PRIMERA LECTURA. Daniel 3,14-20.24(91)-25(92).28(95).
14-¿Es
cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no respetáis a mis dioses ni
adoráis la estatua que he erigido?15Mirad: si al oír tocar la trompeta,
la flauta, la cítara, el láud, el arpa, la vihuela y todos los demás
instrumentos estáis dispuestos a postraros adorando la estatua que he
hecho, hacedlo; pero si no la adoráis, seréis arrojados al punto dentro
del horno encendido abrasador, y ¿qué Dios os librará de mis manos?
16Sidrac, Misac y Abdénago contestaron:
17-Majestad,
a eso no tenemos por qué responder. Si es así, el Dios a quien
veneramos puede librarnos del honro encendido y nos librará de tus
manos. 18Y aunque no lo haga, conste, majestad, que no veneramos a tus
dioses ni adoramos la estatua de oro que has erigido.
19Nabucodonosor,
furioso contra Sidrac, Misac y Abdénago y con el rostro desencajado por
la rabia, mandó encender el horno siete veces veces más fuerte que de
costumbre, 20y ordenó a algunos de sus soldados más robustos que atasen a
Sidrac, Misac y Abdénago y los echasen en el horno encendido abrasador.
24(91)Entonces el rey, estupefacto, se levantó apresuradamente y preguntó a sus consejeros:
-¿No eran tres los hombres que atamos y echamos al horno?
Le respondieron.
-Así es, majestad.
25(92)Preguntó:
-¿Entonces cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el horno sin sufrir nada? Y el cuarto parece un ser divino.
28(95)Nabucodonosor entonces dijo:
-Bendito
sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a
sus siervos, que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y
prefirieron arrostrar el fuego antes que venerar y adorar otros dioses
que el suyo.
Explicación.
3,15.
Aunque el rey no controla los elementos, puede manejar a su arbitrio un
fuego domesticado. Su desafío implica que ningún dios puede controlar
ese fuego.
3,17-18.
La traducción suaviza una dificultad gramatical. En su declaración
expresan los jóvenes el temple del martirio ante el emperador del
universo y toda su corte. Están convencidos de que su Dios puede
librarlos, pero del poder no deducen el hecho. Los extranjeros necesitan
ver el hecho para creer en el poder.
3,24(91). (Hebreo). Continúa el relato original.
3,25(92).
El "ser divino" se llama "ángel" en el v.28. El rey ve al personaje en
figura humana, como los otros tres, pero descubre en él rasgos o aspecto
divino (cfr. Gn 18 y Jue 13); no consigue tanto Tobit (Tob 5).
3,28-29(95-96).
Resume el sentido teológico del relato. En la mente del emperador
pagano no es profesión de monoteísmo, sino aceptación del Dios de los
judíos en el panteón del imperio. En la mentalidad del autor Yhwh es
Dios único. No se trata del Dios metafísico, sino del que actúa a favor
de los hombres. La cuestión es salvar o no salvar; es el planteamiento
de Is 43,11 y 45,21. A los judíos les dice el autor que hay un solo Dios
salvador, por tanto hay un solo Dios. A los paganos no les hace sacar
la última consecuencia, que Is 45,14 pone en boca de paganos
convertidos.
SALMO. Daniel 3,52-56.
52Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito sea tu nombre, santo y glorioso,
a él gloria y alabanza por los siglos.
53Bendito eres en el templo de tu santa gloria,
a ti gloria y alabanza por los siglos.
54Bendito eres en tu trono real,
a ti gloria y alabanza por los siglos.
55Bendito cuando cabalgas sobre querubines
sondeando los abismos,
a ti gloria y alabanza por los siglos.
56Bendito eres en la bóveda del cielo,
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Explicación.
3,53-54. Templo y trono celestes, del rey del cielo.
3,56. La bóveda es el firmamento.
EVANGELIO. Juan 8,31-42.
El mito del linaje (8,31-59)
31. Dijo entonces Jesús a los judíos que le habían dado crédito:
-Vosotros, para ser de verdad mis discípulos, tenéis que ateneros a ese mensaje mío;
32. conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.
33. Reaccionaron contra él:
-Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie: ¿cómo dices tú: “Llegaréis a ser libres”?
34. Les replicó Jesús:
-Pues sí, os aseguro que todo el que practica el pecado es esclavo.
35. Ahora bien, el esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre.
36. Por tanto, si el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres.
37. Ya sé que sois linaje de Abrahán, y, sin embargo, tratáis de matarme a mí, porque ese mensaje mío no os cabe en la cabeza.
38.
Yo propongo lo que he visto personalmente junto al Padre, y también
vosotros hacéis lo que habéis aprendido de vuestro padre.
39. Le repusieron:
-Nuestro padre es Abrahán.
Les respondió Jesús:
-Si fuerais hijos de Abrahán, realizaríais las obras de Abrahán;
40.
en cambio, tratáis de matarme a mí, hombre que os he estado proponiendo
la verdad que aprendí de Dios. Eso no lo hizo Abrahán.
41. Vosotros realizáis las obras de vuestro padre.
Le replicaron entonces:
-Nosotros no hemos nacido de prostitución; un solo padre tenemos, Dios.
42. Les replicó Jesús:
-Si
Dios fuera vuestro padre, me querríais a mí, porque yo estoy aquí
procedente de Dios; y tampoco he venido por decisión propia, fue él
quien me envió.
Explicación.
A
los judíos que le han dado fe, Jesús los invita a practicar su mensaje;
no le bastan adhesiones de principio (31); es posible dar crédito a
Jesús sin sacar las consecuencias. La práctica del mensaje/amor,
rompiendo con el orden injusto, les dará libertad (32), pues comunica el
Espíritu/vida (3,34), dando la experiencia de la vida/verdad: en ella
el hombre percibe a Dios como Padre y a sí mismo como hijo. Esta nueva
relación hace libres. Así se constituye el verdadero discípulo.
La
libertad que comunica Jesús sobrepasa la mera posibilidad de opción;
sitúa al hombre en su verdadero rango: partícipe de la libertad del
Padre; como él, es señor de sí mismo. Quien no tiene experiencia del
Padre es esclavo, porque concibe a Dios como un Soberano que somete al
hombre, legitimando con eso toda tiranía. Reacción indignada (33):
orgullo de raza; basta pertenecer al linaje de Abrahán para ser libre.
Respuesta (34): ese linaje no garantiza la libertad, pues no impide que
cometan el pecado, dando su adhesión a un sistema esclavizador. Alusión a
los dos hijos de Abrahán (35): Isaac, libre; Ismael, esclavo. En
paralelo, Dios Padre y Jesús Hijo (36), que, siendo libre, puede dar la
libertad a los que son esclavos, dándoles el Espíritu.
No
basta la descendencia para ser hijo (37), hay que demostrarlo con el
modo de obrar. Al quererlo matar a él se oponen al Padre, el Dios que
ama al hombre (38). Insinúa que tienen otro padre que no es Abrahán ni
tampoco Dios. Nueva reacción (39), afirmando su ascendencia. Respuesta
(40): no tienen por padre a Abrahán, pues no se portan como él.
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