PRIMERA LECTURA. Romanos 1,1-7.
1Pablo, siervo del Mesías Jesús, apóstol por llamamiento divino, escogido para anunciar la buena noticia de Dios.
Esta buena noticia, 2prometida ya por sus Profetas en las Escrituras santas, 3se refiere a su Hijo que, por línea carnal, nació de la estirpe de David y, por línea de Espíritu santificador, 4fue constituido hijo de Dios en plena fuerza a partir de su resurrección de la muerte: Jesús, Mesías, Señor nuestro.
5A través de él hemos recibido el don de ser apóstol, para que en todos los pueblos haya una respuesta de fe en honor de su nombre. 6A ellos pertenecéis también vosotros, llamados por Jesús el Mesías.
7A todos los predilectos de Dios que estáis en Roma, llamados y consagrados, os deseo el favor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor, Jesús Mesías.
EXPLICACIÓN.
1-7. Saludo. En el saludo propiamente dicho (1,1-7) intercala Pablo una profesión de fe cristológica (2-4) y su presentación como apóstol de los paganos (5-6). En v.1 se describe como siervo y apóstol. La denominación siervo pertenece al vocabulario semítico tradicional para describir la relación del hombre con la divinidad (pero cf. Jn 15,15). Añade su título particular de apóstol, enviado. No es apóstol por propia iniciativa, sino escogido por Dios, quien le ha confiado el anuncio de la buena noticia. El mensaje de un apóstol ha de ser la palabra de Dios, no la propia, la buena noticia de la liberación efectuada por Jesús.
La profesión de fe (2-4) desarrolla la expresión la buena noticia (el evangelio) de Dios. No menciona la muerte de Jesús, esencial para Pablo; se acerca a la teología de Hch 2,22-36. Parece un pequeño credo tradicional, admitido y probablemente conocido por los de Roma. Continuidad de la historia de la salvación (2): el Mesías corona el AT (3); su ascendencia lo radica en el antiguo Israel. Nuevo estado a partir de la resurrección: Hijo de Dios con plena fuerza, la del Espíritu, en contraste con la debilidad de la herencia humana. Santificador: El Hijo de Dios es ahora dador del Espíritu, que crea la humanidad nueva (4).
Presentación de Pablo (5-6). El llamamiento a ser apóstol le vino de Dios a través de Jesús, destinándolo a una misión especial, distinta de la de los Doce (Gál 2,9). Insinúa su derecho a escribir a los romanos, iglesia de territorio y mayoría paganos.
Una respuesta de fe (5): Los términos griegos hupakouô, hupakoê (nunca correlativo deentolê, "mandamiento") significan "responder, respuesta" a una interpelación. Su matiz dependerá de la calidad de ésta: si la interpelación es una orden, la respuesta será obediencia; si es una invitación, será aceptación. La fe no es respuesta a una orden, sino a una invitación o llamamiento (8,30; 9,24); no se trata, pues, de obediencia. Nótese la falta de artículos en el texto.
Continúa el saludo (7). No llama a los romanos "iglesia" (cf. 1 Cor 1,2; 2 Cor 1,1; Gál 1,2; 1 Tes 1,1; 2 Tes 1,1). Consagrados ("santo" en sentido pasivo: los cristianos han sido "santificados/consagrados" por el Espíritu); en Éx 19,6 se dice de Israel como nación consagrada a Dios. Predilección de Dios por los que responden con la fe; éstos, por el Espíritu que han recibido, tienen la experiencia de Dios como Padre.
SALMO. 98,1-4.
(Sal 96; Is 40-55)
Esta buena noticia, 2prometida ya por sus Profetas en las Escrituras santas, 3se refiere a su Hijo que, por línea carnal, nació de la estirpe de David y, por línea de Espíritu santificador, 4fue constituido hijo de Dios en plena fuerza a partir de su resurrección de la muerte: Jesús, Mesías, Señor nuestro.
5A través de él hemos recibido el don de ser apóstol, para que en todos los pueblos haya una respuesta de fe en honor de su nombre. 6A ellos pertenecéis también vosotros, llamados por Jesús el Mesías.
7A todos los predilectos de Dios que estáis en Roma, llamados y consagrados, os deseo el favor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor, Jesús Mesías.
EXPLICACIÓN.
1-7. Saludo. En el saludo propiamente dicho (1,1-7) intercala Pablo una profesión de fe cristológica (2-4) y su presentación como apóstol de los paganos (5-6). En v.1 se describe como siervo y apóstol. La denominación siervo pertenece al vocabulario semítico tradicional para describir la relación del hombre con la divinidad (pero cf. Jn 15,15). Añade su título particular de apóstol, enviado. No es apóstol por propia iniciativa, sino escogido por Dios, quien le ha confiado el anuncio de la buena noticia. El mensaje de un apóstol ha de ser la palabra de Dios, no la propia, la buena noticia de la liberación efectuada por Jesús.
La profesión de fe (2-4) desarrolla la expresión la buena noticia (el evangelio) de Dios. No menciona la muerte de Jesús, esencial para Pablo; se acerca a la teología de Hch 2,22-36. Parece un pequeño credo tradicional, admitido y probablemente conocido por los de Roma. Continuidad de la historia de la salvación (2): el Mesías corona el AT (3); su ascendencia lo radica en el antiguo Israel. Nuevo estado a partir de la resurrección: Hijo de Dios con plena fuerza, la del Espíritu, en contraste con la debilidad de la herencia humana. Santificador: El Hijo de Dios es ahora dador del Espíritu, que crea la humanidad nueva (4).
Presentación de Pablo (5-6). El llamamiento a ser apóstol le vino de Dios a través de Jesús, destinándolo a una misión especial, distinta de la de los Doce (Gál 2,9). Insinúa su derecho a escribir a los romanos, iglesia de territorio y mayoría paganos.
Una respuesta de fe (5): Los términos griegos hupakouô, hupakoê (nunca correlativo deentolê, "mandamiento") significan "responder, respuesta" a una interpelación. Su matiz dependerá de la calidad de ésta: si la interpelación es una orden, la respuesta será obediencia; si es una invitación, será aceptación. La fe no es respuesta a una orden, sino a una invitación o llamamiento (8,30; 9,24); no se trata, pues, de obediencia. Nótese la falta de artículos en el texto.
Continúa el saludo (7). No llama a los romanos "iglesia" (cf. 1 Cor 1,2; 2 Cor 1,1; Gál 1,2; 1 Tes 1,1; 2 Tes 1,1). Consagrados ("santo" en sentido pasivo: los cristianos han sido "santificados/consagrados" por el Espíritu); en Éx 19,6 se dice de Israel como nación consagrada a Dios. Predilección de Dios por los que responden con la fe; éstos, por el Espíritu que han recibido, tienen la experiencia de Dios como Padre.
SALMO. 98,1-4.
(Sal 96; Is 40-55)
1Cantad al Señor un cántico nuevo
porque ha hecho maravillas;
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
2EI Señor da a conocer su victoria,
revela su justicia a la vista de los pueblos.
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
para la Casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
la victoria de nuestro Dios.
4Vitorea al Señor, tierra entera,
gritad, aclamad, tañed:
Explicación.
98,1 Ap 5,9; 14,3.
98,1-3 Notamos
una "victoria" singular y "maravillas" plurales. La explicación está en
el "recuerdo" del Señor, el cual ha sido coherente con su modo de
proceder, ha mantenido su "lealtad". La acción ha sido a favor de Israel
y "justa", la manifestación es universal: Israel es escenario de la
actuación de Dios.
98,4-6 En la
música instrumental y vocal reconoce el salmista un acto superior de
alabanza. La vocal exalta la palabra, intensifica la expresión; la
instrumental templa y acuerda los sonidos naturales.
Transposición cristiana.
El tema del "venir" se realiza en el "adviento", en el Mesías "que ha de venir"; doble adviento, histórico y escatológico; ambos celebrados en nuestro adviento litúrgico. El segundo tema es el reinado, dominante en el NT: universal y justo. Al "cántico nuevo" se refiere Ap 5,9s.
ÚNICA SEÑAL: SU MENSAJE.
29 Las multitudes se apiñaban a su alrededor, y él se puso a decir:
- Esta generación es una generación perversa. Pide una señal, y señal no se le dará excepto la señal de Jonás.
30 Porque, igual que Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, así va a serlo también el Hombre para esta generación.
31 En el juicio, la reina del Sur se pondrá en pie para carearse con esta generación y hará que la condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y hay más que Salomón aquí.
32 En el juicio, los habitantes de Nínive se alzarán a carearse con esta generación y harán que la condenen, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás, y hay más que Jonás aquí.
Explicación.
29-32. Responde a los que exigían una señal (11,16), y no han reconocido
"el dedo/la fuerza" de Dios en la obra liberadora de Jesús (cf.
11,20). Esta generación, la del
Mesías, infiel como la del éxodo (cf. 7,31; 9,41). Como en tiempo de
Jonás, necesitan la enmienda para evitar la destrucción, y a ella los
invita Jesús (5,32; Jon 3) (29-32). De nuevo los paganos dan ejemplo
(cf. 10,13-15) (30). Más que Salomón (31), por ser el Mesías; su sabiduría es el mensaje que expresa el designio de Dios (7,30.35); más que Jonás (32), porque no sólo exhorta a la enmienda, sino que anuncia y realiza el reinado de Dios.
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