Primera Lectura. Jeremías 18,18-20
Salmo. 31,5-6.14-16
5 sácame de la red que me han escondido,
que tú eres mi amparo.
6 En tu mano encomendaba mi vida:
y me libraste, Señor, Dios fiel.
14 Oigo a muchos motejarme;
"pájaro de mal agüero",
mientras se conjuran contra mí
y traman quitarme la vida.
15 Pero yo confío en ti, Señor,
digo: Tú eres mi Dios.
16 En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen.
Explicación.
31, 2b-5. Se adensa la súplica en siete imperativos de liberación y
cuatro sustantivos que componen un espacio metafórico militar o
cinegético. El orante se imagina como animal indefenso, acosado por
cazadores que intentan matarlo; salta a una peña, busca una roca, cae en
la red; alguien lo saca y conduce a lugar seguro (véase v.9). Cabe
también la imagen militar recordando las aventuras de David huido por
las montañas: 1 Sm 22,4s; 24,23. El paso de una imagen a otra es fluido,
las imágenes pierden precisión. "Por tu nombre": puede ser también
título o fama; el orante no alega méritos propios, sino peligros, y la
fama o prestigio de Dios.
31,6-9. Los verbos del orante. El hifil
de pqd es confiar un depósito a un guardián (Lv 5,21.23). Implica que
el guardián es fiel (6b) y que uno se fía de él (7b). El orante
deposita, no una propiedad preciosa, sino el "aliento" o vida o espíritu
(cfr. Nm 27,16). En fuerte contraste están (a la letra) "quienes
guardan soplos vanos" (Jn 2,9). Con los verbos del Señor podemos
componer una secuencia: libró - se fijó - se ocupó no entregó -
estableció. Verbos ricos de paralelos. P. ej. "fijarse en la aflicción":
Ex 3,7; 4,31; Dt 26,7; "entregar en poder" 1 Sm 23,11 "establecer", con
resonancia de nombrar: Sal 18,34; 30,8. El "espacio" se opone a la
estructura (de 8b y 10a). Llamar a los ídolos "soplos" se encuentra en
Dt 32,21 y es corriente en Jr.
31,10-14. Recomienza la súplica especificando sus desgracias en dos
frentes: enfermedad y abandono, hostilidad del enemigo. Combinación
frecuente en súplicas de enfermos: Sal 6.
31,10-11 Tres versos
hebreos dedicados a dolencias físicas. El autor ha querido enumerar
siete unidades sin caer en lo convencional. Léase la serie atendiendo al
puesto central: ojos, garganta, vientre, vida, años, vigor, huesos.
Vida abarca la totalidad, años conjua la temporalidad sentida. Los
cuatro verbos son escogidos y expresivos: la vida es un "gastarse y
consumirse". También interesan las causas de las dolencias físicas: son
la pena y congoja, como causas internas, espirituales. Manteniendo el
texto hebreo de 11, una causa es "mi culpa", tema corriente en estos
salmos. Si bien el orante es inocente respecto a los enemigos, se
reconoce culpable frente a Dios y puede apelar a su "bondad".
31,
12-14 Cinco versos dedicados a las relaciones con otros. Es un círculo
de vecinos, conocidos o familiares, gente. Enumera insultos,
comentarios, murmuraciones, desvío, abandono, olvido, hostilidad. El
orante es objeto de burla, terror, olvido, agresión. La serie no es
coherente o lógica. Si lo atacan, no lo han olvidado; si aman una
conjuración, no lo consideran un "cacharro inútil". El texto puede
escucharse como desahogo exagerado de sentimientos acumulados, de
situaciones imaginarias. O lo ponemos a cuenta del autor, que describe
con observaciones certeras.
31,12 La "burla" o injuria es un
término frecuente en Jr. El "espanto", porque el enfermo se considera
tocado, herido por Dios y capaz de contagiar su maldición: Job 19; Is
53,3.
31,14 El mote se lee en Jr 6,25; 20,3.4.10; a la letra "terror en torno".
31,15-19.
La súplica se bifurca en el v.18. Tras la enumeración de desgracias
sigue lógicamente la petición de auxilio. Y como las desgracias han sido
infligidas en parte por otros, pide para sí protección, para los
enemigos castigo. 15a es eco de 7b, 16a de 6a. El título "mi Dios"
muestra que confianza y fe son equivalentes.
31,16 "Azares". La
temporalidad, que se va gastando medida en años (11), ahora se mide en
horas o instantes. Toda la vida, desmenuzada y cambiante, mantenida en
su cambio y continuidad por Dios.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
El salmo se ha hecho famoso porque el
v.6 lo pone Lucas en boca de Cristo agonizante (23,46) y luego en boca
de Esteban mártir (Hch 7,59). Dios recibe en depósito una vida, que no
se perderá. En la misma línea se puede leer el v.16, y de ahí se
extiende a la lectura cristológica y eclesiológica; sólo que corrigiendo
el v.18, pues ni Jesús ni esteban piden la muerte de sus enemigos.
Evangelio. Mateo 20,17-28
17 Mientras iba subiendo a Jerusalén se llevó Jesús aparte a los Doce y les dijo por el camino:
18 - Mirad, estamos subiendo a Jerusalén y el
Hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y letrados: lo
condenarán a muerte
19 y lo entregarán a los paganos, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitará.
PETICIÓN DE LOS ZEBEDEOS.
20 Entonces se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos para rendirle homenaje y pedirle algo.
21 Él le preguntó:
- ¿Qué deseas?
Contestó ella:
- Dispón que cuando tú reines estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
22 Pero Jesús replicó:
- No sabéis lo que pedís: ¿sois capaces de pasar el trago que voy a pasar yo?
Le contestaron:
- Sí, lo somos.
23 Él les dijo:
- Mi trago lo pasaréis, pero el sentarse a mi
derecha o a mi izquierda no está en mi mano concederlo más que a
aquellos a los que mi Padre se lo tenga preparado.
24 Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos.
INSTRUCCIÓN.
25 Jesús los reunió y les dijo:
- Sabéis que los jefes de las naciones las dominan y que los grandes les imponen su autoridad.
26 No será así entre vosotros; al contrario, el que quiera hacerse grande sea servidor vuestro
27 y el que quiera ser primero sea siervo vuestro.
28 Igual que el Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.
EXPLICACIÓN.
17 - 19. Anuncio más detallado que los anteriores (16,21; 17,22s). Jesús habla al Israel mesiánico (los Doce). Los
jefes religiosos de Israel y los doctores de su Ley son los enemigos
mortales del Hombre. Los Doce deben romper con las instituciones.
Tríptico: 20,20-34; 20,25-28; 20,29-34. La primera y la tercera unidad
se corresponden, pues los dos ciegos son figura de los dos hermanos y,
en general, de todos los discípulos. Unidad central, instrucción de
Jesús: opone el dominio que se ejerce en la sociedad civil al servicio
que debe practicarse en la comunidad.
La petición de la madre es la de los discípulos
(22). Estos no pierden la esperanza de ver a Jesús como monarca y
ambicionan los primeros puestos (21). Para participar de la verdadera
realeza de Jesús hay que asociarse a su pasión y muerte (27,37). Pasar el trago, lit.
"beber la copa", locución semítica que denota una prueba dolorosa (Is
51,17; Lam 4,21). "La copa" vuelve a aparecer en Getsemaní (26,39) y la
ofrecerá Jesús a los suyos en la cena (26,27). Dispuestos a todo para
lograr su propósito (22). Pasar por la misma prueba es parte del
compromiso que hace el discípulo para seguir a Jesús (16,24). Quiénes
son los primeros en el seguimiento lo conoce sólo el Padre (23). La
mención de dos (21) y de diez (24) recuerda el cisma de Israel (1 Re
12).
Instrucción (25-28).
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