Primera Lectura. Génesis 9,8-15.
8Dios dijo a Noé y a sus hijos:
9-Yo
hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, 10con todos
los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los
que salieron del arca y ahora viven en la tierra. 11Hago un pacto con
vosotros: El diluvio no volverá a destruir la vida ni habrá otro diluvio
que devaste la tierra.
12Y Dios añadió:
-Esta
es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive con
vosotros, para todas las edades: 13Pondré mi arco en el cielo, como
señal de mi pacto con la tierra. 14Cuando yo envíe nubes sobre la
tierra, aparecerá en las nubes el arco, 15y recordaré mi pacto con
vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir
los vivientes.
Explicación.
El
dominio del hombre sobre los animales se basará en el temor, porque el
hombre comenzará a alimentarse de animales (contra 1,29). Dios se
reserva la soberanía sobre la vida y, en prueba de ello, se reserva la
sangre, que es sede de la vida (Lv 17,10-12).
9,8-15
Según la teoría de las fuentes, el autor Sacerdotal (P) jalona su
historia con tres grandes pactos o compromisos de Dios, cada uno con su
signo. El primero es con Noé y su signo es cósmico, el arco iris (Is
54,9); el segundo con Abrahán, su signo es cósmico, el arco iris (Is
54,9); el segundo con Abrahán, su signo la circuncisión; el tercero con
Moisés, su signo el sábado.
Dios tiene sus armas, que
son los meteoros (Eclo 39,28-30), empuña su arco (Hab 3,9), dispara sus
flechas (Sal 18,15). Terminada su acción punitiva, suelta el arco y lo
coloca en lugar bien visible, para demostrar sus intenciones pacíficas.
Así comienza la nueva era: lo cósmico, arco iris; lo biológico,
fecundidad; lo histórico, alianza; lo cúltico, sangre, se funden en una
dimensión universal.
9,12 Eclo 43,11s.
Salmo. 25,4-9.
4 Indícame, Señor, tus caminos,
enséñame tus sendas;
5 encamíname con tu fidelidad, enséñame,
pues tú eres mi Dios salvador.
5b En ti espero todo el día
7b por tu bondad, Señor.
6 Acuérdate, Señor, que tu compasión
y tu lealtad son eternas:
7 de mis pecados juveniles, de mis culpas
no te acuerdes; según tu lealtad,
tú acuérdate de mí.
8 Bueno y recto es el Señor; por eso
señala a los pecadores el camino;
9 encamina con el mandato a los humildes,
enseña a los humildes su camino.
Explicación.
25,4 Dios traza el camino de antemano, como en un mapa; por eso se llaman "tus caminos".
25,5 La guía de Dios no es acto de poder, sino gesto de favor y acto de salvación.
25,5b.7b Con una simple transposición completo el verso de la letra W.
25,6
En la visión de Moisés (Éx 33,19+34,6) se acumulan: bondad, compasión,
piedad, misericordia y fidelidad. El autor puede haberlos tomado de
fórmulas litúrgicas para repartirlos por el salmo.
25,7 Bajo el
arco inmenso, "eterno" de la bondad compasiva de Dios discurre el arco
breve de la vida humana y el segmento de la juventud, con sus pasiones y
caídas. "No acordarse" puede tener valor judicial, es sinónimo de
perdón: Jr 31,34.
25,8 Bondad y rectitud se temperan mutuamente.
Por ellas Dios está dispuesto a guiar incluso a los pecadores,
precisamente a los pecadores.
25,9 "Humildes": es un tiempo
concepto sociológico, son los marginados; después se hace concepto
teológico y llega a identificarse con los judíos oprimidos y fieles.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Un salmo tan convencional no se presta a
una transposición global. Se puede leer Rom 5,5 com cita o resonancia
del v.3. Los temas de enseñanza y camino y alianza entran fácilmente en
el nuevo cauce espiritual.
Segunda Lectura. 1 Pedro 3,18-22.
18Porque
también el Mesías sufrió una vez por los pecados, el inocente por los
culpables, para llevamos a Dios; sufrió la muerte en su cuerpo, pero recibió
vida en su espíritu. 19Fue entonces cuando proclamó la victoria incluso a los
espíritus encarcelados 20que antiguamente fueron rebeldes, cuando en tiempo de
Noé la paciencia de Dios aguardaba mientras se construía el arca; en ella unos pocos,
ocho personas, se salvaron por en medio del agua, 21a la que corresponde el
bautismo que ahora os salva: no el hecho de quitarse una suciedad corporal,
sino el compromiso con Dios de una conciencia honrada, fundado en la
resurrección de Jesús el Mesías, 22a quien sometieron ángeles, autoridades y
poderes, llegó al cielo y está a la derecha de Dios.
Explicación
También Jesús
sufrió la contradicción y la muerte en vista del bien de los hombres, pero la vida
venció a la muerte (18). El autor usa un lenguaje mítico para describir la
victoria de Jesús sobre la muerte: los espíritus encarcelados, los que
corrompieron a la humanidad antes del diluvio; Noé no fue corrompido y se salvó
de la catástrofe; lo sucedido con él fue figura de lo que sucede en e! bautismo.
Éste es un compromiso de seguir a Jesús en su antagonismo con el mundo injusto,
con la seguridad de la victoria (ángeles, etc., continúan la figura de los espíritus
del tiempo de Noé; cf. Rom 8,38; Ef 1,21; Col 2,10; Sal 8,7) y la esperanza de
la resurrección (18-22).
Evangelio. Marcos 1,12-15.
12Inmediatamente el Espíritu lo empujó al desierto. 13Estuvo en el
desierto cuarenta días, tentado por Satanás; estaba entre las fieras y
los ángeles le prestaban servicio.
(Mt 4,12-17; Lc 4,14-15)
14Cuando entregaron a Juan llegó Jesús a Galilea y se puso a proclamar la buena noticia de parte de Dios. 15Decía:
-Se ha cumplido el plazo, está cerca el reinado de Dios. Enmendaos y tened fe en esta buena noticia.
EXPLICACIÓN.
El Espíritu, fuerza de vida y amor, lo empuja al desierto, que
representa la sociedad judía (12). Toda la vida pública de Jesús (40
días, cf. los 40 años del éxodo de Israel) va a ser camino (1,2) hacia
la tierra prometida (muerte-resurrección). Repetidamente se le
presentará la tentación del poder (Satanás; d. 1,24.34.37; 3,11s;
8,l1.32s; 10,2; 11,9s; 12,15), vivirá entre enemigos mortales (las
fieras, cf. Dn 7) y tendrá colaboradores en su labor (los ángeles; cf.
1,2.4, donde Juan Bautista se identifica con el mensajero/ángel
anunciado) (13).
14-15. Puente entre la introducción y el primer periodo: Jesús llega
detrás de Juan (1,7), una vez terminada por la violencia la misión de
éste. En Galilea, lejos del centro religioso y político del país. Se
presenta como profeta, hablando de parte de Dios. La presencia del
«Hombre», Jesús, comprometido por amor a los hombres a llevar su misión
salvadora hasta la muerte, ha producido el cambio de época, la etapa
definitiva de la historia (se ha cumplido el plazo); lo anterior queda
superado de modo irreversible. La buena noticia (cf 1,1): la prometida
intervención de Dios en la historia va a abrir la posibilidad de una
sociedad nueva y justa, digna del hombre, la alternativa que Dios
propone a la humanidad (aspecto social del reinado de Dios, la nueva
tierra prometida); exige como condición de parte del hombre la renuncia a
la injusticia (punto de partida) (enmendaos) y la confianza en que esa
meta (punto de llegada) puede alcanzarse (tened fe).
Para comprender este evangelio es preciso tener presente los dos
períodos en que se divide, según se indica en la introducción. Aquí
empieza el primero de ellos, que abarca hasta 8,26.
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