2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN
PRIMERA LECTURA. Hechos 8,1-8.
1b Aquel día se desató una violenta persecución contra la comunidad
que residía en la ciudad de Jerusalén; todos se dispersaron por las
comarcas de Judea y Samaría, excepto los apóstoles.
2 Enterraron a Esteban unos hombres piadosos e hicieron gran duelo por él.
3 Saulo, por su parte, se ensañaba con la
comunidad creyente; penetraba en las casas, arrastraba a hombres y
mujeres y los hacía encarcelar.
4 Entre tanto, los dispersos iban anunciando el mensaje durante su recorrido.
5 Felipe bajó a la ciudad de Samaría y les proclamó el Mesías.
6 Las multitudes hacían caso unánime de lo que decía Felipe, porque
oían hablar de las señales que realizaba y las estaban viendo:
7 de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban;
8 se produjo gran alegría en aquella ciudad.
EXPLICACIÓN.
1b-3. La persecución se ceba en la iglesia helenista que
reside "en la ciudad de Jerusalén" (1b, en sentido neutro, gr. Hierosólyma), cuyo
portavoz era Esteban: Gracias a la dispersión de la comunidad va a
cumplirse el segundo punto del encargo de Jesús; "por las comarcas de
Judea y Samaría" (1c, cf. 1,8). La dispersión no afecta a la iglesia
autóctona, al excluirse a los apóstoles, sus representantes; la rec.
occ. subraya este aspecto añadiendo: "quienes permanecieron en
Jerusalén" (en sentido sacral, gr. Ierousalém). Las autoridades
judías distinguen muy bien entre los dos grupos de la comunidad, y no
ven en peligro más que en el grupo helenista.
Tras la huida precipitada de los helenistas, se
produce una doble reacción: "unos hombres piadosos/devotos", en
representación de la humanidad (cf. 2,5), dan piadosa sepultura al
ajusticiado intentando reparar de algún modo la injusticia cometida (2,
cf. Lc 23,48.50s), mientras que Saulo se constituye en el perseguidor
implacable de la iglesia helenista (3). El constante paralelismo entre
el proceso de Jesús y el de Esteban (unos 25 paralelos) presenta a éste
como el modelo de discípulo.
Gestación de una nueva iglesia (8,4-11,18). El relato de la
dispersión de la comunidad helenista abre (8,4) y cierra (11,19), como
un gran paréntesis, el desarrollo central construido en forma de
tríptico (8,4-40; 9,1-30; 9,31-11,18), en cuyo interior se narra la
"conversión" de tres personajes. Una vez consumada ésta, quedará
allanado el camino para la misión entre los paganos (tercer punto del
encargo de Jesús).
4-40. En la primera hoja del tríptico se
comprueba el cambio profundo que se efectúa en el evangelista Felipe,
representante ahora del grupo de los Siete. La secuencia consta a su vez
de tres cuadros. En el primer cuadro se ejemplifica una situación general (4) con un caso particular; Felipe predica el Mesías, sin más, entre los samaritanos (5).
Los resultados palpables de su misión liberadora (6-8) se
ven ensombrecidos por resultados similares logrados con anterioridad
por un personaje representativo, Simón, que practicaba la magia y
pasmaba la región samaritana, presentándose como un ser extraordinario
(9s, cf. 5,36). El éxito del mago es tan abrumador como el de Felipe,
pero su acreditación es muy diversa (11; cf. v.6).
SALMO. 66,1-7.
1 Aclamad a Dios, todo el mundo,
2tañed en honor de su nombre,
dadle gloria con la alabanza.
3Decid a Dios: ¡Qué formidable es tu acción!
por tu inmenso poder los enemigos te adulan.
4Que todo el mundo te rinda homenaje
tañendo para ti, tañendo en tu honor.
5Venid a ver las proezas de Dios,
sus hazañas formidables a favor de los hombres.
a pie cruzaron la corriente
-y allí mismo lo festejamos-o
7Con su autoridad gobierna por siempre:
sus ojos vigilan a las naciones,
para que no se subleven los rebeldes.
Explicación.
66,1-4 El liturgo parece excederse invitando a "todo el mundo", especialmente considerando que habla enseguida de "enemigos" y más abajo de "rebeldes que se sublevan", y están implícitos en los "hombres" del v. 12. ¿También ellos son invitados a la "alabanza", al "homenaje" festivo"? ''Todo el mundo" podría equivaler más a bien a "en todo el mundo".
66,3 "Formidable", es decir impresionante, sobrecogedora, que infunde temor reverencial: Sal 76. ''Te adulan": ante tu inmenso poder, no tienen más remedio que someterse con voluntad fingida: Sal 18,45.
66,5 El objeto son "los hombres", o "seres humanos" sin precisar. Es admirable que Dios les dedique su actividad.
con el cántico de Miriam, Ex 15.
66,7 Su soberanía es perpetua y universal. Vigila para mantener el orden.
En
este salmo se conjugan una tribulación y consiguiente liberación, el
señorío universal y perpetuo, la invitación a todo el mundo. Con esos
elementos pueden los Padres proponer una lectura cristológica del salmo.
En clave eclesiológica, la prueba que refina es ante todo la pasión de
los mártires.
EVANGELIO. Juan 6,35-40.
35. Les comentó Jesús:
-Yo soy el pan de la vida. Quien se acerca a mí nunca pasará hambre y quien me presta adhesión nunca sed.
36. Pero, como os he dicho, me habéis visto en persona y, sin embargo, no creéis.
37. Todo lo que el Padre me entrega llega hasta mí, y al que se acerca a mí no lo echo fuera,
38. porque no he bajado del cielo para realizar un designio mío, sino el designio del que me envió.
39. Y éste es el designio del que me envió: que de todo
lo que me ha entregado no pierda nada, sino que lo resucite el último
día.
40. Porque éste es el designio de mi Padre, que
todo el que reconoce al Hijo y le presta adhesión tenga vida definitiva,
y lo resucite yo el último día.
EXPLICACIÓN.
Este pan es Jesús mismo (35), don continuo del amor del Padre a la
humanidad; la adhesión a él satisface toda necesidad del hombre (al
contrario que la Ley, cf. Eclo 24,21; cf. Jn 4,13a-14) (35). Lo han
tenido delante, pero no descubren el sentido de la acción de Jesús.
Desean el pan, pero no dan el paso. Quieren recibir, pero se niegan a
amar.
Explica Jesús lo dicho anteriormente usando un lenguaje
diverso. El tema de este pasaje es el central en el Evangelio: Jesús,
dador de vida (1,4; 3,14s; 4,14.50; 5,21.25s.40, etc). Bajado del cielo
(38), el origen de Jesús, el Hombre-Dios, está en la esfera divina: la
bajada del Espíritu (1,32) hizo de él la presencia del Padre entre los
hombres. Identificación con el Padre e identidad de designio: comunicar
vida al hombre (39). La expresión neutra todo lo que subraya la unidad
que forman los que se adhieren a Jesús: no son individuos aislados, sino
un cuerpo. El último día, en que termina el mundo antiguo y se inaugura
el nuevo, es el día de la muerte de Jesús (cf. 7,37-39). Es entonces,
con la entrega del Espíritu (19,30.34), cuando concede a los hombres la
resurrección, es decir, la vida definitiva que supera la muerte (37-40).
SÍNTESIS.
La
multitud se queda en el materialismo. Quiere tener cubiertas sus
necesidades, pero sin esfuerzo personal. No se da cuenta del proyecto de
Jesús, la creación de una sociedad alternativa compuesta de hombres
libres e iguales. En esa sociedad, la abundancia será el fruto de la
solidaridad de unos con otros. Prefieren renunciar a su libertad, y con
ella a su crecimiento, cediendo el poder al que se preocupe de
asegurarles el sustento.
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. Apocalipsis 3,14.20-22
14 Al ángel de la iglesia de Laodicea escribe así:
Esto dice el amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios: 20 Mira que estoy a la puerta llamando: si uno me oye y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.
21 Al que salga vencedor lo sentaré conmigo en mi trono, lo mismo que yo, cuando vencí me senté con mi Padre en su trono.
22 Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias.
EXPLICACIÓN.
14-22. Para Laodicea, cerca de Colosas, cf. Col 4,16.
Autopresentación (14b): el Amén, aplicado a Dios en el judaísmo, que
equivale a los epítetos fiel y veraz, cf. 1,5; el principio de la
creación de Dios, cf. Col 1,15; horizonte universal. Juicio de la
situación: la comunidad de Laodicea no presenta faltas manifiestamente
graves, pero aparece instalada en la mediocridad, quizá por adaptarse a
la prosperidad de la ciudad misma; se siente satisfecha y segura (17).
Exhortación particular (18): oro, vestido blanco, colirio; alusiones a
la prosperidad de Laodicea, a su industria de lana y a su escuela de
medicina. Amor paciente de Jesús, que pretende educar a la comunidad
(cf. Prov 3,12; Heb 12,5-11) (19). El amor culmina en la petición de ser
acogido; nadie lo espera en esta iglesia segura. No fuerza la entrada,
habla invitando. Intimidad simbolizada por la cena (20).
Promesa (21): los que colaboran con Jesús participan de su realeza/condición divina (21).
Salmo. 122,1-9
«Vamos a la casa del Señor».
2Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
bien unida y compacta,
las tribus del Señor;
5Allí reside el tribunal de justicia,
7Haya paz en tus murallas,
tranquilidad en tus palacios.
8Por mis hermanos y compañeros
pido la paz para ti.
te deseo todo bien.
Evangelio. Lucas 11,9-13
9 Por mi parte, os digo yo: Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán;
10 porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra, y al que llama le abren.
11 ¿Quién de vosotros que sea padre, si su hijo le pide pescado, en vez de pescado le va a ofrecer una culebra?
12 o, si le pide un huevo, ¿le va a ofrecer un alacrán?
13
Pues si vosotros, aun si sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros
hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará Espíritu Santo a los que se
lo piden!
EXPLICACIÓN.
Necesidad de la petición insistente y confianza en su resultado (paralelo en 18,1-8) (5-13). Según la parábola (5-8), la petición se hace a Dios como a un amigo. La constancia consigue su objetivo, pues la petición repetida va capacitando al hombre para recibir el don (9s). Incomparable amor del Padre. Don por excelencia: el Espíritu Santo (13), comunicación de vida divina que potencia al hombre.
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