jueves, 17 de junio de 2021

7 DE JULIO

 Primera Lectura: Génesis 41,55-57; 42,5-7.17-24.

4155Llegó el hambre a todo Egipto, y el pueblo reclamaba pan al Faraón; el Faraón decía a los egipcios:
-Dirigíos a José y haced lo que él os diga.
56 La carestía cubrió todo el país. José abrió los graneros y vendió grano a los egipcios, mientras el hambre arreciaba en Egipto.
57 Todo el mundo venía a Egipto, a comprar grano a José, pues el hambre arreciaba en todas partes.
425Los hijos de Israel llegaron en medio de otros viajeros a comprar grano, porque se pasaba hambre en el país cananeo.
6En el país mandaba José, él vendía el grano a todo el mundo; así que los hermanos de José llegaron y se postraron ante él rostro en tierra. 7Al ver a sus hermanos, José los reconoció, pero disimuló y les habló con dureza:
-¿De dónde venís?
Contestaron:
-De Canaán, a comprar alimentos.
17Y los hizo encarcelar por tres días. 18Al tercer día les dijo José:
-Haced lo siguiente y quedaréis con vida; que yo respeto a Dios. 19Si sois gente honrada, uno de los hermanos quedará aquí encarcelado y los demás iréis a llevar grano a vuestras familias hambrientas.
20Pero me traeréis a vuestro hermano menor. Así probaréis que habéis dicho la verdad y no moriréis.
Ellos accedieron. 21Y se decían:
-Estamos pagando el delito contra nuestro hermano: cuando lo veíamos suplicarnos angustiado y no le hicimos caso. Ahora nos toca a nosotros estar angustiados.
22Les respondió Rubén:
-¿No os decía yo que no pecaseis contra vuestro hermano? Pero no me hicisteis caso. Ahora nos piden cuentas de su sangre.
23No sabías que José los entendía, porque había usado un intérprete.
24Él se retiró y lloró; después volvió a hablarles. Escogió a Simeón y lo hizo encadenar en su presencia.

Explicación.

41,55-57 Hasta aquí se ha ido desarrollando la reivindicación y ascenso de José; en adelante se pondrá al servicio de una misión más ancha. Muy pronto comienza a ser una figura internacional.

42,6 Comienzan a cumplirse los sueños: los hermanos "se postran2 como "siervos" (37,9s).

42,7 Empieza el juego de ignorancia y reconocimiento. José cuenta con ellos; ellos no cuentan con José, tienen bloqueado el mecanismo del reconocimiento. José actúa como guiado por un designio que se irá ejecutando en pasos calculados. Su factor principal es someter a los hermanos a la prueba, hasta que demuestren que son realmente hermanos.

42,18-20 Cambio de táctica. El visir aduce su sentido religioso, "respeto a Dios": de ahí la decisión ética de no condenar a todos sin pruebas. Pero la cuestión sigue siendo de vida o muerte: vivir no es de momento cuestión de alimentos, sino de probar la verdad de cuanto han dicho.

42,18 Éx 2,17.

42,21-22 Las palabras de José han sido una llamada tácita a la hermandad. Ha usado como catalizador a Benjamín sin pronunciar su nombre. Empiezan ellos a recapacitar y descubren que actúa una especie de ley del talión: por la "angustia" de José desoída, nos sucede esta "angustia" concreta, en la esfera de la hermandad. Ahora han enfilado el camino de la conversión, conduciendo la tribulación presente a su verdadera causa pretérita. Rubén se disocia de la culpa, no de la pena. Es Dios quien "pide cuentas" de la sangre, de un delito viejo y olvidado.

42,23-24 La referencia al intérprete es un refinamiento narrativo (que no existe en los relatos de Abrahán). El llanto privado de José sirve para explicitar el factor emotivo y para desdoblar al personaje en lo que finge y lo que siente, y el dolor de representar un papel ficticio e ingrato. Encadenar a Simón en presencia de todos es calculadamente cruel (se esperaría que le tocase a Rubén). Ellos son testigos impotentes, no insensibles.

Salmo: 33,2-3.10-11.18-19.

2 Dad gracias al Señor con la cítara,
tañed para él el arpa de diez cuerdas.
3 Cantadle un cántico nuevo
acompañad los vítores con bordones.
10 El Señor anula el proyecto de las naciones
y frustra los planes de los pueblos;
11 pero el proyecto del Señor se cumple siempre,
sus planes generación tras generación.
18 Mira: el ojo del Señor sobre sus fieles,
que esperan en su misericordia,
19 para librar su vida de la muerte
y mantenerlos en tiempo de hambre.

Explicación.

33,1-3 y 20-22 Forman el marco. De alguna manera el comienzo mira al pasado para cantarlo, el final queda a la expectativa del futuro. Los invitados son al principio los hombres rectos y honrados, no toda la comunidad. Al final entra la primera persona, como respondiendo a la invitación inicial, o como impresionados por el contenido del himno. Un "canto nuevo" puede sugerir la ocasión nueva o el tema o la melodía; la fórmula se vuelve convencional: Sal 40,4; 96,1; 144,9; 149,1.

33,3 Sal 149,1.

33,10-11 De las palabras y obras sube al plan o proyecto; del orden cósmico se baja al plano humano de la historia. La antítesis tiene un ejemplo concreto en los versos 16-17. El hombre proyecta en Dios su modo de proyectar: Is 55,8s; Prov 19,21. La acción creadora es instantánea: "lo dijo y existió"; el plan humano abarca las "generaciones" humanas.

Dios, que enseña al hombre a planear razonablemente (Prov 20,18), ¿se complace en hacerlo fracasar? ¿Para mostrar su superioridad? (cfr. el desarrollo irónico de Job 12,14-25). La respuesta ya la ha dado el v.5: "ama la justicia".

33,18-19 El destino del pueblo escogido es un sistema de contrastes. A la derrota militar no se opone la victoria militar de Israel, sino la intervención del Señor. A la mirada universal escrutadora, la mirada protectora. Todo lo domina la "misericordia", que alcanza el límite último de la vida y la muerte.

33,19 También el rey de Israel puede fracasar en sus planes, si ésos no respetan el designio del Señor. En tiempo de guerra y en tiempo de hambre lo importante es "confiar" en el Señor, cuyo "designio" es "conservar la vida": Gn 50,20. Por eso al final del salmo se impone la "esperanza" y "confianza" en la "misericordia" del Señor.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Podemos fijarnos en la escena de Getsemaní: en la oración de Jesús para aceptar el designio del Padre; en el intento armado de un discípulo contra el plan de Dios. En el prólogo de Juan, 1,3 se cita o se alude a los versos 6.9 del Salmo. 

Evangelio: Mateo 10,1-7.

   1 Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y curar todo achaque y enfermedad.
                   2 Los nombres de los doce apóstoles son éstos: en primer lugar, Simón, el llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago Zebedeo y su hermano Juan;
3 Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el recaudador, Santiago Alfeo y Tadeo,
4 Simón el fanático y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
5 A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
                   - No toméis el camino de los paganos ni entréis en ciudad de samaritanos;
6 mejor es que vayáis a las ovejas descarriadas de Israel. 
7 Por el camino proclamad que está cerca el reinado de Dios,

EXPLICACIÓN.

No hay en Mt institución de los Doce; representan al nuevo Israel, a todos los que han aceptado el programa de Jesús (5,3-10). Los capacita para vencer las resistencias al mensaje (10,1, espíritus inmundos). Las enfermedades, en relación con las ideologías contrarias al plan de Dios. Doce nombres: (2-4): no se explica el origen del sobrenombre "Pedro" (cf. 4,18). La lista incluye a Mateo, el recaudador (9,9): los pecadores y paganos se integran en el Israel mesiánico. La mayoría no han sido nombrados antes ni lo serán  después: representan al pueblo anónimo que da su adhesión a Jesús. Simón el fanático, nacionalista exaltado, como Simón Pedro (8,14s). Judas Iscariote volverá a aparecer en la Pasión al traicionar a Jesús (26,14.25.47; 27,3). 

Envío de "los Doce", es decir, del Israel mesiánico, que representa a todos los discípulos. Por el momento, misión limitada a Israel (26,13; 28,19; misión universal). Predicación igual a la de Jesús (4,17). Proclamación escueta de la buena noticia (4,17), acompañada de toda clase de señales (8,16; 9,35; 9,18-26; 8,2-4; 9,32s): liberar a los israelitas de las doctrinas que los tienen postrados y privados de vida.

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