domingo, 27 de junio de 2021

25 DE JULIO

 Primera Lectura: 2 Reyes 4,42-44

42Uno de Baal Salisá vino a traer al profeta el pan de las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja. Eliseo dijo:
-Dáselos a la gente, que coman.
43El criado replicó:
-¿Qué hago yo con esto para cien personas?
Eliseo insistió:
-Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor:
Comerán y sobrará.
44Entonces el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor.

EXPLICACIÓN.

4,42-44. El otro milagro es una multiplicación de panes. La semejanza con el relato evangélico es patente (Mt 14), sobre todo por la pregunta del criado. Esta vez el profeta pronuncia un oráculo. Y ya tenemos a Eliseo dispensador de agua y pan y aceite, como una bendición de Dios ambulante.

Salmo: 145,10-11.15-18

10Que te alaben, Señor, todas tus creaturas,
que tus leales te bendigan,
11que proclamen la gloria de tu reinado,
que cuenten tus hazañas,
15Los ojos de todos te están aguardando:
tú les das la comida a su tiempo;
16tú abres la mano y sacias
de favores a todo viviente.
17EI Señor es justo en todos sus caminos,
es leal con todas sus creaturas.
18Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

EXPLICACIÓN.

145,10 La alabanza de todas las criaturas es el tema del salmo 148. De ellas se destaca el grupo de los "leales" o vasallos.

145,11-13 Los versos centrales recogen el título inicial, "Rey mío" e insisten en él. El salmo no piensa en un rey terreno ni en un territorio nacional con su capital: acepta la situación que precede y sigue a la monarquía. En compensación, se coloca en un reino más glorioso: divino, universal y perpetuo. En este puesto falta el verso de la letra N. Las versiones antiguas suponen un texto semejante al v. 17: "El Señor es de fiar en todas sus palabras, es leal en todas sus acciones".

145,15 Inspirado en Sal 104,27; el participio como en el final del salmo 136.

145,16 "Favores" si se refiere a Dios; deseo o gusto si se refiere a los vivientes.

14§,17 Et ámbito jurídico pertenece también a la realeza. Como soberano, es leal con sus criaturas porque, al hacerlas, se compromete con ellas.

145,18 Sobre el dios lejano y cercano véanse Sal 22,2-12; Is 55,6. Invocado se hace cercano; para la invocación ha revelado su nombre.

Transposición cristiana.

Puesto en boca de Cristo y de la Iglesia, enriquece el sentido de los predicados que el Hijo tributa al Padre y la Iglesia dedica a su rey, Jesucristo.

Segunda Lectura: Efesios 4,1-6

1En consecuencia, un favor os pido, yo, el prisionero por el Señor: Que viváis a la altura del llamamiento que habéis recibido; 2sed de los más humilde y sencillo, se pacientes y conllevaos unos a otros con amor. 3Esforzaos por mantener la unidad que crea el Espíritu, escuchándola con la paz. 4Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es también la esperanza que os abrió su llamamiento; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y un Padre de todos, que está sobre todos, entre todos y en todos.

EXPLICACIÓN.

El tema de la unidad, expuesto anteriormente, lleva a la exhortación. La unidad es fruto del Espíritu y exigencia ineludible del llamamiento cristiano. La actitud de humildad y amor paciente es esencial, para impedir que la unidad sea destruida por los defectos ordinarios (2-3). Motivos profundos de la unidad (4-5); sobre todos, gr. epi pántôn, cf. Rom 9,5; entre todos, gr. dia pántôn, expresa una relación con todo el cuerpo de la comunidad, a través de la cual se difunden el influjo y la fuerza de Dios; en todos, gr. en pâsin, más individual, indica la habitación de Dios en cada uno (6).

Evangelio: Juan 6,1-15

1. Algún tiempo después se fue Jesús al otro lado del mar de Galilea (de Tiberíades).
2. Solía seguirlo un gran multitud porque percibían las señales que realizaban con los enfermos.
3. Subió Jesús al monte y se quedó sentado allí con sus discípulos.
4. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los Judíos.
5. Jesús levantó los ojos y, al ver que una gran multitud se le acercaba, se dirigió a Felipe:
-¿Con qué podríamos comprar pan para que coman éstos?
6. (Lo decía para ponerlo a prueba, pues él ya sabía lo que iba a hacer.)
7. Felipe le contestó:
-Doscientos denarios de plata no bastarían para que a cada uno le tocase un pedazo.
8. Uno de los discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
9. –Hay aquí un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?
10. Jesús les dijo:
-Haced que esos hombres se recuesten.
Había mucha hierba en el lugar.
Se recostaron aquellos hombres, adultos, que eran unos cinco mil.
11. Jesús tomó los panes, pronunció una acción de gracias y se puso a repartirlos a los que estaban recostados, y pescado igual, todo lo que querían.
12. Cuando quedaron satisfechos dijo a sus discípulos:
-Recoged los trozos que han sobrado, que nada se eche a perder.
13. Los recogieron y llenaron doce cestos con trozos de los cinco panes de cebada, que habían sobrado a los que habían comido.
14. Aquellos hombres, al ver la señal que había realizado, decían:
-Ciertamente éste es el Profeta, el que tenía que venir al mundo.
15. Jesús entonces, dándose cuenta de que iban a llevárselo por la fuerza para hacerlo rey, se retiró de nuevo al monte, él solo.

EXPLICACIÓN.

Cercanía de la segunda Pascua (fiesta del éxodo liberador); anticipa Jesús el éxodo mesiánico. Explica cómo la nueva comunidad humana podrá subsistir, librándose de los sistemas explotadores. Trasfondo del libro del Éxodo; aluden a él, sobre todo, el paso del mar (1), el monte (3), la mención de la Pascua (4), la tentación (6) y el pan/maná (9.11.13).

Jesús pasa el mar (1), pero sin llevarse detrás a las multitudes. No es un caudillo que arrastra; su comunidad se funda en una opción libre por la libertad. Mar/Lago de Galilea o de Tiberíades, nombre judío y pagano; población mezclada (cf. 21,1). El punto de partida del éxodo es la antigua tierra prometida, ahora tierra de esclavitud. La gran multitud (2) veía en él un liberador; aunque no están enfermos, son también ellos débiles. Primera subida al monte (3), como Moisés (Éx 24,1s.9.12); el monte, la esfera divina, el lugar donde reside la gloria de Dios, su amor leal, manifestado en Jesús. La Pascua de Jesús se contrapone a la Pascua oficial (cf. 2,13) (4).

Jesús, situado al otro lado del mar, representa una alternativa frente al sistema judío. La multitud que se acerca da pie al diálogo con Felipe y a la intervención de Andrés (5.8). Jesús previene la necesidad del pueblo, no espera a que se lo rueguen (cf. Éx 16,1-4). Pone a prueba a Felipe, el discípulo que no ha salido de las categorías de la tradición judía, como Dios ponía a prueba a Israel en el desierto (Éx 15,25; 16,4; DDT33,8); quiere ver Jesús si participa en su éxodo, si ha comprendido su mensaje. Desaliento de Felipe: en la economía del dinero, única que comprende, no hay solución para el hambre; para él, el éxodo fracasa (5-7). Otra voz, la de Andrés, el discípulo de la plena experiencia cristiana (1,39b); está dispuesto a compartir (solidaridad, amor) (el muchacho, figura del grupo de discípulos en cuanto servidor de la multitud), pero duda de que pueda bastar (8-9). Panes de cebada, alusión a un hecho de Eliseo (2 Re 4,42-44).

Jesús no hace caso del pesimismo de los discípulos. Comer recostado (10) era propio de hombres libres; la libertad, primer efecto de la acción de Jesús. La nueva Pascua no se come de pie y deprisa como la antigua (Éx 12,11); es la de los hombres libres, no la de los esclavos, y no hay largo camino que recorrer para llegar a la nueva tierra prometida. Mucha hierba, promesa de la fecundidad propia del tiempo mesiánico (cf. Sal 72,26). Los que eran multitud (5) son ahora individuos, personas (10: hombres).

Hombres adultos, independientes y libres; efecto del servicio/amor (10). El número cincuenta, del cual es múltiplo cinco mil (cf Mt 14,21; Mc 6,44; Lc 9,14; Hch 4,4), se ponía en relación con el Espíritu de Dios (1 Re 18,4.13; 2 Re 2,7: grupos de cincuenta profetas); la comunidad mesiánica ha de ser una comunidad del Espíritu.

La acción de gracias de Jesús (11) introduce un nuevo personaje: Dios Creador/Padre. Pronuncia una acción de gracias: reconocer que algo que se posee es don del amor de Dios y alabarlo por ello. Al reconocer que el origen de los panes está en Dios, quedan desvinculados de su poseedor humano, para ser de todos, como la creación misma. Señal que da Jesús o prodigio que cumple: liberar la creación del acaparamiento egoísta que la esteriliza, para que se convierta en don de Dios para todos. Compartir es prolongar el amor de Dios hacia todos, multiplicando el acto creador. Frente a la confianza en el dinero, la confianza en el amor. Satisfechos (12): se ha superado la imposibilidad. Doce cestos (13): abundancia para todo Israel.

Reacción de la gente: el Profeta, mayor que Eliseo (cf. 2 Re 4,42-44) (14). En vez de aceptar a Jesús como servidor del hombre, pretenden hacerlo rey, darle una posición de superioridad y de fuerza. Como Moisés después de la idolatría (Éx 34, 3-4), Jesús sube solo al monte. Han traicionado el designio del amor que él ha realizado con su servicio (15).

24 DE JULIO

PRIMERA LECTURA. Éxodo 24,3-8 

Éxodo 24,3-8

3Moisés bajó y refirió al pueblo todo lo que había dicho el Señor, todos sus mandatos, y el pueblo contestó a una:
-Haremos todo lo que dice el Señor.
4Entonces Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor; madrugó y levantó un altar a la falda del monte y doce estelas por las doce tribus de Israel. 5Mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer los holocaustos y ofrecer novillos como sacrificios de comunión para el Señor. 6Después tomó la mitad de la sangre y la echó en recipientes, y con la otra mitad roció el altar. 7Tomó el documento del pacto y se lo leyó en voz alta al pueblo, el cual respondió:
-Haremos todo lo que mande el Señor y obedeceremos.
8Moisés tomó el resto de la sangre y roción con ella al pueblo, diciendo:
-Esta es la sangre del pacto que el Señor hace con vosotros a tenor de estas cláusulas.

Explicación.

24,3-8 Rito central. Moisés comunica al pueblo "todas las palabras del Señor" (¿Decálogo?) y los preceptos (¿código?), y el pueblo acepta. Después "todas las palabras" son escritas en el documento o protocolo de la alianza, que confiere validez y se conserva para el futuro; la lectura se retrasa. Las doce estelas (quizá en círculo, como un cromlech; compárese con Jos 4,20) representan a las tribus, mientras que el altar (quizá en el centro) representa al Señor. Unos jóvenes -todavía no funciona el cuerpo levítico- ofrecen holocaustos y sacrificios de comunión (Sal 50,5). La víctima ofrecida se consagra; su sangre, que es su vida, es ahora sagrada. Al ser repartida entre Dios y el pueblo (cfr. Heb 9,18-19), la sangre une en vínculo sagrado a las dos partes; es el signo o sacramento de la alianza. Antes de la aspersión del pueblo se procede a la lectura o proclamación del protocolo, y el pueblo por tercera vez acepta (cfr. 19,8). La nueva alianza recogerá parte de estos ritos y de sus términos: Mt 26,27; Mc 14,24; Lc 22,20; 1 Cor 11,23-25; cfr, Heb 9,18-20. 

SALMO. 50,1-2.5-6.14-15.


1El Dios de dioses, el Señor habla: 
convoca la tierra de oriente a occidente. 
2Desde Sión, dechado de belleza,
Dios resplandece; 
 5«Congregadme a mis vasallos
que sellaron mi pacto con un sacrificio». 
6proclame el cielo su inocencia:
Dios en persona viene al juicio. 
14Sacrifica a Dios tu confesión;
después cumple tus votos al Altísimo; 
15invócame en el peligro, te libraré
y tú me darás gloria. 
Explicación.
50,1. Nombre y título: véase Jos 22,22. "La tierra" entera como público universal de un pleito particular.

50,2 "Dechado de belleza" por el templo que la preside: Lam 2,15; Ez 24,21; cfr. Ex 24,10. 
50,5 "Vasallos" ligados por deber de lealtad en virtud del pacto: compárese con Dt 7,12; 1 Re 8,23. Por el rito, el pacto es sacrosanto.
50,6 "Inocencia" pronunciada por adelantado, como en 1 Sm 12; o bien su justicia y legitimidad en el proceso que comienza.  
50,14a Frase clave. El término toda puede significar acción de gracias (de hwdh) o confesión del pecado (de htwdh). El contexto decide, y el contexto presente es unívoco. El mismo significado tiene en Jos 7,19; Esd 10,11 (véase el contexto). El verbo "sacrifica" sustituye al normal "da", como diciendo: ya que el hombre se empeña, que sacrifique ... su confesión.
50,14b-15 Después podrá cumplir un voto pendiente y reanudar el ritmo de súplica - liberación - alabanza. 

Evangelio: Mateo 13,24-30

24 Les propuso otra parábola:
                   - Se parece el reino de Dios a un hombre que sembró semilla buena en su campo;
25 mientras todos dormían llegó su enemigo, sembró cizaña entre el trigo y se marchó.
                  26 Cuando brotaron los tallos y se formó la espiga apareció también la cizaña.
27 Los obreros fueron a decirle al propietario:
                  - Señor, ¿no sembraste en tu campo semilla buena? ¿Cómo resulta entonces que sale cizaña?
                 28 Él les declaró:
                 - Es obra de un enemigo.
                 Los obreros preguntaron:
                 - ¿Quieres que vayamos a escardarla?
                 29 Respondió él:
                 - No, por si acaso al escardar la cizaña arrancáis con ella el trigo.
30 Dejadlos crecer juntos hasta la siega. Al tiempo de la siega diré a los segadores: Entresacad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla; el trigo, almacenadlo en mi granero.

EXPLICACIÓN.

24 - 30.        Se dirige de nuevo a las multitudes (cf. 13,34). Trata ahora del reino de Dios. Las malas hierbas, no espontáneas, sino obra de un enemigo, cuando la comunidad no está comprometida (todos dormían; cf. 25,5; 26,40). Imposible eliminar lo malo sin daño de lo bueno. No hay juicio inmediato y definitivo (cf. 3,12).

23 DE JULIO

 Primera Lectura: Éxodo 20,1-17.

1Dios ha pronunciado las siguientes palabras:
2-Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud.
3>>No tendrás otros dioses rivales míos. 4No te harás una imagen, figura humana de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua bajo tierra. 5No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso: castigo la culpa de los padres en los hijos, nietos y bisnietos cuando me aborrecen; 6pero actúo con lealtad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.
7>>No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso.
8>>Fíjate en el sábado para santificarlo. 9Durante seis días trabaja y haz tus tareas, 10pero el día séptimo es un día de descanso dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el emigrante que viva en tus ciudades. 11Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos, y el séptimo descansó; por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.
12>>Honra a tu padre y a tu madre; así prolongarás tu vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.
13>>No matarás.
14>>No cometerás adulterio.
15>>No robarás.
16>>No darás testimonio falso contra tu prójimo.
17>>No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él".

Explicación.

20,1 La introducción es solemne y desusada. "Palabras": término preferido a otros sinónimos frecuentes, como mandatos, preceptos, decretos, prescripciones, órdenes (véase como ejemplo clásico el Sal 119). Habla Dios y empleará la primera persona en los primeros preceptos.

20,1-17 El Decálogo es pieza capital en el Pentateuco y en todo el AT. El término griego significa Diez palabras y es traducción del hebreo de Dt 4,13. Del Decálogo en bloque hay que considerar: el texto en sí, su puesto actual, su puesto en la tradición.

        a) Si bien cada mandamiento tiene algún paralelo en el AT, incluidos textos sapienciales, y algunos tienen paralelos en otras culturas, como bloque unitario y articulado el Decálogo es único. El tono es categórico (estilo apodíctico), los preceptos breves y generales, repartidos en deberes respecto a Dios y al prójimo, en forma negativa y positiva. Aunque breve y selectiva, la serie abarca un campo amplísimo de conducta. Algunos preceptos están ampliados con motivación o exhortación; pero ninguno lleva cláusula penal. No distingue sexo, edad ni clase; no se ciñe a una cultura agraria sedentaria, ni se limita a una época histórica. Se puede considerar como un esfuerzo logrado de síntesis.

           En la articulación del texto hebreo, los preceptos relativos a Dios son cuatro: el Dios exclusivo, las imágenes, el nombre, el sábado; seis son los restantes. Por tanto, el que solemos llamar "sexto mandamiento" es en hebreo el séptimo. Positivos de formulación son el cuatro y el quinto.

       b) El Decálogo, tanto aquí como en Dt 5, está firmemente radicado en la alianza. Representa las cláusulas impuestas por el soberano y aceptadas por el pueblo (24,3.7). Se presenta como revelación, no como préstamo extranjero ni como expresión de una supuesta ley natural. La idea de revelación se expresa con dos fórmulas diversas: lo escribe el Señor sobre la piedra, lo comunica a Moisés de palabra. Siendo revelación, está respaldado por la autoridad de Dios, que se extiende a los dos bloques; en otros términos, Dios exige al hombre que respete a Dios y al hombre. Si bien faltan las cláusulas penales, los preceptos trazan un perímetro o frontera para vivir dentro de la alianza o para salir de ella por transgresión de cualquiera de ellos.

      c)  Es opinión común que el Decálogo se ha formado en un proceso vital, oral o escrito, antes de su formulación definitiva y su incorporación al contexto de la alianza y del éxodo. Los intentos por rehacer su prehistoria no han tenido éxito. El autor del texto actual o ha recogido una tradición ya practicada o indiscutida, o ha creado una formulación que se ha impuesto sin discusión. Son algo concluyente y concluso, "sin añadir más" (Dt 5,22).

           Sin embargo en la trasmisión posterior, al texto escueto se han adherido ampliaciones homiléticas, que difieren en Éx y Dt. Tales adiciones revelan la presencia del Decálogo en la vida del pueblo.

20,2 El Señor se presenta con su nombre: el mismo pronunciado en 3,15 y 6,2. La liberación de Egipto, beneficio radical, funda la exigencia divina: los mandatos arraigan en la historia y la historia desemboca en una constitución religiosa y ética. El hombre, emancipado y libre ha de responder libremente, responsablemente. Santiago hablará de "la ley del reino... la ley de los hombres libres" (Sant 2,8.12)

20,3 No enuncia un monoteísmo absoluto (formulado por Isaías Segundo, p. ej. 45,6.14.21; léase la formulación extrema de Zac 14,9) sino un "henoteísmo": otros pueblos tienen pluralidad de dioses; vosotros tendréis uno solo, Yhwh; se excluye cualquier sincretismo o compromiso. Dt 6,4-5 saca una consecuencia importante de este primer mandamiento: su asimilación en la existencia total. Paralelos: Éx 22,19; 23,13; 34,14; Dt 13,1-4; Sal 81,10.

20,4-6 El precepto escueto prohíbe toda representación plástica de Yhwh, exige un culto sin imágenes, "anicónico" (véase Éx 32). La enumeración divide el mundo en tres planos horizontales y se refiera a animales; (aunque "lo que hay arriba en el cielo" pudiera ser aplicado a los astros). Dt 4,15 da una motivación histórica: el Señor se reveló en palabra, no en imagen. La motivación del v.5 liga este precepto al primero: del singular "una imagen" pasa al plural "ellos", emplea la terminología típica de la idolatría "postrarse y dar culto", apela al carácter "celoso" de Yhwh, que no admite rivales (Dt 6,14s; Jos 24,19). Los predicadores posteriores suponen imposible cualquier representación plástica de su Dios, por lo cual, toda imagen es automáticamente ídolo.

          La retribución divina penetra y dura temporalmente. Hijos, nietos y bisnietos sufren las consecuencias del pecado, o el padre en ellos. En cambio la bondad de Dios perdura en la historia hasta una lejanía inalcanzable. Paralelos: Éx 20,22-23; 34,17; Lv 19,4; 26,1; Dt 27,15. Este principio genérico y asimétrico de retribución no se debe confundir con una cláusula penal.

20,7 "En falso" o en vano, sin razón, abusando. Dios comunica su nombre para la invocación (Éx 15,3), la bendición (Nm 6,22-27) para autorizar la verdad; no ha de servir para manipular la autoridad del Señor. Una forma grave es el juramento falso, que intenta dar consistencia con el nombre de Yhwh a lo que no la tiene, porque no es (cfr. 23,1). Otro abuso puede ser la blasfemia (Ez 23,9-12). Otras expresiones son: profanar (Lv 20,3; Ez 43,8), abusar (Prov 30,9); lo contrario de profanar es santificar (padrenuestro).

20,8-11 Formulación positiva y motivación amplia. No impone prácticas cúlticas, sino descanso; pero dedicado al Señor. Como el templo acota un espacio, así el sábado acota un tiempo y lo consagra a Dios. La motivación es estrictamente teológica, mientras que en Dt 5 da una motivación social. La observancia de este precepto fue ganando importancia (Is 56,1-8) hasta las formas que provocaron la polémica de Jesús en el NT (significativo Jn 5,16s). Formulación negativa: Lv 23,7; Jr 17,22; positiva: Éx 23,12; 31,15; 34,21; Lv 23,3. Se conjetura que el siete surge como división del mes lunar.

20,10 Is 56,4-6; Is 58,13s.

          Aquí termina la primera sección, que los antiguos llamaban la primera tabla.

20,11 Gn 2,2s.

20,12 La segunda tabla empieza en formulación positiva. Honrar incluye también sustentar, mantener (véase la polémica de Mc 7,11 par). Establece la familia como primera realidad social, igualando padre y madre; Éx 21,17 precisa y añade una cláusula penal. La promesa usa el lenguaje típico del Dt. Véase el comentario de Eclo 3,1-16; el tema es frecuente en la literatura sapiencial. Mal 1,6 aplica la relación a Dios mismo.

20,13 A la luz de otras leyes y de la práctica constante, que admiten y prescriben la pena capital, habría que entender esta prohibición en sentido restrictivo: no cometerás asesinato, no matarás ilegalmente. Gn 9,5 parece atribuir la competencia a Dios: "tomaré cuentas". Paralelos: Éx 21,12; Dt 27,24.

20,14 En la práctica de Israel no hay igualdad de sexos. La mujer casada comete adulterio en una relación con cualquier extraño; el hombre casado, sólo en sus relaciones con una casada. La legislación penal distingue entre adulterio y fornicación. El Decálogo se refiere al adulterio. Véase un desarrollo amplio del tema en Eclo 23,16-27; véase también Prov 6,24-35.

20,15 Parece ser que en su alcance original se refería a secuestro de persona con fin lucrativo: Éx 21,16; Dt 24,7. En su formulación actual, el alcance es general. En el código siguiente hay un capítulo dedicado a leyes sobre la propiedad.

20,16 Se refiere al proceso jurídico, en el que los testigos juran. El tema es frecuente también en la literatura sapiencial: Prov 6,19; 19,5.9; 25,18. El prójimo es un miembro de la comunidad. Véase el caso de Nabot (1 Re 21,10-13).

20,17 Codiciar como actitud interna, apasionada y activa; el autor no piensa en afectos ineficaces, en veleidades; con todo, propone un principio de interiorización. Véase la maduración de este comienzo en Mt 15,19. El objeto son las propiedades, entre las cuales y en primer lugar figura la mujer. Lo cita Pablo en Rom 7,7. Se concluye que el decálogo, en la presente formulación, no se puede proponer sin importantes adaptaciones como norma de vida cristiana.

Salmo: 19,8-11.

8 La ley del Señor es perfecta:
devuelve el respiro;
el precepto del Señor es fiable:
instruye al ignorante;
9 los mandatos del Señor son rectos:
alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida:
da luz a los ojos;
10 el respeto del Señor es puro:
dura para siempre;
los mandamientos del Señor son genuinos;
justos sin excepción;
11 son más valiosos que el oro,
que el metal más fino;
son más dulces que la miel 
que destila un panal.

Explicación.

19,8-11 Tercera sección. Sin transición ni introducción entre un tema nuevo. Entra la ley abriendo paso a seis sentencias de una regularidad exasperante, como materializando en lenguaje el orden que intenta establecer. Sólo síes: falta una para la perfección.

Los predicados son en gran parte corpóreos: respiración, corazón, ojos; es límpida y pura, es estable y ofrece apoyo. Es razonable, no teme dar razones y así educa al inexperto sin dejarlo en su ignorancia. Es lúcida, no exige obediencia ciega, sino que ilumina los ojos. Da alegría interna, no es carga insoportable.

El último verso propone dos comparaciones: oro, símbolo y medida de valor; miel, manjar el más sabroso (Prov 16,24). El autor piensa en el contenido más que en la formalidad de la ley.

Evangelio: Mateo 13,18-23.

18 Escuchad ahora vosotros la parábola del sembrador:
19 Siempre que uno escucha el mensaje del Reino y no lo entiende, viene el Malo y se lleva lo sembrado en su corazón: eso es "lo sembrado junto al camino".
20 "El que recibió la semilla en terreno rocoso" es ese que escucha el mensaje y lo acepta en seguida con alegría;
21 pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto surge una dificultad o persecución por el mensaje, falla.
22 "El que recibió la semilla entre zarzas" es ese que escucha el mensaje, pero el agobio de esta vida y la seducción de la riqueza lo ahogan y se queda estéril.
23 "El que recibió la semilla en tierra buena" es ese que escucha el mensaje y lo entiende; ése si da fruto y produce en un caso ciento, en otro sesenta, en otro treinta.

EXPLICACIÓN.

18 - 23. Cuatro actitudes posibles en el mismo hombre. No basta oír, hay que entender (13,14.16), es decir, aceptar el mensaje como norma de vida. Si no, se cederá a la tentación (6,13) y no se hará la opción requerida (19). Superficialidad e inconstancia (cf. 5,10) (20s). Preocupaciones y atractivo de la riqueza (cf. 6,25.34) (22s). La tierra buena, cf. 7.24s, el que funda su casa sobre roca. El éxito del mensaje depende del hombre mismo. No habrá reino de Dios sin colaboración humana.

22 DE JULIO

 PRIMERA LECTURA. Cantar de los Cantares 3,1-4.

1En mi cama, por la noche, 
buscaba al amor de mi alma:
lo busqué y no lo encontré. 
2Me levanté y recorrí la ciudad 
por las calles y las plazas, 
buscando al amor de mi alma; 
lo busqué y no lo encontré.
3Me han encontrado los guardias 
que rondan por la ciudad:
-¿Visteis al amor de mi alma?
4Pero apenas los pasé, 
encontré al amor de mi alma: 
lo agarré y ya no lo soltaré,
hasta meterlo en la casa de mi madre, 
en la alcoba de la que me llevó
en sus entrañas.

Explicación.

3,1-4 Parece ser un sueño en voz alta. La escena de la búsqueda y el encuentro y la unión en la alcoba materna serían el argumento del sueño. Esto explicaría la incomprensible escapada nocturna y el hallazgo en las callejas oscuras.  

Si la canción quiere describir una escena real, logra hacerla irreal: con el escenario inverosímil y estrechando los tiempos. En ambos casos canta el ansia del amor por la ausencia del amado.  

Salmo: 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9

2Oh Diostú eres mi Dios, por tmadrugo:
mi garganttiene sed dti,
 mi carne desfallece por ti,
en un páramo reseco, sin agua.  

3Así te contemplé en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria.
4Pues vale más tu lealtad que la vida,
te elogiarán mis labios;
5Así te bendeciré mientras viva,
alzando las manos en tu nombre.
6Como de enjundia y de manteca
se saciará mi garganta,
y con labios jubilosos
te alabará mi boca.  

8que fuiste mi auxilio
y exulto a la sombra de tus alas.
9Mi aliento se pega a ti
y tu diestra me sostiene.

Explicación.

63,3 Sobre la contemplación de la gloria: Ex 24,11; 33,18.

63,4 La amistad de Dios vale más que la vida humana, da sentido a esa vida.

 63,6 La "enjundia" puede referirse al banquete sacrificial: véanse Sal 36,9; Is 55,2; Jr 31,14.

63,8 La "sombra de tus alas" equivale al refugio, al asilo: cfr. Sal 17,8; 36,8; 57,2 etc.

 63,9 A la letra "se adhiere detrás", quizá cruce de dos fórmulas que se leen en Dt 13,5.

Transposición cristiana.

 La corporeidad de experiencia y lenguaje del salmo adquiere nuevo realismo cuando el Hijo de Dios se hace hombre. Su "diestra" sostiene a Pedro, su aliento alcanza a Juan en la cena; come y bebe con sus discípulos (Hch 10,41); tuvo sed en Samaría (Jn 4) y en la cruz (Jn 19,28). En él glorificado podemos contemplar la gloria de Dios.

EVANGELIO: JUAN 20,1.11-18.
1. El primer día de la semana, por la mañana temprano, todavía en tinieblas fue María Magdalena al sepulcro y vio la losa quitada.
11. María se había quedado junto al sepulcro, fuera, llorando. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro
12. y vio dos ángeles vestidos de blanco sentados uno a la cabecera y otro a los pies, en el lugar donde había estado puesto el cuerpo de Jesús.
13. Le preguntaron ellos:
- Mujer, ¿por qué lloras?
Les dijo:
- Se han llevado a mi Señor y no sé donde lo han puesto.
14. Dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús.
15. Jesús le preguntó:
- Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?
Ella, pensando que era el hortelano, le dice:
- Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo me lo llevaré.
16. Le dice Jesús:
-María.
Volviéndose ella, le dijo en su lengua:
-Rabbuni (que equivale a “Maestro”).
17. Le dijo Jesús:
-Suéltame, que aún no he subido con el Padre para quedarme. En cambio, ve a decirles a mis hermanos: “Subo a mi Padre, que es vuestro Padre, mi Dios y vuestro Dios”.
18. María fue anunciando a los discípulos:
-He visto al Señor en persona, y me ha dicho esto y esto.
EXPLICACIÓN.
Terminada la creación (19,30) y preparada la verdadera Pascua (19,31-42), comienza sin interrupción el nuevo ciclo: el de la creación nueva y la Pascua definitiva. Prescinde Jn del dato cronológico exacto, para subrayar que el tiempo mesiánico sigue inmediatamente a la muerte de Jesús. “El último día” de la cruz viene representado ahora como el primer día (1), que abre el tiempo nuevo. Por la mañana temprano indica un momento en que ya hay luz (18,28); dato inconciliable con todavía en tinieblas; pero en Jn la tiniebla designa la ideología contraria a la verdad de la vida (1,5; 3,19; 6,17; 12,35). María va al sepulcro creyendo que la muerte ha triunfado; espera encontrar el cadáver de Jesús. Alusión al Cantar 3,1, de la esposa: “lo busqué y no lo encontré”. La losa puesta habría sido el sello de la muerte definitiva (cf. 11,38s.41), pero la historia de Jesús no se ha cerrado.
Alarma de María (2).
11-18. Jesús había anunciado a los suyos la tristeza por su muerte, pero asegurándoles la brevedad de la prueba y la alegría que les produciría su vuelta (16,16-23a). María, en cambio, llora sin esperanza (xf. 11,33) (11); ha olvidado las palabras de Jesús. No se separa del sepulcro, donde no puede encontrarlo.

Los guardianes del lecho (dos ángeles) (12) son los testigos de la resurrección y están dispuestos a anunciarla. Blanco, color de la gloria divina; su presencia es un anuncio de vida. El vestido y la pregunta de los ángeles (13) muestran que no hay razón para el llanto. Mujer, apelativo usado por Jesús con su madre (2,4 y 19,6), la esposa fiel de Dios en la antigua alianza, y con la samaritana (4,21), la esposa fiel. Los ángeles ven en María a la esposa de la nueva alianza, que busca desolada al esposo, pensando haberlo perdido. Respuesta de María: como la primera vez que llegó al sepulcro (20,2), sigue pensando que todo ha terminado con la muerte.

Mientras siga mirando al sepulcro no encontrará a Jesús. En cuanto se vuelve (14), lo ve de pie, como una persona viva, pero la idea de la muerte la domina y no lo reconoce. La pregunta de Jesús (15) repite en primer lugar la de los ángeles: no hay motivo para llorar. Añade ¿A quién buscáis?, como en el prendimiento (18, 4.7), para darse a conocer. Pero María no pronuncia su nombre. Hortelano: vuelve la idea del huerto/jardín, según el lenguaje del Cantar (19,41). Se prepara el encuentro de la esposa (Mujer) con el esposo (3,29). María, obsesionada con su idea, piensa que la ausencia de Jesús se debe a la acción de otros (si te lo has llevado tú).

Jesús la llama por su nombre (16) y ella reconoce su voz (10,3; cf. Cant 5,2). Se vuelve del todo, sin mirar más al sepulcro, que es el pasado. Al esposo responde la esposa (cf. Jr 33,11; Jn 3,29): se establece la nueva alianza por medio del Mesías. Rabbani, “señor mío”, tratamiento de los maestros, pero también de la mujer dirigiéndose al marido. El lenguaje nupcial expresa la relación de amor y fidelidad que une la comunidad a Jesús; pero este amor se concibe en términos de discipulado, es decir, de seguimiento.

Gesto implícito de María (Cant 3,4: “Encontré el amor de mi alma; lo agarré y ya no lo soltaré”). La alegría del encuentro hace olvidar a María que su respuesta a Jesús ha de ser el amor a los demás. A ese gesto responde Jesús al decirle: Suéltame. Da la razón (aún no he subido, etc.). La fiesta nupcial será el estadio último, cuando la esposa, la humanidad nueva, haya recorrido su camino, el del amor total, y la creación queda perfectamente realizada.

Jesús envía a María con un mensaje para los discípulos, a los que por primera vez llama sus hermanos: amor fraterno, comunidad de iguales. Antes de la subida definitiva de Jesús al Padre (para quedarme), junto con la humanidad nueva, hay otra subida que dará comienzo a la nueva historia. Volverá con los discípulos (14,18). La mención de Padre de Jesús como Padre de los discípulos responde a la promesa de 14,2-3: “En el hogar de mi Padre hay vivienda para muchos, etc”. Jesús sube ahora para dar a los suyos la condición de hijos (mis hermanos), mediante la infusión de su Espíritu (14,16s). Esta experiencia les hará conocer a Dios como Padre (17,3); será su primera experiencia verdadera de Dios. No van a llamar Padre al que conocen como Dios, sino al contrario: llamarán Dios al que experimentan como Padre. No reconocen a otro Dios más que al que ha manifestado en la cruz de Jesús su amor gratuito y generoso por el hombre, comunicándole su propia vida. Es el único Dios verdadero (17,3). La comunidad recibe la noticia de la resurrección de Jesús (18).

SÍNTESIS.

Jn concibe la obra de Jesús como la creación de una humanidad y un mundo nuevos. En paralelo con la pareja primordial, Adán y Eva, aparece en el huerto/jardín la nueva pareja que da origen a la humanidad nueva. La presencia de Jesús en la comunidad no absorbe las energías de ésta, sino que la proyecta hacia fuera, enviándola a la misión.

21 DE JULIO

 PRIMERA LECTURA. Sabiduría 8,9-16 o 2 Corintios 5,14-21.

SABIDURÍA.

9Por eso decidí unir nuestras vidas,
seguro de que sería mi consejera en la dicha,
mi alivio en la pesadumbre y la tristeza.
10«Gracias a ella me elogiará la asamblea,
y, aun siendo joven, me honrarán los ancianos;
11en los procesos lucirá mi agudeza
y seré la admiración de los monarcas;
12si callo, estarán a la expectativa;
si tomo la palabra, prestarán atención, 
y si me alargo hablando, se llevarán la mano a la boca.
13»Gracias a ella alcanzaré la inmortalidad
y legaré a la posteridad un recuerdo imperecedero.
14»Gobemaré pueblos, someteré naciones;
15soberanos temibles se asustarán al oír mi nombre;
con el pueblo me mostraré bueno, y en la guerra, valeroso.
16»AI volver a casa, descansaré a su lado, pues su trato no desazona,
su intimidad no deprime, sino que regocija y alegra.» 

Explicación.

8,9-16 Los bienes de la vida privada forman inclusión, encerrando los dos septenarios de la vida pública: 9.10-12.13-15.16. En la vida privada domina la imagen conyugal, descrita como monogamia.

8,9 "Dicha": véase Eclo 5,1.8; 31,1-11. "Tristeza": véase Eclo 30,21-25.

8,10-12 Sobre el hablar en la vida pública. En términos griegos, tenemos los géneros judicial y deliberativo, "procesos y asambleas". El arte de hablar no era menos estimado de los hebreos, que la hacen derivar de la sabiduría: Prov 22,20-21; Eclo 39,4; 20,27; 21,15; Job 29,7-10.21-23 Sobre la fama de Salomón como juez: 1 Re 3,28.

8,13 "Inmortalidad": según el contexto del libro, 1,15; 4,2; 6,18-19. "Recuerdo": véase
Eclo 15,6; 24,33; 39,9.
8,15 Los triunfos militares se los atribuye la tradición a David, mientras que Salomón
figura como rey pacífico. En la ficción de nuestro capítulo Salomón está echando cálculos para su futura carrera, y es tarea real dirigir al pueblo en la guerra; véase 1 Sm 8,20.

8,16 Véanse algunos refranes irónicos sobre la mujer que irrita al marido: Prov 19, 13; 21,9.19; Eclo 26,27.

CORINTIOS.

14Es que el amor del Mesías no nos deja escapatoria, cuando pensamos que uno murió por todos; 15con eso, todos y cada uno han muerto; es decir, murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí mismos, sino para el que murió y resucitó por ellos.
           16Por consiguiente, nosotros ya no apreciamos a nadie por la apariencia y, aunque una vez valoramos al Mesías por la apariencia, ahora ya no. 17Por consiguiente, donde hay un cristiano, hay humanidad nueva; lo viejo ha pasado; mirad, existe algo nuevo.
18Y todo eso es obra de Dios, que nos reconcilió consigo a través del Mesías y nos encomendó el servicio de la reconciliación; 19quiero decir que Dios, mediante el Mesías, estaba reconciliando el mundo consigo, cancelando la deuda de los delitos humanos, y poniendo en nuestras manos el mensaje de la reconciliación. 20Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios exhortara por nuestro medio. Por Cristo os lo pido, dejaos reconciliar con Dios. 21Al que no tenía que ver con el pecado, por nosotros lo cargó con el pecado, para que nosotros, por su medio, obtuviéramos la rehabilitación de Dios.


EXPLICACIÓN.

La experiencia del amor de Jesús, que dio la vida por él (cf. Gál 2,20), no le permite más conducta que la del amor, y éste no es una apariencia. El propósito y el resultado de la muerte de Jesús Mesías fue que los hombres renunciaran al egoísmo; deben estar centrados en Jesús, que les demostró y les sigue demostrando su amor (14-15).

                 No hay que juzgar, por tanto por la apariencia ni con criterios mundanos. Lo que cuenta es la nueva humanidad (cf. Rom 8,19; Gál 6,15), la pertenencia a un orden nuevo (Is 43,18) (16-17).

La nueva relación con Dios se inaugura con una reconciliación (cf. Rom 5,11), por iniciativa de Dios mismo, hecha por medio del Mesías. Pablo usa el plural, como asociando la comunidad de Corinto a esta obra de reconciliación de la humanidad con Dios. De hecho, el pasaje mira más a los no creyentes que a una comunidad formada (18-20). La imagen de v.21 puesta estar inspirada en el culto sacrificial judío; Jesús muerto en la cruz, de quien mana el Espíritu, ha hecho caducar todos los ritos con que el hombre pretendía liberarse de sus pecados. Pablo quiere ponderar el amor de Dios por la humanidad, que para lograr la reconciliación no escatimó a su propio Hijo (Rom 8,31).

SALMO. 67,2-5.7-8.

(Nm 6,22-27)
2Dios tenga piedad y nos bendiga,
muéstrenos su rostro radiante, 3para que conozca la tierra tus caminos,
todas las naciones tu salvación. 4iQue te den gracias los pueblos, oh Dios,
que todos los pueblos te den gracias!
5Que lo celebren jubilosas las naciones
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra.
7La tierra ha dado su cosecha: nos bendice Dios, nuestro Dios.
8Nos bendice Dios: Que lo respeten
todos los confines del orbe.

EXPLICACIÓN.
 
67 Bendición en forma imprecatoria. Es como un comentario o variación ampliada de la bendición canónica que se lee en Nm 6,24-26. Lo que allí pronunciaban los sacerdotes aarónidas, aquí se democratiza en un plural colectivo "nos". Lo que allí era estrictamente israelita, aquí se universaliza. Es legítimo sospechar que un copista ha omitido el estribillo al final de la tercera estrofa.  

67,2 Todo parte de la "piedad" de Dios: actitud y acto gratuito que al hombre le es sugerido invocar. El "bendecir" de Dios es bienhacer, porque diciendo hace. La humanidad comienza con una bendición: Gn 1 ,28. Un "rostro" benévolo irradia luz: Prov 16,15; EcI 8,1.

67,3 Los "caminos" son el modo de actuar.
 
67,4 Estribillo de estilo hímnico.

67,5 El gobierno de Dios es justo, como cantan los salmos 96 y 98.
 
67,7 La bendición equivale a la lluvia que fertiliza la tierra. Aunque dice "nuestro Dios", no pronuncia el nombre de Yhwh.

Transposición cristiana.
 
Tratándose de bendición, es obligado citar el comienzo de la carta a los Efesios.

EVANGELIO. Lucas 9,1-6.

1 Convocó a los Doce y les dio fuerza y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.
2 Luego los envió a proclamar el reinado de Dios y a curar a los enfermos,
3 diciéndoles:
- No cojáis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero, ni llevéis cada uno dos túnicas.
4 Quedaos en la casa en que os alojéis hasta que os vayáis de aquel lugar.
5 Y en caso de que no os reciban, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, como prueba contra ellos.
6 Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la buena noticia y curando en todas partes.

EXPLICACIÓN.

E'. Misión del Israel mesiánico. 1-6. Fuerza, con la que ha curado Jesús (5,17; 6,19; 8,46), la del Espíritu (4,14); autoridad, también del Espíritu (4,32.36). Doble aspecto de la misión (2): proclamar y curar. La expulsión de demonios, unida a la proclamación (cf. 4,36). Instrucciones: no llevar nada: el bastón (3), como arma defensiva, impropio del discípulo (6,29); no preocuparse por el sustento (12,22ss); dos túnicas, propio de gente acomodada (6,20). No ser exigentes (quedarse en la misma casa) (4). Se sacudía el polvo de las sandalias al volver a Israel desde una tierra pagana; aquí, cualquier lugar que no acepte a los discípulos rechaza al verdadero Dios (5).

Lc no señala que ejercieran la "autoridad sobre los demonios" que Jesús les había conferido (cf. 9,1) y puntualiza que "fueron de aldea en aldea" (6, reductos nacionalistas), en lugar de ir por los "pueblos/ciudades" (cf. v.5 y 10,8ss).

31 DE DICIEMBRE

Primera  Lectura de la 1ª carta de san Juan 2,18-21: 18Hijos, es un momento decisivo. ¿No oísteis que iba a venir un anticristo? Pues mirad ...