2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
Primera Lectura. 1 Timoteo 2,1-8
1Según esto, lo primero que recomiendo es que se tengan súplicas y oraciones, peticiones y acciones de gracias por la humanidad entera, 2por los reyes y todos los que ocupan altos cargos, para que llevemos una vida tranquila y sosegada, con un máximo de piedad y decencia. 3Esto es cosa buena y agrada a Dios nuestro salvador, 4pues él quiere que todos los hombres se salven y lleguen a conocer la verdad.
5Porque no hay más que un Dios y no hay más que un mediador entre Dios y los hombres, un hombre, el Mesías Jesús, 6que se entregó en rescate por todos. Ese testimonio se dio a su debido tiempo 7y de él me han nombrado pregonero y apóstol -digo la verdad, no miento- para enseñar a los paganos la fe y la verdad.
8En cualquier lugar que sea, quiero que las oraciones las digan los hombres; que levanten manos inocentes, sin ira ni rencores.
Explicación.
La oración por los reyes puede interpretarse como dirigida a evitar la persecución o, más probablemente, como un reconocimiento de los beneficios (vida tranquila y sosegada) que se derivan de una buena administración del Estado. Ya los judíos ofrecían oraciones , en el templo, sacrificios, por el emperador. No hay categorías de hombres excluidas de la salvación (1-4).
Los antiguos mediadores han pasado, entre ellos, Moisés (cf. Gál 3,19). Un hombre... que se entregó, etc. (5b-6), traduce en lenguaje más griego (Mc 10,45; en rescate por todos, cf. Is 53,11s. Misión del apóstol (7).
Levantar las manos era gesto común en la oración, lo mismo entre judíos que entre paganos (8).
Salmo. 28,2.7-9
2 Escucha la voz de mi súplica
cuando te pido auxilio,
cuando tiendo las manos
hacia tu templo sagrado.
7 El Señor es mi fuerza y mi escudo:
en él confía mi corazón.
Me socorrió y mi corazón exulta
y le canta agradecido.
8 El Señor es mi fuerza
y baluarte salvador de su Ungido.
9 Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad,
apaciéntalos y llévalos por siempre.
Explicación.
28,2 El debir es el camarín o recinto último del templo, adonde accede una vez al año el sumo sacerdote. La fórmula resulta original y enfática.
28,7 Los títulos militares son aquí convencionales.
28,8 El recuerdo final del Ungido (rey) es semejante al del Sal 61.
28,9 Los títulos tradicionales se acumulan: pueblo, heredad, rebaño (implícito).
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
El grito de Cristo en la cruz, "¿por qué me has abandonado?" parece resonar dentro del silencio de Dios, por el cual Cristo inocente se asemeja a los pecadores que bajan a la fosa. Pero el corazón de Cristo confía en el Padre, y éste salva a su Ungido y por él a su pueblo.
Evangelio. Lucas 7,1-10
1 Cuando acabó todas las prescripciones que destinaba al pueblo, entró en Cafarnaún.
2 Cierto centurión tenía un siervo al que apreciaba mucho y que se encontraba mal, a punto de morir.
3 Oyendo hablar de Jesús, le envió unos notables judíos para rogarle que fuera a salvar a su siervo.
4 Se presentaron a Jesús y le suplicaron encarecidamente:
- Merece que se lo concedas,
5 porque quiere a nuestra nación y es él quien nos ha construido la sinagoga.
6 Jesús se fue con ellos. No estaba ya lejos de la casa cuando el centurión le mandó unos amigos a decirle:
- Señor, no te molestes, que yo no soy quién para que entres bajo mi techo.
7 Por eso tampoco me atreví a ir en persona; pero con una palabra tuya se curará mi criado.
8 Porque yo, que estoy bajo autoridad de otros, tengo soldados a mis órdenes, y si le digo a uno que se vaya, se va; o a otro que venga, viene; y si le digo a mi siervo que haga algo, lo hace.
9 Al oír esto, Jesús se quedó admirado y, volviéndose hacia la multitud que lo seguía, dijo:
- Os digo que ni siquiera en Israel he encontrado tanta fe.
10 Al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
EXPLICACIÓN.
Para el pueblo / el Israel histórico (cf. 6,17b), el contenido del discurso toma el puesto de la Ley (7,1).
C. Jesús y el paganismo. 2-10. En Lc, primer contacto de Jesús con los paganos. Cierto, personaje representativo; centurión, autoridad; siervo/esclavo, súbdito. La relación no es despótica (aprecio), pero el dueño no puede evitar la muerte (2). La situación descrita es ideal: la de una autoridad que se interesa por los males del pueblo sometido a ella y que busca una solución en Jesús. El paganismo cree que Israel debe ser su mediador (notables judíos) (3-5), como si no tuviera igual derecho a la salvación (cf. 5,17-26). Se prepara la figura de Cornelio (Hch 10,2.22.31).
Segunda embajada, un grupo de paganos (amigos) (6): el centurión no se encuentra directamente con Jesús: de hecho, será el mensaje de Jesús, proclamado después de su muerte, el que ofrezca solución a los males de la sociedad pagana. Mayor fe (9): ve en Jesús la autoridad de Dios mismo. Sentido teológico de la enfermedad: se encontraba mal (2) y sano (10) corresponden al dicho de 5,31: llamar a los pecadores a la enmienda; la llamada se extiende a los paganos a formar parte parte del Reino (Hch 10).
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura: Efesios 4,1-7.11-13.
1En consecuencia, un favor os pido, yo, el prisionero por el Señor: Que viváis a la altura del llamamiento que habéis recibido; 2sed de los más humilde y sencillo, se pacientes y conllevaos unos a otros con amor. 3Esforzaos por mantener la unidad que crea el Espíritu, escuchándola con la paz. 4Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es también la esperanza que os abrió su llamamiento; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y un Padre de todos, que está sobre todos, entre todos y en todos.
7Pero cada uno hemos recibido el don en la medida en que el Mesías nos lo dio.
11Y así, fue él quien dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, 12con el fin de equipar a los consagrados para la tarea del servicio, para construir el cuerpo del Mesías, 13hasta que todos sin excepción alcancemos la unidad que es fruto de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, la edad adulta, el desarrollo que corresponde al complemento del Mesías.
EXPLICACIÓN.
El tema de la unidad, expuesto anteriormente, lleva a la exhortación. La unidad es fruto del Espíritu y exigencia ineludible del llamamiento cristiano. La actitud de humildad y amor paciente es esencial, para impedir que la unidad sea destruida por los defectos ordinarios (2-3). Motivos profundos de la unidad (4-5); sobre todos, gr. epi pántôn, cf. Rom 9,5; entre todos, gr. dia pántôn, expresa una relación con todo el cuerpo de la comunidad, a través de la cual se difunden el influjo y la fuerza de Dios; en todos, gr. en pâsin, más individual, indica la habitación de Dios en cada uno (6).
Pasa de la relación con la comunidad como un todo a la relación con los individuos. La unidad no significa uniformidad; es dinámica, fruto de la colaboración de todos en la tarea común, cada uno con el don que ha recibido (7).
Los dones miran a la construcción de la nueva comunidad humana, el cuerpo/pueblo del Mesías. Apóstoles no designa a los Doce, sino a todos los que tienen el carisma de fundar comunidades y educarlas en la fe; profetas, los que, inspirados por el Espíritu, transmiten a la comunidad mensajes del Señor; evangelistas, predicadores itinerantes; pastores, responsables que cuidad de la comunidad (cf. 1 Pe 2,25, de Jesús); maestros, los que proponen y explican el mensaje de Jesús. Unidad, madurez, desarrollo pleno, cuya meta es la condición de Jesús Mesías (11-13).
Salmo: 40,2.4.7-11
2 Yo esperaba con ansia al Señor:
se inclinó a mí y escuchó mi grito.
4 Me puso en la boca un canto nuevo
de alabanza a nuestro Dios.
Muchos al verlo quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor.
7 Sacrificios y ofrendas no los quieres;
me has cavado oídos;
no pides holocaustos ni víctimas expiatorias.
8 Entonces yo digo: "aquí he venido".
En el texto del rollo se escribe de mí
9 que he de cumplir tu voluntad:
y yo lo quiero, Dios mío,
llevo tu instrucción en las entrañas.
10 He proclamado el derecho
a una asamblea numerosa.
No he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes.
11 No me he guardado en el pecho tu justicia,
he anunciado tu verdad y tu salvación,
no he negado tu lealtad y fidelidad
a la asamblea numerosa.
Explicación.
40,2 La forma enfática traduce la expectación, casi la impaciencia del aguardar.
40,4 "Poner en la boca" es fórmula de alcance profético: Dt 18,18; Jr 1,9; 5,14.
40,7-9 Es importante apreciar paralelismos y correlaciones. En esquema: sacrificios / holocaustos, oídos / escrito, vengo / quiero. El primero es un merismo que abarca el culto. El segundo sugiere un encargo oral y uno escrito. El tercero es correlativo del anterior y se articula en dos piezas complementarias: el acto de presentarse y la disponibilidad para ejecutarlo.
40,7 Los sacrificios se relativizan (Eclo 34,18-35,26). "Cavar los oídos" es metáfora única. La imagen parece fijarse en la hondura corporal que abre el oído hacia el interior del hombre: compárese con Is 50,4s.
40,8b-9 Lo que más interesa del texto es la asimilación del encargo y por implicación del tema. Lo que estaba en un "escrito", pasa a estar "en las entrañas"; el texto de la proclamación está amorosamente asimilado. Compárese con Ez 3,3.
40,10-11 La proclamación se enuncia en cuatro verbos y seis sustantivos. El insistir en formas negativas, el apelar al testimonio de Dios, hace sospechar algún riesgo en el encargo, como si algo grave indujera al silencio. El verbo positivo, "evangelizar", significa en la vida civil anunciar una buena noticia. Es típico del profeta del destierro, que también tropezaba con resistencia y hostilidad: Is 40,9; 41,27; 52,7 y 60,6; 61,1; Sal 96,2. El "derecho" recurre también en Is 41,2-10; 42,6.21; 45,19; 51,1.5.7. Los otros sustantivos, con posesivo "tu", pertenecen a una tradición ancha, también presente en el salterio.
Ahora imaginemos que ha comenzado la predicación, que provoca resistencia, oposición, persecución; el orante invoca el auxilio de quien le encomendó la tarea. Es lo que sigue en 12-18.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
La carta a los Hebreos recoge y comenta la parte central del salmo, según la versión griega de los LXX. En vez de "me cavaste oídos", dice "me aparejaste un cuerpo"; traduce "rollo" por "título". De este modo opone el autor a los sacrificios antiguos la entrega del Mesías. De aquí arranca el uso de los antiguos de poner todo el salmo en boca de Cristo y después en boca de la Iglesia.
Evangelio: Marcos 4,1-10.13-20 o Marcos 4,1-9
1De nuevo empezó a enseñar junto al mar. Se congregó alrededor de él una multitud grandísima; él entonces se subió a una barca y se quedó sentado, dentro del mar. Toda la multitud se quedó en la tierra, de cara al mar, 2y se puso a enseñarles muchas cosas con parábolas. En su enseñanza, les dijo:
3-¡Escuchad! Una vez salió el sembrador a sembrar. 4Sucedió que, en la siembra, algo cayó junto al camino; llegaron los pájaros y se lo comieron. 5Otra parte cayó en el terreno rocoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida, 6pero cuando salió el sol se abrasó y, por falta de raíz, se secó. 7Otra cayó entre las zarzas: brotaron las zarzas, la ahogaron, y no llegó a dar fruto. 8Otros granos cayeron en la tierra buena: a medida que brotaban y crecían fueron dando fruto, produciendo treinta por uno y sesenta por uno y ciento por uno.
9Yañadió:
-¡Quien tenga oídos para oír, que escuche!
Aparte de Jesús con sus seguidores (Mt 13,10-23; Lc 8,9-18)
10Cuando se quedó a solas, los que estaban en torno a él ) le preguntaron con los Doce la razón de usar parábolas.
13Les dijo además:
-¿No habéis entendido esa parábola? Entonces, ¿cómo vais a entender ninguna de las otras? 14El sembrador siembra el mensaje. Estos son «los de junto al camino»: aquellos donde se siembra el mensaje, pero, en cuanto lo escuchan llega Satanás y les quita el mensaje sembrado en ellos. 16Estos son «los que se siembran en terreno rocoso»: los que, cuando escuchan el mensaje en seguida lo aceptan con alegría, 17pero no echa raíces en ellos, son inconstantes: por eso, en cuanto surge una dificultad o persecución por el mensaje, fallan. 18Otros son «los que se siembran entre las zarzas»: éstos son los que escuchan el mensaje, 19pero las preocupaciones de este mundo la seducción de la riqueza y los deseos de todo lo demás van penetrando, ahogan el mensaje y se queda estéril. 20y ésos son «los que se han sembrado en la tierra buena»: los que siguen escuchando el mensaje, lo van haciendo suyo y van produciendo fruto: treinta por uno y sesenta por uno y ciento por uno.
Explicación.
(4,1-9): Jesús no se acobarda ante la oposición oficial y vuelve a enseñar en público. El mar, paso a los pueblos paganos (cf. 1,16; 2,13; 3,7a). Mientras enseña a un grupo, se acerca una gran multitud, necesariamente de descontentos con el sistema, con el que Jesús ha roto públicamente, pero penetrada aún por la ideología del judaísmo (se congregó, cf. 1,33). Jesús interrumpe su enseñanza, sube a una barca (no suya) y comienza de nuevo a enseñar, pero de otra manera, como había hablado a los letrados (3,23: comparaciones/parábolas). Tiene así en cuenta la ideología de la multitud, que ve en él un caudillo para su lucha contra el sistema injusto y capaz de liberar a Israel de la opresión.
Comenzar por una exposición abierta del mensaje, basado en la entrega personal y en la constitución de una sociedad nueva y universal, la alejaría para siempre. La asimilación, si se produce, ha de ser lenta. La exhortación inicial: Escuchad (3), recuerda la llamada a Israel de Dt 6,4. El sembrador representa a Jesús.
Aparte de Jesús con sus seguidores. Aparecen los dos grupos: a) los Doce (= Israel mesiánico, cf. 3,13-19) Y b) los que estaban en torno a él (los seguidores no israelitas, cf. 3,32.34).
Estos últimos se unen a los Doce para preguntar a Jesús el motivo de hablar en parábolas. Piensan que el mensaje es accesible a la multitud; no ven diferencia entre ellos y la gente (10).
No han entendido la parábola, porque no se esperaban que Jesús hablase de disposiciones interiores, sino de acción exterior (13). Los cuatro terrenos son cuatro disposiciones del hombre ante el mensaje:
- No lo deja penetrar (cf. 10,46ss) (Satanás, la ideología/ambición de poder lo neutraliza y no deja huella).
- Lo acepta superficialmente, sin compromiso serio (cf. 14,27-31).
- No renuncia a la ambición de dinero (cf. 10,26).
- Lo hace propio y da fruto (14-20).
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