PRIMERA LECTURA. Hechos 6,8-15.
8 Esteban, lleno de gracia y de fuerza, realizaba grandes prodigios y señales en medio del pueblo.
9 Entonces, algunos de la sinagoga llamada de los Libertos, con algunos de Cirene y de Alejandría y otros oriundos de Cilicia y de Asia, se pusieron a discutir con Esteban,
10 pero no lograban hacer frente al saber y al Espíritu con que hablaba.
11 Sobornaron entonces a algunos para que dijeran: "Le hemos oído pronunciar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios".
12 Alborotaron tanto al pueblo como a los senadores y los letrados, lo agarraron por sorpresa y lo condujeron al Consejo,
13 presentando testigos falsos que decían:
- Este individuo no para de hablar contra el lugar santo y la Ley.
14 Le hemos oído decir que ese Jesús, el Nazoreo, destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos transmitió Moisés.
15 Todos los miembros del Consejo fijaron la vista en él y vieron su rostro como el rostro de un ángel.
EXPLICACIÓN.
8 - 15. En contraste con la situación pacífica de la iglesia de Jerusalén aparece la figura de Esteban, portavoz del grupo helenista, cuya actividad se describe en los mismos términos que la de los apóstoles (8, cf. 5,12), y la reacción airada de las sinagogas formadas por judíos de la diáspora (9).
Se cumple a la letra la promesa de Jesús (10, cf. Lc 21,15, comp. con Hch 4,14). La rec. Occ. precisa todavía: "pues sus argumentos eran rebatidos por él con toda valentía" (cf. 4,29, com v.31). La profecía es irrefutable, por eso recurren al falso testimonio; la rec. occ. sigue insistiendo en la total incapacidad de los adversarios para hacerle frente: "No pudiendo, pues, hacer frente a la verdad, sobornaron, etc." (11). Esta primera acusación no tiene ningún viso de legalidad. Como en el caso de Jesús, consiguen poner al pueblo en contra de Esteban (Lc 23,13.18-23) y también a una parte de los miembros del Consejo (12).
Ante el Consejo echan mano de falsos testigos, como habían hecho con Jesús (Mc 14,57s); acusan a Esteban de atentar contra los dos pilares del judaísmo: el templo y la Ley (13). Aducen una presunta predicción de Jesús recordada por Esteban (14; cf. Mc 14,58). La acusación responde sólo en parte a la verdad de los hechos; Jesús no había afirmado que él personalmente iba a destruir el templo. Los miembros del Consejo se dan cuenta de que Esteban es un testigo calificado, acreditado por Dios ante ellos como un mensajero fiel y veraz (15). Se anticipa el carácter profético de la denuncia que éste pronunciará (subrayado por la rec. occ.: "como el rostro de un ángel que estuviera de pie en medio de ellos").
SALMO. 119,23-24.26-27.29-30.
30He escogido el camino seguro
disponiendo tus mandamientos.
EVANGELIO. Juan 6,22-29.
El nuevo maná: Jesús el pan de vida. (6,22-40)
22.Al día siguiente, la multitud que se había quedado al otro lado del mar se dio cuenta de que allí no había habido más que un bote y que no había entrado Jesús con sus discípulos en aquella barca, sino que sus discípulos se habían marchado solos.
23. Llegaron a Tiberíades otros botes cerca del lugar donde habían comido el pan, cuando el Señor pronunció la acción de gracias.
24. Así, al ver la gente que Jesús no estaba allí ni sus discípulos tampoco, se montaron ellos en los botes y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
25. Lo encontraron al otro lado del mar y le preguntaron:
-Maestro, ¿desde cuándo estás aquí?
26. Les contestó Jesús:
-Sí, os lo aseguro. No me buscáis por haber visto señales, sino por haber comido pan hasta saciaros.
27. Trabajad, no por el alimento que se acaba, sino por el alimento que dura dando vida definitiva, el que os va a dar el Hombre, pues a éste el Padre, Dios, lo ha marcado con su sello.
28. Le preguntaron:
-¿Qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?
29. Respondió Jesús:
-Éste es el trabajo que Dios quiere, que prestéis adhesión al que él ha enviado.
Explicación.
Comienza la explicación del episodio de los panes. Los que habían comido acuden a Jesús, deseosos de continuar en una situación que les aseguraba el sustento sin esfuerzo propio (22,24).
9 Entonces, algunos de la sinagoga llamada de los Libertos, con algunos de Cirene y de Alejandría y otros oriundos de Cilicia y de Asia, se pusieron a discutir con Esteban,
10 pero no lograban hacer frente al saber y al Espíritu con que hablaba.
11 Sobornaron entonces a algunos para que dijeran: "Le hemos oído pronunciar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios".
12 Alborotaron tanto al pueblo como a los senadores y los letrados, lo agarraron por sorpresa y lo condujeron al Consejo,
13 presentando testigos falsos que decían:
- Este individuo no para de hablar contra el lugar santo y la Ley.
14 Le hemos oído decir que ese Jesús, el Nazoreo, destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos transmitió Moisés.
15 Todos los miembros del Consejo fijaron la vista en él y vieron su rostro como el rostro de un ángel.
EXPLICACIÓN.
8 - 15. En contraste con la situación pacífica de la iglesia de Jerusalén aparece la figura de Esteban, portavoz del grupo helenista, cuya actividad se describe en los mismos términos que la de los apóstoles (8, cf. 5,12), y la reacción airada de las sinagogas formadas por judíos de la diáspora (9).
Se cumple a la letra la promesa de Jesús (10, cf. Lc 21,15, comp. con Hch 4,14). La rec. Occ. precisa todavía: "pues sus argumentos eran rebatidos por él con toda valentía" (cf. 4,29, com v.31). La profecía es irrefutable, por eso recurren al falso testimonio; la rec. occ. sigue insistiendo en la total incapacidad de los adversarios para hacerle frente: "No pudiendo, pues, hacer frente a la verdad, sobornaron, etc." (11). Esta primera acusación no tiene ningún viso de legalidad. Como en el caso de Jesús, consiguen poner al pueblo en contra de Esteban (Lc 23,13.18-23) y también a una parte de los miembros del Consejo (12).
Ante el Consejo echan mano de falsos testigos, como habían hecho con Jesús (Mc 14,57s); acusan a Esteban de atentar contra los dos pilares del judaísmo: el templo y la Ley (13). Aducen una presunta predicción de Jesús recordada por Esteban (14; cf. Mc 14,58). La acusación responde sólo en parte a la verdad de los hechos; Jesús no había afirmado que él personalmente iba a destruir el templo. Los miembros del Consejo se dan cuenta de que Esteban es un testigo calificado, acreditado por Dios ante ellos como un mensajero fiel y veraz (15). Se anticipa el carácter profético de la denuncia que éste pronunciará (subrayado por la rec. occ.: "como el rostro de un ángel que estuviera de pie en medio de ellos").
SALMO. 119,23-24.26-27.29-30.
23Aunque
unos nobles se sienten a criticarme,
tu siervo medita tus órdenes.
tu siervo medita tus órdenes.
24También
tus preceptos son mi delicia,
son mis
consejeros.
26Te conté
mis andanzas y me respondiste:
en sé ñame tus estatutos.
en sé ñame tus estatutos.
27Instrúyeme
en la dirección de tus decretos,
y meditaré tus maravillas.
y meditaré tus maravillas.
29 Aparta
de mí el camino falso
y dame
la gracia de tu voluntad. 30He escogido el camino seguro
disponiendo tus mandamientos.
Explicación.
119,17
-24 Disminuyen los enunciados y se adensa la súplica. El orante es "siervo":
súbdito de un señor, vasallo de un soberano. Asoma un grupo hostil, que turba
la placidez monótona: son "arrogantes", "nobles" o autoridades,
que "murmuran" contra el orante cubriéndolo de "ultrajes" y
desprecios. La expresión corriente "no me ocultes tu rostro" se
convierte en "no me ocultes tus mandamientos". Al final los "decretos"
se personifican para actuar como consejeros: carácter no coercitivo de la ley
25-32.
119,25-32
"Pegado al polvo" es estar a la muerte (Sal 44,26); el Señor lo hará "revivir".
Dt suele decir "pegado I adherido a Dios"; aquí se adhiere a
los preceptos. Contar a Dios nuestras andanzas o "caminos" es una bella
forma de oración: Dios tiene paciencia para escuchar. "Confórtame": otra
función atractiva de la ley.
Transposición
cristiana.
Muchos
títulos, símbolos o privilegios atribuidos en el judaísmo a la tora son
atribuidos en el NT a Jesucristo: luz, agua de la roca, camino, etc. Por tanto,
donde leemos ley o mandato podemos pensar en Jesús como Mesías. Como los
relatos del Pentateuco son también tora, así y mucho más lo es la vida
de Cristo. La
lectura se facilita usando la clave del "camino". Jesús se lo apropia
como norma de conducta y vía de acceso al Padre, al cual añade los de verdad y
vida, también presentes en el salmo. Con su conducta y enseñanza nos enseña
"el camino auténtico de la vida". EVANGELIO. Juan 6,22-29.
El nuevo maná: Jesús el pan de vida. (6,22-40)
22.Al día siguiente, la multitud que se había quedado al otro lado del mar se dio cuenta de que allí no había habido más que un bote y que no había entrado Jesús con sus discípulos en aquella barca, sino que sus discípulos se habían marchado solos.
23. Llegaron a Tiberíades otros botes cerca del lugar donde habían comido el pan, cuando el Señor pronunció la acción de gracias.
24. Así, al ver la gente que Jesús no estaba allí ni sus discípulos tampoco, se montaron ellos en los botes y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
25. Lo encontraron al otro lado del mar y le preguntaron:
-Maestro, ¿desde cuándo estás aquí?
26. Les contestó Jesús:
-Sí, os lo aseguro. No me buscáis por haber visto señales, sino por haber comido pan hasta saciaros.
27. Trabajad, no por el alimento que se acaba, sino por el alimento que dura dando vida definitiva, el que os va a dar el Hombre, pues a éste el Padre, Dios, lo ha marcado con su sello.
28. Le preguntaron:
-¿Qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?
29. Respondió Jesús:
-Éste es el trabajo que Dios quiere, que prestéis adhesión al que él ha enviado.
Explicación.
Comienza la explicación del episodio de los panes. Los que habían comido acuden a Jesús, deseosos de continuar en una situación que les aseguraba el sustento sin esfuerzo propio (22,24).
Explicación de Jesús: Han sido los beneficiarios del amor de Dios, expresado a través de Jesús y los suyos, pero ellos recuerdan sólo la satisfacción del hambre; por eso buscan a Jesús (25-26). El don del pan era una invitación a la generosidad; no era solamente donación de algo (el pan), expresaba la donación de la persona. Al retener solamente el aspecto material, la satisfacción de la propia necesidad, la han vaciado de su contenido y no han respondido al amor.
Aviso (27): No basta encontrar solución a la necesidad material; hay que aspirar a la plenitud humana, y esto requiere colaboración del hombre (Trabajad). Han limitado su horizonte: el alimento que se acaba (el pan) da sólo una vida que perece; el que no se acaba (el amor), da vida definitiva. El pan ha de ser expresión del amor. Ellos ven el pan sin comprender el amor, y en Jesús ven al hombre, sin descubrir el Espíritu. Jesús, el Hombre portador del Espíritu (sellado por el Padre). Creen que Dios va a prescribir algún mandamiento u observancia; no conocen el amor gratuito (28). Lo único necesario es la adhesión a Jesús (29).
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