PRIMERA LECTURA. Hechos 18,1-8.
1 Después de aquello, abandonó Atenas y fue a Corinto.
2 Encontró a cierto judío de nombre
Áquila, natural de Ponto, que había llegado hacía poco de Italia con su
mujer Priscila, por haber decretado Claudio que todos los judíos
abandonasen Roma, y se juntó con ellos.
3 Como ejercía el mismo oficio, se quedó a trabajar en su casa. (Eran tejedores de lona).
4 Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y a griegos.
5 Pero cuando bajaron de Macedonia
tanto Silas como Timoteo, se consagró por entero a la predicación,
sosteniendo ante los judíos que Jesús era el Mesías.
6 Como éstos se cerraban en banda y lo insultaban, Pablo se sacudió la ropa y les dijo:
- Vosotros sois responsables de lo que os ocurra, yo no tengo culpa. En adelante me voy con los paganos.
7 Se marchó de
allí y fue a casa de un tal Ticio Justo, adicto al judaísmo, cuya casa
estaba al lado de la sinagoga.
8 Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó
en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios que
escuchaban, creían y se bautizaban.
Explicación.
Tras el fracaso en Atenas Pablo se
marcha a Corinto (1). Deseoso de subsanar a su modo las deficiencias que
habían hecho fracasar su misión, se junta a una comunidad judía,
representada por el matrimonio judío (no se dice que sean creyentes)
formado por Áquila ("cierto judío") y Priscila, que habían abandonado a
su vez, si bien forzados, la capital del imperio (2); se queda a
trabajar en casa de ellos (3).
Sigue
discutiendo en la sinagoga con judíos y simpatizantes (4). La rec. occ.
deja entrever la doble táctica empleada: "Acudía a la sinagoga todos los
sábados para discutir, a la par que establecía que Jesús es el Señor,
tratando así de convencer no sólo a los judíos sino también a los
griegos".
La presencia del
grupo judaizante constituido por Silas y Timoteo lo mueve a consagrarse
exclusivamente a los judíos (5). A pesar de "la profusión de razones y
pruebas escriturísticas", según reza la rec. occ. lo rechazan de plano;
esto lleva a Pablo a romper con ellos y a proclamar de nuevo (cf. 13,46)
que de ahora en adelante se va con los paganos, después de rechazar
toda responsabilidad en las consecuencias que podrían derivarse de este
hecho para el pueblo judío (6).
Sin embargo, no va
muy lejos en su propósito: encuentra eco en los paganos simpatizantes
con el judaísmo y sus instituciones (7). Fruto de esa predicación
ambigua son la conversión del jefe de la sinagoga, por un lado, y de
muchos corintios, por otro (8). Lc precisa también aquí que "se
bautizaban", como en otras ocasiones de esta segunda fase de la misión
(cf. 16,15.33).
SALMO. 98,1-4.
(Sal 96; Is 40-55)
1Cantad al Señor un cántico nuevo
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
2EI Señor da a conocer su victoria,
revela su justicia a la vista de los pueblos.
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
para la Casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
4Vitorea al Señor, tierra entera,
gritad, aclamad, tañed:
Explicación.
98,1 Ap 5,9; 14,3.
98,1-3 Notamos
una "victoria" singular y "maravillas" plurales. La explicación está en
el "recuerdo" del Señor, el cual ha sido coherente con su modo de
proceder, ha mantenido su "lealtad". La acción ha sido a favor de Israel
y "justa", la manifestación es universal: Israel es escenario de la
actuación de Dios.
98,4-6 En la
música instrumental y vocal reconoce el salmista un acto superior de
alabanza. La vocal exalta la palabra, intensifica la expresión; la
instrumental templa y acuerda los sonidos naturales.
Transposición cristiana.
El tema del
"venir" se realiza en el "adviento", en el Mesías "que ha de venir";
doble adviento, histórico y escatológico; ambos celebrados en nuestro
adviento litúrgico. El segundo tema es el reinado, dominante en el NT:
universal y justo. Al "cántico nuevo" se refiere Ap 5,9s.
EVANGELIO. Juan 16,16-20.
Ausencia y presencia de Jesús
(Jn 16,16-23a)
16. – Dentro de poco dejaréis de verme, pero un poco más tarde me veréis aparecer.
17. Comentaron entonces algunos de sus discípulos:
- ¿Qué significa eso que nos
dice: “Dentro de poco dejaréis de verme, pero un poco más tarde me
veréis aparecer”?, ¿y eso de: “Me marcho con el Padre”?
18. Y se preguntaban:
- ¿Qué significa ese “Dentro de poco”? No sabemos de qué habla.
19. Notó Jesús que querían preguntarle, y les dijo:
-¿Estáis discutiendo porque he dicho: “Dentro de poco dejaréis de verme, pero un poco más tarde me veréis aparecer”?
20. Pues sí, os aseguro que
vosotros lloraréis y os lamentaréis; el mundo, en cambio, se alegrará.
Vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se convertirá en
alegría.
Explicación.
Jesús recoge la frase de 14,19 (16).
La comunidad, sujeta a las vicisitudes de la historia y,
ocasionalmente, a la persecución, experimentará momentos de cercanía y
de lejanía de Jesús, de los que serán prototipo la ausencia causada por
su muerte y su presencia vuelto a la vida. Cada grupo tendrá momentos
difíciles, en los que le parezca quedar desamparado; pero, a cada prueba
exterior sucederá, sin mucho intervalo, una nueva presencia de Jesús.
El ciclo de Jesús (muerte-resurrección) se convierte en ciclo de la
comunidad.
El comentario de algunos discípulos
(17) revela que no han comprendido lo que significa la ausencia de
Jesús. Se subraya mucho su desconcierto, porque la frase se repite
cuatro veces (16.17.18.19). Siguen pensando, como Tomás (14,5), que la
muerte es el final de todo. La insistencia en el Dentro de poco (18) y
la imagen sucesiva de la mujer que da a luz colocan las palabras de
Jesús sobre el trasfondo de Is 26,14-21.
Jesús repite la frase textualmente
(19), como para inculcarla bien a los suyos. Para describir el dolor de
los discípulos y la violencia de la prueba usa Jesús los dos verbos
clásicos para expresar el luto por un muerto (20: lloraréis y os
lamentaréis). Contraste con el mundo, cuya alegría refleja la
satisfacción por su aparente victoria. Inmediatamente, sin embargo,
anuncia el cambio de situación (vuestra tristeza se convertirá en
alegría), gracias a su nueva presencia (16).
SÍNTESIS.
En el discurso de Jesús aparecen dos
planos superpuestos en relación con el tema muerte-fecundidad. En
primer lugar, se refiere a su propia muerte, que producirá tristeza,
pero no duradera; su fruto será el nacimiento del hombre nuevo a su
estado definitivo. En segundo lugar, lo que sucede con Jesús es ley para
todos. La comunidad tiene que ser fecunda y, por tanto, conocerá sus
momentos de dolor/muerte, tanto a nivel individual como de grupo. Así
seguirá naciendo el Hombre. No se interrumpe, sin embargo, la alegría,
que nace de la presencia de Jesús y del fruto que nace.
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