2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN
PRIMERA LECTURA. Romanos 4,13.16-18.
13Porque la promesa hecha a Abrahán y a su descendencia, de que su herencía sería el mundo, no suponía la observancia de la Ley, sino la rehabilitación obtenida por la fe.
16Ésa es la razón de que la promesa dependa de la fe, para que, siendo gratuita, esté segura para toda la descendencia; no sólo para la descendencia que sigue la Ley, sino también para la que sigue la fe de Abrahán. Que él es nuestro padre común, 17lo dice la Escritura: "Te he destinado a ser padre de todos los pueblos" (Gn 17,5).
Fue al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia a lo que no existe cuando creyó Abrahán. 18Esperar cuando no había esperanza fue la fe que lo hizo padre de todos los pueblos, conforme a lo que Dios le había dicho:"Así será tu descendencia" (Gn 15,5).
Explicación.
Si la promesa dependiese del cumplimiento de una Ley que nadie cumple sería ilusoria (13-15). Promesa gratuita. Abrahán, antepasado de todos los que se apoyan en la fe (Gn 17,5) (16-17a). Fe/confianza invencible de Abrahán. Poder de Dios creador de novedad, capaz de romper los determinismos que encadenan al hombre (17b-22).
SALMO. 105,6-9.42-43.
6iEstirpe de Abrahán, su siervo,
8 Y os digo que si uno, quienquiera que sea, se pronuncia por mí ante los hombres, también el Hombre se pronunciará por él ante los ángeles de Dios.
9 Pero si uno me niega ante los hombres, será negado él ante los ángeles de Dios.
10 A todo el que diga algo contra el Hombre, se le podrá perdonar; pero el que insulte al Espíritu Santo no tendrá perdón.
11 Y cuando os hagan comparecer en las sinagogas y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué os vais a defender o de lo que vais a decir;
12 porque lo que tenéis que decir os lo enseñará el Espíritu Santo en aquel mismo momento.
EXPLICACIÓN.
Desarrollo positivo: Exhorta a pronunciarse por él públicamente, exponiendo las consecuencias definitivas de la actitud valiente o cobarde. Los ángeles de Dios, perífrasis para designar a Dios mismo (8s). La opinión de cada uno sobre la realidad humana de Jesús (el Hombre) puede ser desfavorable, pero puede cambiar; pero la mala fe, que atribuye al Enemigo la liberación que lleva a cabo Jesús, llamando "Belcebú" al Espíritu Santo, se cierra a todo perdón (10). Confianza en medio de la persecución. Ayuda del Espíritu (11s). No defenderse: no reconocer legitimidad al tribunal; decir: la denuncia profética.
13Porque la promesa hecha a Abrahán y a su descendencia, de que su herencía sería el mundo, no suponía la observancia de la Ley, sino la rehabilitación obtenida por la fe.
16Ésa es la razón de que la promesa dependa de la fe, para que, siendo gratuita, esté segura para toda la descendencia; no sólo para la descendencia que sigue la Ley, sino también para la que sigue la fe de Abrahán. Que él es nuestro padre común, 17lo dice la Escritura: "Te he destinado a ser padre de todos los pueblos" (Gn 17,5).
Fue al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia a lo que no existe cuando creyó Abrahán. 18Esperar cuando no había esperanza fue la fe que lo hizo padre de todos los pueblos, conforme a lo que Dios le había dicho:"Así será tu descendencia" (Gn 15,5).
Explicación.
Si la promesa dependiese del cumplimiento de una Ley que nadie cumple sería ilusoria (13-15). Promesa gratuita. Abrahán, antepasado de todos los que se apoyan en la fe (Gn 17,5) (16-17a). Fe/confianza invencible de Abrahán. Poder de Dios creador de novedad, capaz de romper los determinismos que encadenan al hombre (17b-22).
SALMO. 105,6-9.42-43.
6iEstirpe de Abrahán, su siervo,
hijos de Jacob, su elegido!
7EI Señor es nuestro Dios
él gobierna toda la tierra.
8Se acuerda siempre de su alianza,
de la palabra dada, por mil generaciones.
9de la alianza sellada con Abrahán
9de la alianza sellada con Abrahán
y el juramento hecho a Isaac,
42Porque se acordaba de la palabra sagrada
que había dado a Abrahán, su siervo.
43Sacó a su pueblo con alegría,
43Sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con aclamaciones.
Explicación.
105,6 El paralelismo deja por ahora sitio a dos patriarcas: Is 41,8.
105,8-11
Planteamiento de la historia sucesiva. Se presenta la terna oficial de
los patriarcas. Citada en los relatos de vocación de Moisés (Ex 3,6;
6,2), de intercesión (Ex 32, 13) ; véanse también Lv 26,42; Jr 33,26.
Elabora un tejido poco diferenciado de verbos, "mandar, estipular,
confirmar", y complementos "alianza, palabra, juramento, decreto": todo
ello de duración perpetua. El contenido es escueto: "a ti te daré".
105,42 Incluso la palabra "alianza" se retira y cede todo el espacio a la promesa patriarcal.
105,43-44 Dos versos resumen la epopeya: salida gozosa y triunfal, entrada en la tierra para tomar posesión de ella.
Transposición cristiana.
El tema de la
promesa, contrapuesta a la ley, es fundamental en la teología de Pablo.
Para comenzar léanse Gal 3,16-18.26-29; Rom 4,16. La Iglesia debe
incorporar a su alabanza la historia de Israel, como parte de su
historia. Después puede añadir otras meditaciones de su historia.
EVANGELIO. Lucas 12,8-12.
8 Y os digo que si uno, quienquiera que sea, se pronuncia por mí ante los hombres, también el Hombre se pronunciará por él ante los ángeles de Dios.
9 Pero si uno me niega ante los hombres, será negado él ante los ángeles de Dios.
10 A todo el que diga algo contra el Hombre, se le podrá perdonar; pero el que insulte al Espíritu Santo no tendrá perdón.
11 Y cuando os hagan comparecer en las sinagogas y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué os vais a defender o de lo que vais a decir;
12 porque lo que tenéis que decir os lo enseñará el Espíritu Santo en aquel mismo momento.
EXPLICACIÓN.
Desarrollo positivo: Exhorta a pronunciarse por él públicamente, exponiendo las consecuencias definitivas de la actitud valiente o cobarde. Los ángeles de Dios, perífrasis para designar a Dios mismo (8s). La opinión de cada uno sobre la realidad humana de Jesús (el Hombre) puede ser desfavorable, pero puede cambiar; pero la mala fe, que atribuye al Enemigo la liberación que lleva a cabo Jesús, llamando "Belcebú" al Espíritu Santo, se cierra a todo perdón (10). Confianza en medio de la persecución. Ayuda del Espíritu (11s). No defenderse: no reconocer legitimidad al tribunal; decir: la denuncia profética.
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura: Efesios 3,14-19
14Por esta razón doblo las rodillas ante el Padre, 15el que da el
apellido a toda familia en cielo y tierra, y le pido que, 16mostrando su
inagotable esplendidez, os refuerce y robustezca interiormente con su
Espíritu, 17para que el Mesías se instale por la fe en lo íntimo de
vosotros y quedéis arraigados y cimentados en el amor; 18con eso seréis
capaces de comprender, en compañía de todos los consagrados, lo que es
anchura y largura, altura y profundidad, 19y de conocer lo que supera
todo conocimiento, el amor del Mesías, llenándoos de la plenitud total,
que es Dios.
Explicación.
Libre acceso al Padre (14); el que da el apellido etc., lit. "de
quien toda familia... tiene su nombre"; el nombre que un padre
transmite y que caracteriza a los de su familia es, en nuestro tiempo,
el apellido (15). No basta conocer, hace falta la experiencia del
Espíritu (16). Éste da una fuerza interior que capacita para prestar una
adhesión incondicional a Jesús, identificando con él y con su obra
salvadora (Mesías); de esta adhesión se deriva la entrega por
amor, que llega a constituir el fundamento de la existencia (17). Vivir
en el amor dilata sin medida el horizonte del hombre y da la experiencia
del inefable amor salvador de Jesús, que revela el ser mismo de Dios
(19).
Salmo: 23,1-6
Ez 34; Jn 10
1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sisoigan.
5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.
1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sisoigan.
5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.
Explicación.
23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.
La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".
La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.
La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.
Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.
23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.
23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.
23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.
23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.
23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.
23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.
La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".
La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.
La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.
Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.
23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.
23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.
23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.
23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.
23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.
Evangelio: Mateo 11,25-30
25 En aquella ocasión exclamó Jesús:
- Bendito seas, Padre, Señor del cielo y tierra, porque, si has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla;
26 sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien.
27 Mi Padre me lo ha entregado todo; al Hijo lo conoce sólo el Padre y al Padre lo conoce sólo el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
28 Acercaos a mí todos los que estáis rendidos y abrumados, que yo os daré respiro.
29 Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy sencillo y humilde: encontraréis vuestro respiro,
30 pues mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
EXPLICACIÓN.
25 - 30. Los intelectuales no entienden las obras del Mesías, pero sí el pueblo sencillo. Es la ausencia de todo interés torcido lo que permite discernir el plan de Dios. (11,19b). Los sabios y entendidos (Is 29,14): sus mezquinos intereses inutilizan su ciencia. Me lo ha entregado todo, cf. 1,23: "Dios con nosotros"; 3,17; "mi Hijo", La relación íntima entre Jesús y el Padre, por la comunidad de Espíritu (3,16); sólo conoce al Padre quien recibe el Espíritu de Jesús y experimenta el amor de Dios como Padre. El conocimiento de Dios a través del estudio de la Ley (sabios y entendidos) no es verdadero conocimiento. Se atribuye al Padre o a Jesús o que depende de la disposición del hombre (27). "Cansados y agobiados" por la enseñanza de los sabios y entendidos. Jesús es maestro, pero no domina (28). Yugo, las exigencias que se derivan de su mensaje. Para acercarse a Dios no hay que observar la Ley, basta con acercarse a Jesús.
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