lunes, 15 de febrero de 2021

28 DE ABRIL

 2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Hechos 12,24--13,5

12  24 El mensaje de Dios iba cundiendo y se propagaba.
25 Bernabé y Saulo, cumplido su servicio, regresaron de Jerusalén llevándose con ellos a Juan, el llamado Marcos.
13                1 Había en Antioquía, según el uso de la comunidad local, profetas y maestros, a saber, Bernabé, Simeón apodado el Negro y Lucio el Cireneo, así como Manaén, que se había criado con el tetrarca Herodes, y Saulo.
2 Estaban ellos dando culto al Señor y ayunando, cuando les urgió el Espíritu Santo:
                        - Apartadme a Bernabé y Saulo para la obra a que los tengo llamados.
                        3 Entonces, después de ayunar y de orar imponiéndoles las manos, los despidieron.

4 Así pues, enviados por el Espíritu Santo, bajaron ellos a Seleucia y de allí zarparon para Chipre.
5 Llegados a Salamina, se pusieron a anunciar el mensaje de Dios en las sinagogas judías, aunque tenían a Juan como garante del mensaje. 

EXPLICACIÓN.

                    24s. En paralelo con la presentación de los dos grandes protagonistas del Ev., Lc pone un colofón al término de la presentación de las dos grandes comunidades protagonistas de Hechos: crecimiento de la comunidad judeocreyente (6,7; cf. Lc 1,80), crecimiento de la comunidad cristiana (12,24; cf. Lc 2,40). El mensaje de Dios "crece y se multiplica" (lit.), sin fronteras (24: comp 6,7).
                   La mención de Bernabé y Saulo (25) enlaza con 11,30; una vez cumplido el encargo de entregar la colecta a los responsables de la iglesia judeocreyente, "regresan de Jerusalén" (en sentido sacral, marcando distanciamiento; la lectura "a Jerusalén" de una parte de los testigos del texto ordinario no hace sentido). Juan "Marcos" ha cumplido ya su función de mostrar a Pedro dónde se encontraba la verdadera  comunidad; a partir de ahora deberá desempeñar una nueva función, la de garante del mensaje en la misión; su presencia/ausencia servirá para que el lector discierna por sí mismo si la misión discurre o no por los derroteros señalados por el Espíritu.  

  Segunda parte de Hechos (13,1-28,31): En correspondencia con el Ev. (Lc 3-24), Lc consagra la segunda parte de Hch, a narrar las vicisitudes de la misión hasta alcanzar el objetivo fijado por Jesús (1,8).

                   La misión se desarrolla en cuatro fases. La primera comprende los territorios de Chipre, Psidia, Licaonia y Panfilia (13,1-14,28). Sigue la convocatoria de la asamblea de Jerusalén para dilucidar el estatuto de los cristianos de origen pagano (15,1-41). La segunda fase abarca las provincias de Macedonia y Grecia (16,1-18.23). La tercera se concentra en la provincia de Asia (18,24-19,20). Entre la tercera y la cuarta se produce una dilación de la misión, motivada por la decisión de Pablo de subir a Jerusalén (19,21-21,26) y por su procesamiento en Jerusalén y Cesarea (21,27-26,32). La cuarta fase empieza en el momento en que Pablo se embarca para Roma y queda abierta al futuro (27,1-28,31).

                  Tradicionalmente se ha reducido el contenido de esta segunda parte a los viajes misioneros de Pablo; modernamente se insiste, además, en el paralelismo entre los procesos de Pablo y Jesús; se trata, en realidad, de la misión de la iglesia "cristiana" de Antioquía, descrita en paralelo con la de Jesús Mesías/"Cristo", llevada a cabo por Bernabé y Saulo en representación de la comunidad. La misión encontrará gravísimos obstáculos en su camino, pero éstos, a diferencia de los que encontró Jesús, obedecerán en gran parte a problemas de índole personal de los propios misioneros. Esto no obstante, la misión se extenderá por los cuatro puntos cardinales (cuatro fases) del Imperio romano.

                  Primera fase de la misión: Chipre, Psidia, Liaconia y Panfilia (13,1-14,28): Comprende la investidura de los futuros misioneros (13,1-3), la prueba (13,4-12), el discurso programático de Pablo y su primer fracaso con los judíos (13,13-52), la actividad programática de la comunidad misionera (14,1-7), acompañada de la curación del lisiado (14,8-20a) y del epílogo de la primera fase de la misión (14,20b-28).

                   1 - 3.  La segunda parte de Hch, da comienzo con una comprobación singular: la organización de la comunidad de Antioquía ha cristalizado en un grupo mixto de profetas (Bernabé, Simeón y Lucio) y de maestros (Manaén y Saulo). El número cinco dice relación con la madurez que confiere el Espíritu (cf. 4,4). En los nombres propios y sobrenombres se observa también un mestizaje de pueblos, culturas y posición social: Simeón (nombre arameo)/Negro (sobrenombre latino); Lucio (nombre latino)/Cireneo (vse. lo dicho en 11,20); Manaén, educado con Herodes (1).

                 El Espíritu Santo interrumpe la celebración litúrgica con ayuno, al estilo judío, iniciada por el grupo en favor de la iglesia judeocreyente de Jerusalén, que estaba en serio peligro de desmembrarse tras el martirio del apóstol Santiago y el éxodo de su portavoz, Pedro. Los urge (sentido fuerte conferido al verbo "decir" por la partícula gr. dê,usada tan sólo en Lc 2,15; Hch 6,3 y 15,36) a la misión separando para ello al primero (Bernabé, profeta, cf. 4,36; 11,24) y al último de la lista (Saulo, maestro, cf. 14,12) (2). El principal responsable de la futura misión ha de ser Bernabé, cabeza de lista y primer designado por el Espíritu (lit. "el Bernabé", con art.): primacia de la profecía sobre la enseñanza. La comunidad ratifica la elección (3).

                 La investidura de Bernabé y Saulo para la misión entre los paganos tiene una serie de rasgos que recuerdan la investidura de Jesús en el Jordán para su misión como Mesías de Israel (Lc 3).

La iniciativa de la misión, como en el caso de Jesús (Lc 4,1a), la ha tomado el Espíritu (4a). Los autores suelen interpretar la misión unilateralmente como si se tratara de los viajes de Pablo; Lc, en cambio, quiere subrayar su carácter comunitario ("ellos"). La misión en Chipre es programática, como lo fue "el desierto" para Jesús (Lc 4,1b), pero, en contraste con éste, anticipa la ambigüedad de la labor de Pablo (4b).

                  Llegados a Salamina, en lugar de dirigirse a los paganos, la actividad de la pareja misionera se concentra en los judíos (5a, primera vez que aparece el término despectivo "sinagoga de los judíos", lit.; cf. 12,11). Reaparece la figura de Juan, sin el sobrenombre "Marcos" (cf. 12,12.25), calificado con el término técnico de "asistente" (gr.hupêretês), equivalente a"notario/garante" (5b).

                 Se aprecia una contradicción entre el hecho de predicar el mensaje a los judíos y el carácter universal del mensaje de Jesús garantizado por Juan Marcos, quien no puede ejercer su función del evangelista (omisión del sobrenombre y contraposición de dos acciones durativas: "se pusieron a anunciar/aunque llevaban").

SALMO. 67,2-3.5-6.8.

2Dios tenga piedad y nos bendiga, 
muéstrenos su rostro radiante, 3para que conozca la tierra tus caminos, 
todas las naciones tu salvación. 5Que lo celebren jubilosas las naciones 
porque riges el mundo con justicia, 
riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. 
6iQue te den gracias los pueblos, oh Dios, 
que todos los pueblos te den gracias! 
8Nos bendice Dios: Que lo respeten 
todos los confines del orbe. 
 
EXPLICACIÓN.

67 Bendición en forma imprecatoria. Es como un comentario o variación ampliada de la bendición canónica que se lee en Nm 6,24-26. Lo que allí pronunciaban los sacerdotes aarónidas, aquí se democratiza en un plural colectivo "nos". Lo que allí era estrictamente israelita, aquí se universaliza. Es legítimo sospechar que un copista ha omitido el estribillo al final de la tercera estrofa.

67,2 Todo parte de la "piedad" de Dios: actitud y acto gratuito que al hombre le es sugerido invocar. El "bendecir" de Dios es bienhacer, porque diciendo hace. La humanidad comienza con una bendición: Gn 1 ,28. Un "rostro" benévolo irradia luz: Prov 16,15; EcI 8,1.

67,3 Los "caminos" son el modo de actuar.

67,5 El gobierno de Dios es justo, como cantan los salmos 96 y 98.

Transposición cristiana.

Tratándose de bendición, es obligado citar el comienzo de la carta a los Efesios. 


EVANGELIO: Juan 12,44-50.


El aviso final
( Jn 12, 44-50)

 44. Jesús dijo gritando:
- Cuando uno me da su adhesión, no es a mí a quien la da, sino al que me ha enviado.
45. y cuando uno me ve a mí ve al que me ha enviado.
46. Yo he venido al mundo como luz; así, nadie que me da su adhesión permanece en la tiniebla.
47. Si uno escucha mis exigencias y no las cumple, yo no doy sentencia contra él, porque no he venido para dar sentencia contra el mundo, sino para salvar al mundo.
48. Cuando uno me rechaza y no acepta mis exigencias, tiene quien le dé sentencia: el mensaje que he propuesto dará sentencia contra él el último día.
49. Porque yo no he propuesto lo que se me ha ocurrido, sino que el Padre que me envió me dejó mandado él mismo lo que tenía que decir y que proponer,
50. y sé que su mandamiento significa vida definitiva; por eso, lo que yo propongo, lo propongo exactamente como me lo dijo el Padre.

EXPLICACIÓN.

44-50. Después del rechazo por parte de Israel como pueblo, Jesús deja abierta su invitación a los individuos. Resumen del significado y consecuencias de la actividad de Jesús. Tercera vez que habla gritando (cf. 7,28.37), para afirmar el origen divino de su mensaje (44). No hay más Dios que el que se ve en Jesús (45). Exigencias (47), cf. 6,63.68. Afirma una vez más el carácter únicamente liberador/salvador de su misión. Subraya la libertad del hombre (48), que es responsable de su suerte. Jesús enfrenta al hombre (48), que es responsable de su suerte. Jesús enfrenta al hombre con esa realidad para estimularlo a la opción positiva, haciéndole ver las consecuencias de su rechazo. El último día, el de la muerte de Jesús (cf. 7,37), cuando dará la prueba definitiva de su amor al hombre. Ese día, el mensaje propuesto por Jesús juzgará a los hombres; es decir, una vez dada la prueba del amor supremo, no habrá excusa válida para rechazarlo.

Origen divino de su mensaje (49); alusión a Dt 18,18. Los “mandamientos” (50) o encargos del Padre a Jesús (10,17s) son un modo de expresar la misión mesiánica.

SÍNTESIS.

Jesús es la única revelación plena de Dios (cf. 1,18). Toda idea o teoría sobre Dios que no sea compatible con lo que se ve en Jesús es falsa. Dios no es una idea, es el Padre, persona, vida y amor, y se manifiesta en Jesús y en su actividad a favor de los hombres.

La misión de Jesús es ofrecer a los hombres una alternativa a su estado de frustración y fracaso, darles la posibilidad de salir de la opresión. El hombre queda en libertad de aceptar su ofrecimiento, pero el rechazo de la vida lleva en sí la opción por la muerte.
 
2ª OPCIÓN.
 
Primera Lectura. 1 Corintios 1,18-25

18De hecho, el mensaje de la Cruz para los que se pierden resulta una locura; en cambio, para los que se salvan, para nosotros, es un portento de Dios, 19pues dice la Escritura:

                 Anularé el saber de los sabios,
                 descartaré la cordura de los cuerdos (Is 29,14)

         20¡A ver un sabio, a ver un letrado, a ver un estudioso del mundo este! ¿No ha demostrado Dios que el saber de este mundo es locura? 21Mirad, cuando Dios mostró su saber, el mundo no reconoció a Dios a través del saber; por eso Dios tuvo a bien salvar a los que creen con esa locura que predicamos. 22Pues mientras los judíos piden señales y los griegos buscan saber, 23nosotros predicamos un Mesías crucificado, para los judíos un escándalo, para los paganos una locura; 24en cambio, para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Mesías que es portento de Dios y saber de Dios: 25porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios más potente que los hombres.
 
Explicación.
 
 El interés principal de Pablo es exponer la doctrina de la cruz, la de un salvador crucificado. Perderse o salvarse dependen de la actitud del hombre: los que se salvan (18) son los que toman por modelo la entrega de Jesús para salvar a la humanidad. No se llega al conocimiento de Dios por vía meramente intelectual, se requiere una opción que permita al hombre recibir la comunicación divina (19). 
 
               El sabio corresponde más bien a la cultura pagana; el letrado, a la judía; el estudioso o "disputador" puede aplicarse a los dos (cf. Hch 6,9; 9,29; 28,29), aunque no hay que precisar demasiado. El mundo este, expresión peyorativa, designa la sociedad existente y se opone al mundo futuro (20). La inteligencia humana no ha comprendido el saber y amor de Dios manifestado en la creación (cf. Rom 1,19s); por eso Dios, para darse a conocer, ha escogido el mensaje de la cruz, manifestación "escandalosa" de su amor a los hombres (cf. v.1) (21). Los judíos no lo entienden: ellos esperaban un Mesías con poderes milagrosos; la muerte del Mesías, Jesús, que consideran un fracaso, es para ellos un escándalo. Los griegos buscan sabiduría, es decir, la verdad en términos filosóficos; que la divinidad pudiera manifestarse en un ejecutado es para ellos locura (22-23). Para los cristianos (24), la experiencia de salvación que han tenido por dar su adhesión a ese crucificado, los convence de que él representa la sabiduría y fuerza de Dios, incomparablemente superior a la humana (25).
 
Salmo. 40,2.4.7-10

2 Yo esperaba con ansia al Señor:
se inclinó a mí y escuchó mi grito.
4 Me puso en la boca un canto nuevo
de alabanza a nuestro Dios.
Muchos al verlo quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor.
7 Sacrificios y ofrendas no los quieres;
me has cavado oídos;
no pides holocaustos ni víctimas expiatorias.
8 Entonces yo digo: "aquí he venido".
En el texto del rollo se escribe de mí
9 que he de cumplir tu voluntad:
y yo lo quiero, Dios mío,
llevo tu instrucción en las entrañas.
10 He proclamado el derecho
a una asamblea numerosa.
No he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes.
 
Explicación.
 
40,2-4 El comienzo es una secuencia en cuatro escenas rápidas. Un hombre se debate en el lodo de una ciénaga, que amenaza tragárselo aprovechando sus esfuerzos; grita. Alguien lo saca y coloca sus pies en roca firme. Al sentir la solidez bajo los pies, rompe a cantar de gozo y agradecimiento. Un grupo que asistía expresa su confianza en el liberador.

40,2 La forma enfática traduce la expectación, casi la impaciencia del aguardar.
 
40,4 "Poner en la boca" es fórmula de alcance profético: Dt 18,18; Jr 1,9; 5,14.
 
40,7-9 Es importante apreciar paralelismos y correlaciones. En esquema: sacrificios / holocaustos, oídos / escrito, vengo / quiero. El primero es un merismo que abarca el culto. El segundo sugiere un encargo oral y uno escrito. El tercero es correlativo del anterior y se articula en dos piezas complementarias: el acto de presentarse y la disponibilidad para ejecutarlo.

40,7 Los sacrificios se relativizan (Eclo 34,18-35,26). "Cavar los oídos" es metáfora única. La imagen parece fijarse en la hondura corporal que abre el oído hacia el interior del hombre: compárese con Is 50,4s.

40,8b-9 Lo que más interesa del texto es la asimilación del encargo y por implicación del tema. Lo que estaba en un "escrito", pasa a estar "en las entrañas"; el texto de la proclamación está amorosamente asimilado. Compárese con Ez 3,3.

40,10-11 La proclamación se enuncia en cuatro verbos y seis sustantivos. El insistir en formas negativas, el apelar al testimonio de Dios, hace sospechar algún riesgo en el encargo, como si algo grave indujera al silencio. El verbo positivo, "evangelizar", significa en la vida civil anunciar una buena noticia. Es típico del profeta del destierro, que también tropezaba con resistencia y hostilidad: Is 40,9; 41,27; 52,7 y 60,6; 61,1; Sal 96,2. El "derecho" recurre también en Is 41,2-10; 42,6.21; 45,19; 51,1.5.7. Los otros sustantivos, con posesivo "tu", pertenecen a una tradición ancha, también presente en el salterio.

Ahora imaginemos que ha comenzado la predicación, que provoca resistencia, oposición, persecución; el orante invoca el auxilio de quien le encomendó la tarea. Es lo que sigue en 12-18.  
 
 TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La carta a los Hebreos recoge y comenta la parte central del salmo, según la versión griega de los LXX. En vez de "me cavaste oídos", dice "me aparejaste un cuerpo"; traduce "rollo" por "título". De este modo opone el autor a los sacrificios antiguos la entrega del Mesías. De aquí arranca el uso de los antiguos de poner todo el salmo en boca de Cristo y después en boca de la Iglesia.
 
Evangelio. Mateo 28,16-20

(Mc 16,14-18; Lc 24,36-39; Jn 20,19-23; Hch 1,9-11)

16Los once discípulos fueron a Galilea al monte donde Jesús los había citado. 17 Al verlo se postraron ante él, los mismos que habían dudado. 18Jesús se acercó y les habló así:
-Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra. 19Id y haced discípulos de todas las naciones bautizadlos rara vincularlos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo 20 y enseñadles a guardar todo lo que os mandé; mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin de esta edad.

EXPLICACIÓN.

16-20. Los once discípulos (cf. 10,1); falta uno, judas el traidor, representante del Israel histórico que ha pedido la muerte de Jesús. El Israel mesiánico se forma sin integrar al antiguo pueblo como tal. Habían dudado (16), como Pedro (cf. 14,21), el escándalo de la cruz. En su vida mortal, «el Hombre» tenía autoridad «en la tierra» (9,6); ahora (cf. 26,64) su autoridad es la del Padre mismo (18): plena condición divina. Misión universal (19), va a cumplirse la promesa hecha a Abrahán (Gn 17,4s; 22,18). Jerusalén, capital de Israel, queda atrás y no va a ser objeto de nueva misión (10,6; 15,24); Galilea abre el camino hacia los paganos. Primer medio para hacer discípulos: el bautismo, que vincula al Padre, fuente del Espíritu, al Hijo, de quien se recibe, y al Espíritu mismo, que potencia al hombre, completa su ser y lo pone en la línea del "Hombre» (cf. 3,16). Segundo medio, la instrucción o enseñanza sobre la práctica del mensaje. Cuanto os mandé, alusión a los «mandamientos mínimos» (5,19), las bienaventuranzas. Los que enseñan esto han de practicarlo (5,19). Promesa para la misión (20b). Así se cumplirá el contenido de su nombre, ¡ Emmanuel!: «Dios con nosotros».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

31 DE DICIEMBRE

Primera  Lectura de la 1ª carta de san Juan 2,18-21: 18Hijos, es un momento decisivo. ¿No oísteis que iba a venir un anticristo? Pues mirad ...