domingo, 31 de octubre de 2021

12 DE NOVIEMBRE

 2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

PRIMERA LECTURA. Sabiduría 13,1-9.

LA IDOLATRÍA

Fascinados por la hermosura del universo

1Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios,
y fueron incapaces de conocer al que es
partiendo de las cosas buenas que están a la vista,
y no reconocieron al artífice fijándose en sus obras,
2sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve,
a las órbitas astrales, al agua impetuosa,
a las lumbreras celestes, regidoras del mundo.
3Si, fascinados por su hermosura, los creyeron dioses,
sepan cuánto los aventaja su Dueño,
pues los creó el autor de la belleza;
4y si los asombró su poder y actividad,
calculen cuánto más poderoso es quien los hizo;
5pues, por la magnitud y belleza de las criaturas,
se descubre por analogía al que les dio el ser.
6Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara,
pues tal vez andan extraviados
buscando a Dios y queriéndolo encontrar;
7en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran,
y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven.
8pero ni siquiera éstos son perdonables,
9porque si lograron saber tanto
que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos,
¿cómo no encontraron antes a su Dueño? 

Explicación.

13-15 Podemos considerar estos capítulos como una parte cuarta del libro, rompiendo como cuña la tercera. Estos tres capítulos tienen una enseñanza muy importante y una función peculiar en la arquitectura del libro. 

Para entenderla recordemos la gran oposición de Prov 9 entre dos personificaciones, Sabiduría y Necedad. Nuestro autor ha dedicado una sección entera a la Sabiduría (6-10), ¿dónde está la contrapartida? Leamos el siguiente esquema:

Los poderosos
necesitan la sabiduría
para practicar la justicia
porque rendirán cuentas
Los hombres
que practican la idolatría
caen en la injusticia los vicios
rendirán cuentas

El lugar de la necedad lo ocupa la idolatría. Idolatría e ídolos se intercambian como se completaban la sabiduría trascendente y la participada por los hombres.

a) La idolatría es una necedad. Lo hemos leído expresamente en 12,23-25 y lo repite en 15,5.14. Por contraste, la fabricación de ídolos deforma una sabiduría divina o humana aplicada a las criaturas 13,1-14,9. La veneración de los ídolos se describe con ironía, haciendo comprender su falta de sentido: 13,17-19; 14,1.15. Se añaden los sinónimos o parientes de necedad, como ignorancia, extravío.

b) La idolatría -sentir mal de Dios- es fuente de injusticia y de otros vicios: 14,27; concuerda con 1,1.

c) El análisis de la idolatría se realiza con una serie de correspondencias con los capítulos sobre la sabiduría, si bien en un orden diverso, impuesto por el tema:

Origen de la (S)abiduría y de la (I)dolatría 7,25-26 y 14,13-15.21.

Poder de la S e impotencia de los I 7,23.27 Y 13,17-19; 14,31; 15,15. Duración de la S y de los I 9,9 y 14,13. Aportaciones de la S, 6,24; 8,7; 7,8-12; 8,5-18 y de la I 14,22-31. La S se ofrece, 6,12-16, el I se impone 14,16 20. La S enamora, 8,2; el I apasiona15,5. Oración por la S, 7,7; 9, a1 I 13, 17-19; 14,1. La S da el verdadero conocimiento del mundo, 7,17-21. La I, conocimiento frustrado del mundo, 13,1-5. La S principio de incorrupción, 6,19. La I principio de corrupción, 14,12.

d) Como la vida era central en 1-5, la muerte es tema casi obsesivo en estos capítulos. El fabricante de ídolos es hombre mortal que pretende hacer dioses (15 8-11.16- 17). Pero los ídolos con criaturas muertas (13,10; 14,15; 15,5.17); sin vida (13,17; 14, 29); sin aliento (15,5). Si parecen tener cierta existencia, les llegará el fin (14,14).

Tres adjetivos articulan esta parte: "vanos" (13,1), "desgraciados" (13,10), "los más necios" (15,14). El segundo se refiere a: ídolos de madera, en casa (13,11-19) y en el mar (14,1-8), e ídolos de barro (15,7-13). En medio, el origen, el padre o el soberano (14,15s.17-21), y las consecuencias (14,12-21.22-29)

Abundan las referencias a la filosofía griega difusa en la época, y a la tradición bíblica, hasta lograr una síntesis sugestiva.

13,1-9 La primera forma de extravío religioso es el culto de seres o elementos de la creación. El autor reconoce una serie de valores en el proceso: la contemplación de la naturaleza, la estima y admiración; el error es no haber trascendido razonando la realidad valiosa de esos seres. Los seres se reparten en los tres elementos: aire, agua y fuego (falta la tierra). Las cualidades seleccionadas son bien griegas: la belleza, la potencia y el acto, la analogía. Este fragmento se suele comparar con el discurso de Pablo en el Areópago (Hch 17,22-31).

13,1 "Vanos": adjetivo de estirpe bíblica, Isaías se lo atribuye a los fabricantes de ídolos (44,9), Jeremías a ídolos e idólatras, (Jr 2,5; 10,14-15). "El que es": versión griega del nombre divino YHWH. "Artífice": la sabiduría en 7,21 y 8,6.

13,2 Si el verso recoge enseñanzas estoicas, el "viento" podría ser el "espíritu" o "aliento" del cosmos, el "agua" sería el océano cósmico; las "lumbreras": Gn 1,16.

13,3 La atención particular a la belleza tiene sabor más bien griego, mezclado con reminiscencias hebreas.

13,4 Ya desde Aristóteles era común hablar de poderes y actividad, potencia y acto, con la bina griega que usa el autor.

13,5 El autor parece usar el término "por analogía" sin el rigor que adquirirá más tarde en escuelas filosóficas. Podríamos hablar de proporción de correlaciones Es un proceso racional de causalidad y eminencia sin mucho precisar. Véase Rom 1,20.

13,6-7 La actitud del autor es comprensiva e indulgente en la escala de deformaciones religiosas que va a presentar; pero introducirá una distinción entre creaturas de Dios fascinadoras y repulsivas, entre astros y bichos. Diverso es el "buscar" de los hebreos: Is 55,6.

13,9 Véase 7,17. "Averiguar", según terminología estoica, es conjeturar o deducir; el "principio del cosmos" parece ser el principio de cohesión del universo divinizado. Gran proeza remontarse intelectualmente hasta ese principio, ¿por qué no continuaron remontándose?

SALMO. 19,2-5.

2 Los cielos proclaman la gloria de Dios,
pregona el firmamento la actividad de sus manos.
3 Un día le pasa el mensaje a otro día,
una noche le informa a otra noche.
4 Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que so oiga su voz,
5 a toda la tierra alcanza su discurso,
a los confines del orbe su lenguaje.

Explicación.

LECTURA UNITARIA. El cielo revela al hombre el orden y la alabanza: el orden como hecho ontológico. La alabanza como interpretación de lenguaje. La creación interpela al hombre invitándolo a la alabanza y la obediencia. El hombre podría abrirse al lenguaje de la creación y elevar la voz como liturgo del cosmos. Pero falla, y entonces Dios hace palabra su voluntad para ordenar al hombre. Vista así, la ley es razonable y deseable, valiosa y sabrosa; el hombre se siente atraído por ella y canta su alabanza. Pero vuelve a fallar, y su fallo es más grave. Es que la ley manda sin dar fuerzas, divide al hombre, le revela su impotencia. El hombre descubre su limitación radical y un poder que lo avasalla. Sentida dolorosamente su incapacidad, el hombre se vuelve a Dios pidiendo auxilio; y así la ley, mediatamente, encamina al hombre a su liberación. Dios solo puede devolver al hombre inocencia e integridad. Entonces el hombre puede entonar la alabanza, dando lenguaje formal al discurso inarticulado de los cielos, y esperando que Dios la acepte.

19,2-5a Primera sección. Ex abrupto introduce el poeta a sus colosales personajes, ocupados en hablar. Cielos y firmamento representan espacios personificados. La tierra es el lugar donde el público escucha. Días y noches son tiempos personificados, repartidos en dos filas, sin contigüedad: día y noche no se hablan.

¿Cómo hablan esos personajes? Se acumulan términos del campo semántico del lenguaje. Es un lenguaje peculiar: no tiene palabras o lexemas, dbrym; no tiene sentencias o sintagmas, ´mr; ni siquiera tiene fonemas qwl. Sin embargo se propaga a todas partes y es inteligible: lenguaje universal anterior y superior a la confusión babélica. Su tema es la gloria (cfr. Is 6,3) y la acción o actividad.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de Pablo. 

EVANGELIO. Lucas 17,26-37.

26 Lo que pasó en los días de Noé pasará también en los del Hombre:
27 comían, bebían y se casaban ellos y ellas, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.
28 Lo mismo sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y construían;
29 pero el día que Lot salió de Sodoma llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.
30 Así sucederá el día que el Hombre se manifieste.
31 Aquel día, quién esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje por ellas; y quien esté en el campo, lo mismo, que no se vuelva para atrás.
32 Acordaos de la mujer de Lot.
33 El que trate de poner su vida al seguro, la perderá; en cambio, el que la pierda la conservará.
34 Esto os digo: Aquella noche estarán dos en una cama; a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán;
35 estarán dos moliendo juntas; a una se la llevarán y a la otra la dejarán.
36
37 Entonces le preguntaron:
- ¿Dónde será, Señor?
Él les contestó:
- Allí donde esté el cuerpo, se reunirán los buitres.

EXPLICACIÓN.

Pensarán que el rechazo no ha tenido consecuencias, pero, de pronto, la situación se hará catastrófica. Así sucedió tanto en tiempo de Noé (26s) como en tiempo de Lot (28s); el paralelo con estos dos casos proverbiales hace resaltar la impiedad y la corrupción del sistema judío. También el día del Hombre, la destrucción de Jerusalén y del templo, se revelará como un desastre tremendo, consecuencia de las malas opciones (30).

Única salida, la fuga (31s; cf. 21,21). La más estrecha compañía, en el reposo o en el trabajo, no asegura la misma suerte para los hombres; ser o no aceptado depende únicamente de la opción que haya hecho cada uno. La opción por Jesús, única seguridad (33-35). Los mejores mss. omiten el v.36, tomado de Mt 24,40.

Respuesta enigmática (37): el punto de reunión de los buitres revelará dónde está la carroña (Job 39,27-30). Nueva alusión a la guerra contra Jerusalén y a la destrucción de la ciudad. Los buitres/águilas pueden aludir a las águilas romanas. El verbo reunirse se usa en los LXX oara indicar la reunión de los ejércitos paganos que destruyen a Israel (Miq 4,11; Hab 2,5; Zac 12,3; 14,2). 

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Efesios 4,1-7.11-13

1En consecuencia, un favor os pido, yo, el prisionero por el Señor: Que viváis a la altura del llamamiento que habéis recibido; 2sed de los más humilde y sencillo, se pacientes y conllevaos unos a otros con amor. 3Esforzaos por mantener la unidad que crea el Espíritu, escuchándola con la paz. 4Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es también la esperanza que os abrió su llamamiento; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y un Padre de todos, que está sobre todos, entre todos y en todos.
              7Pero cada uno hemos recibido el don en la medida en que el Mesías nos lo dio. 
 11Y así, fue él quien dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, 12con el fin de equipar a los consagrados para la tarea del servicio, para construir el cuerpo del Mesías, 13hasta que todos sin excepción alcancemos la unidad que es fruto de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, la edad adulta, el desarrollo que corresponde al complemento del Mesías.

Explicación.

 El tema de la unidad, expuesto anteriormente, lleva a la exhortación. La unidad es fruto del Espíritu y exigencia ineludible del llamamiento cristiano. La actitud de humildad y amor paciente es esencial, para impedir que la unidad sea destruida por los defectos ordinarios (2-3). Motivos profundos de la unidad (4-5); sobre todos, gr. epi pántôn, cf. Rom 9,5; entre todos, gr. dia pántôn, expresa una relación con todo el cuerpo de la comunidad, a través de la cual se difunden el influjo y la fuerza de Dios; en todos, gr. en pâsin, más individual, indica la habitación de Dios en cada uno (6).

             Pasa de la relación con la comunidad como un todo a la relación con los individuos. La unidad no significa uniformidad; es dinámica, fruto de la colaboración de todos en la tarea común, cada uno con el don que ha recibido (7).

 Los dones miran a la construcción de la nueva comunidad humana, el cuerpo/pueblo del Mesías. Apóstoles no designa a los Doce, sino a todos los que tienen el carisma de fundar comunidades y educarlas en la fe; profetas, los que, inspirados por el Espíritu, transmiten a la comunidad mensajes del Señor; evangelistas, predicadores itinerantes; pastores, responsables que cuidad de la comunidad (cf. 1 Pe 2,25, de Jesús); maestros, los que proponen y explican el mensaje de Jesús. Unidad, madurez, desarrollo pleno, cuya meta es la condición de Jesús Mesías (11-13). 

Salmo.1,1-4.6

(Jr 17,5-8; Prov 4,10-19)

1. Dichoso el hombre que no camina aconsejado por los malvados
y en el camino de pecadores no se detiene
y en la sesión de los cínicos no toma asiento;
2. sino que su tarea es la ley del Señor
y medita su ley día y noche.
3. Será como un árbol plantado junto a acequias,
que da fruto en su sazón
y su follaje no se marchita.
Cuanto hace prospera.
4. No así los malvados
serán como tamo que arrebata el viento.
6. Porque el Señor se ocupa
del camino de los justos,
pero el camino de los malvados se extravía.

Explicación.

1. Es como un pórtico colocado cuando se completan las colecciones de salmos. Comienza con la primera letra del alfabeto hebreo , y recibe al orante anunciando una “bienaventuranza”, ofrecida a quien se aparta del mal, de los malos, y… “practica el bien”; el autor contrapone otra actividad. Por medio de la “meditación” asimilar la tôrâ, o ley, o voluntad divina hecha palabra y ya codificada. Del mundo sapiencial salta el autor tardío a la Ley. Ésta es como un caudal perenne de aguas, que se comunica por la meditación y confiere al hombre una vitalidad vegetal inmarcesible (Sal 92,13s), éxito en sus empresas. Mientras que los malos son sequedad, esterilidad, presa del viento. La elección y conducta libre y responsable del hombre revelará su valor en el desenlace definitivo, en un juicio escatológico. Hay que notar las dos asimetrías: malvados / meditador, el Señor se ocupa / el camino se extravía. Paralelos en Jos; Sal 37,31;40; Jr 17, 5-8.

1,1 Hay veintiséis bienaventuranzas o felicitaciones en el salterio, ocho en Proverbios. Apunta un proceso en tres tiempos: caminar, detenerse, sentarse. Los “cínicos” se burlan de los buenos y de sus valores: Prov 3,34; 21,24; 24,9…

1,2 Sobre la meditación en el salterio: 35,28; 37,30; 49,4; 63,7; 71,24; desborda la simple recitación.

1,4 La comparación del tamo es tópica: p. ej. Is 17,13; 29,5; 41,15s; Job 21,18.

Para una transposición cristiana hay que partir de la declaración de Jesús: “Yo soy el camino”. A la meditación de la ley sucede la de los misterios de la vida.

Evangelio. Juan 17,20-26

20. Pero no te ruego solamente por éstos, sino también por los que a través de su mensaje me den su adhesión:
21. que sean todos uno –como tú, Padre, estás identificado conmigo y yo contigo-, para que también ellos lo estén con nosotros, y así el mundo crea que tú me enviaste.
22. Yo, por mi parte, la gloria que tú me has dado se la he dado a ellos, para que sean uno como nosotros somos uno
23 – yo identificado con ellos y tú conmigo-, para que queden realizados alcanzando la unidad, y así conozca el mundo que tú me enviaste y que les has demostrado a ellos tu amor como me lo has demostrado a mí.
24. Padre, quiero que también ellos –eso que me has entregado- estén conmigo donde yo estoy, para que contemplen mi propia gloria, la que tú me has dado, porque me has amado antes que existiera el mundo.
25. Padre justo, el mundo no te ha reconocido; yo, en cambio, te he reconocido, y éstos han reconocido que tú me enviaste.
26. Ya les he dado a conocer tu persona, pero aún se la daré a conocer, para que ese amor con el que tú me has amado esté en ellos y así esté yo identificado con ellos.

EXPLICACIÓN.

Oración por la comunidad del futuro (20-23). Jesús ensancha el horizonte de su comunidad a épocas sucesivas (20). Está seguro de que su obra continuará. El llamado mensaje del Padre (6.7) y mensaje de Jesús (14,23), lo es también de los discípulos. No es para ellos una doctrina aprendida ni han de proponerlo como algo a lo que están obligados; no se puede proponer el amor si no se vive; se comunica como experiencia y convicción propia. El mensaje produce la adhesión a Jesús, punto de referencia para todos los tiempos. El mensaje no es una teoría sobre el amor, sino la formulación de la vida y muerte de Jesús.

La petición de Jesús es la unidad (21), expresión y prueba del amor, distintivo de la comunidad; su modelo es la unidad que existe entre Jesús y el Padre, y es condición para la unión con ellos. Quienes no aman no pueden tener verdadero contacto con el Padre y Jesús. Se establece así la comunidad de Dios con los hombres; su presencia e irradiación desde la comunidad, a través de las obras que revelan su amor (9,4), será la prueba convincente de la misión divina de Jesús. No se convence con palabras, sino con hechos.

La gloria/amor del Padre (el Espíritu) que Jesús ha recibido (1,14) constituye al Hijo (1,32.34) uno con el Padre (10,30). La comunicación de la gloria (22) a los discípulos realiza en ellos la condición de hijos; la comunidad de Espíritu produce la unidad entre ellos y con Jesús y el Padre. La comunidad es el nuevo santuario. La realización plena del designio de Dios (23) depende de la existencia de la unidad, fruto del amor incondicional. Éste es el testimonio válido ante los hombres. Equivalencia entre gloria y amor del Padre. Los discípulos manifestarán a un Dios que es don de sí generoso y total (“Padre”).

IV. Conclusión (24-26). El término quiero (24) muestra la libertad del Hijo (13,3): su designio es el mismo del Padre. Estar con él (14,3) denota la condición de hijos. Contemplar su gloria equivale a experimentar su amor (1,14) y responder a él (1,16). Jesús ha realizado el proyecto de Dios (1,1; 17,5), que el Padre había concebido como expresión total de su amor, y cuya realización en Jesús preveía desde el principio.

Expone al Padre la diferencia entre el mundo que lo rechaza y él y los suyos (25), para que el Padre justo los honre (12,26). Resume Jesús el contenido de su oración (26). Alude a su actividad pasada (vv. 4.6) y afirma su propósito para el futuro (vv.1.5): manifestar el ser el Padre dando la vida. La cruz será la revelación plena y definitiva de la persona el Padre, manifestando todo el alcance de su amor.

Conocer al Padre a través de Jesús es la vida definitiva (v.3). Quiere que los discípulos sean iguales a él, que gocen del mismo amor del Padre que él ha gozado, para que su unión con ellos sea total.

SÍNTESIS.

El acontecimiento salvador es la muerte de Jesús, en la que el Hombre queda terminado (19,30) al actualizar plenamente su capacidad de amar, y que revela lo que es Dios mismo: amor total y gratuito al hombre (Padre).

Desde su plenitud, Jesús el Hombre-Dios, igual y uno con el Padre, puede comunicar la vida/amor que posee. El efecto de esa comunicación será doble: la unidad de los que participan de él, y su entrega a la difusión de ese amor/vida en el resto de la humanidad.
El amor produce en los hombres una calidad de vida que puede llamarse definitiva, pues no está sujeta a muerte. Esa vida se identifica con la condición de hijos de Dios, que nace de la experiencia del amor de Dios como Padre al experimentar en la propia persona la acción salvadora de Jesús.

El amor, que es don de sí, establece la relación interpersonal, que no se crea dando “cosas”, sino dándose uno mismo. En cualquier donación se ofrece la propia persona. De hecho, el bien del hombre no está en poseer “algo” sino a “alguien”, en poseer a Dios y a los demás. Pero esta posesión no se adquiere por conquista o compra, se recibe como don gratuito. Cada uno regala su vida a los otros, como el Padre, que es Espíritu/vida (4,24), da su Espíritu a Jesús (1,32), y Jesús se entrega y da su Espíritu a los hombres (10,11; 19,30). Cada uno es dueño de su vida, su máxima riqueza, para entregarla; de esa manera, todos tienen en común la riqueza de todos (17,10).

Se ve así el sentido del “servicio”. Es el don personal de todos a todos. No basta un servicio “objetivo” al hombre, sino uno que en lo objetivo lleve dentro el ofrecimiento de la persona. La existencia de la comunidad una es al mismo tiempo el origen y el término de la misión.

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