida sin incurrir en delito, entonces vivirá y no morirá, 16no se tendrá en cuenta ningún pecado de los que cometió; por haber practicado el derecho y la justicia vivirá.
Explicación.
33,12-20 Es una variación del cap.18 sobre la responsabilidad individual. Subraya el tema de la vida: el Señor jura por su vida, quiere la vida. De ahí la asimetría de los casos y la supremacía de la vida: el justo, por serlo, quedará vivo; el malvado por dejar de serlo, quedará vivo; el justo que peca, por volver a serlo, quedará vivo. El desarrollo es así: enunciado general (12); casos de perversión y conversión (13-16); objeción y respuesta (17-20). En líneas paralelas la correspondencia de los capítulos:
33,1-9/ /10-11 /12-13.14-16/ 17-20
18, / 1-20 /23.30b-32/ 24.21-22/ 25-30a
33,12-13 Ni la justicia es garantía perpetua ni el pecado es fatalidad irremediable. Una justicia, aunque prolongada, no es algo acumulado y operante que permita cometer algún delito grave; como si se tratara de cantidades que se contrapesan en la balanza de la justicia, o como si fuera un seguro contra riesgos y pérdidas. Un acto puede comprometer toda una existencia.
33,14-16 Preceptos concretos que representan el resto; preceptos que dan vida.
Salmo. 51,8-12.17.19
8Tú quieres sinceridad interior
y en lo íntimo me inculcas sensatez.
9Límpiame con hisopo del pecado,
lávame hasta quedar más blanco que la nieve.
10Anúnciame gozo y alegría,
que se regocijen los huesos triturados.
11Tápate el rostro ante mi pecado
y borra toda mi culpa.
12Crea en mí, Dios, un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
17Señor mío, ábreme los labios
y mi boca proclamará tu alabanza.
19Para Dios sacrificio es un espíritu quebrantado,
un corazón quebrantado y triturado,
tú, Dios, no lo desprecias.
Explicación.
51,8 Dios mismo trabaja en la intimidad del hombre para que adquiera y asimile la sensatez. Parte importante de ella es descubrir y reconocer los pecados y la condición pecadora.
51,9 Compárese con Is 1,18.
51,10 Anticipa la segunda parte. Cuando Dios pronuncie la sentencia de perdón, el penitente escuchará una noticia alegre, y hasta lo hondo de los huesos sentirá el gozo: véase Is 66,14.
51,12-19 La segunda parte comienza con un corte que no puede ser más radical. Para pasar del pecado a la gracia hace falta una nueva creación, cosa que toca a Dios.
51,19 "Quebrantado, triturado": hay que retener la imagen hebrea, plástica, vigorosa; nosotros decimos "estoy hecho polvo". Por la traducción griega y después la latina, la imagen perdió su materialidad y se convirtió en el concepto contrición, con su adlátere atrición.
Transposición cristiana.
El salmo 51 es el Miserere, príncipe de los salmos penitenciales. Lástima que se haya desgajado del 50 y que no se haya valorado bastante la epíclesis o invocación al Espíritu. Podemos arrancar de 2 Cor 5,17-21 sobre el "ministerio de reconciliación". Al cual añado unas cuantas observaciones.
En la liturgia penitencial, ordenada al perdón y reconciliación, Dios no condena como juez, sino que se querella como parte. La relación mutua se funda en la alianza, cuya carta es el evangelio. El evangelio posee fuerza de interpelación, de recriminación y querella; pero también ofrece perdón y fuerza para la enmienda. A un examen de conciencia objetivo y neutral se sobrepone la palabra de Dios, en diálogo personal. La reconciliación tiene algo de nueva creación, y el Espíritu se infunde como dinamismo de vida nueva. Se plantea la relación entre culto y justicia.
Evangelio. Lucas 15,3-7
3 Entonces les propuso Jesús esta parábola:
4 - Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la descarriada hasta que la encuentra?
5 Y cuando la encuentra, se la carga a hombros, muy contento;
6 al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles:
- Dadme la enhorabuena! He encontrado la oveja que se me había perdido.
7 Os digo que lo mismo dará más alegría en el cielo un pecador que se enmienda, que noventa y nueve justos que no sienten necesidad de enmendarse.
Explicación.
Crítica de los fariseos (5,30; 7,34); comer con ellos, signo de amistad, intolerable para la teología farisea (7,34); se ventila el principio de si Dios ama o no a los pecadores, es decir, a los que no observan la Ley, y, en último término, a los paganos; en otras palabras, si pone o no como condición para su amor practicar una religiosidad intachable.
Dos parábolas (4-7; 8-10) con la misma moraleja. Apela a la experiencia de sus adversarios (¿Quién de vosotros?); apoyándose en la conducta humana, describe la divina con los hombres: Dios ama a cada uno en particular, sea cual sea su conducta (cf. 6,35s) (4-7); los fariseos, en cambio, prescinden de los que no observan la Ley, pensando que Dios desprecia a los pecadores.
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