jueves, 29 de abril de 2021

2 DE JUNIO

 PRIMERA LECTURA. Tobías 3,1-11.16-17.

 
1Profundamente afligido, sollocé, me eché a llorar y empecé a rezar entre sollozos:
2"Señor, tú eres justo; 
todas tus obras son justas;
tú actúas con misericordia y lealtad,
tú eres el juez del mundo.
3Tú, Señor, acuérdate de mí y mírame;
no me castigues por mis pecados, mis errores y los de mis padres,
4cometidos en tu presencia, desobedeciendo tus mandatos.
Nos has entregado al saqueo,
al destierro y a la muerte,
nos has hecho refrán,
comentario y burla de todas las naciones donde nos has dispersado.
5Sí, todas tus sentencias son justas cuando me tratas así por mis pecados,
porque no hemos cumplido tus mandatos
ni hemos procedido lealmente en tu presencia.
6Haz ahora de mí lo que te guste.
Manda que me quiten la vida, 
y desapareceré de la faz de la tierra 
y en tierra me convertiré.
Porque más vale morir que vivir
después de oír ultrajes que no merezco
y verme invadido de tristeza.
Manda, Señor, que yo me libre de esta prueba;
déjame marchar a la eterna morada
y no me apartes tu rostro, Señor.
Porque más vale morir que vivir
pasando esta prueba y escuchando los ultrajes".

La desgracia de Sara.    

7Aquel mismo día, Sara, la hija de Ragüel, el de Ecbatana de Media, tuvo que soportar también los insultos de una criada de su padre; 8porque Sara se había casado siete veces, pero el maldito demonio Asmodeo fue matando a todos los maridos cuando iban a unirse a ella, según costumbre. La criada dijo:
-Eres tú la que matas a tus maridos. Te han casado ya con siete y no llevas el apellido ni siquiera de uno. 9Porque ellos hayan muerto, ¿a qué nos castigas por su culpa? ¡Vete con ellos! ¿Qué no veamos nunca ni un hijo ni una hija tuya!
10Entonces Sara, profundamente afligida, se echó a llorar y subió al piso de arriba de la casa, con intención de ahorcarse. Pero lo pensó otra vez, y se dijo:
-¡Van a echárselo en cara a mi padre! Le dirán que la única hija que tenía, tan querida, se ahorcó al verse hecha una desgraciada. Y mandaré a la tumba a mi anciano padre de puro dolor. Será mejor no ahorcarme, sino pedir al Señor la muerte, y así ya no tendré que oír más insultos.
11Extendió las manos hacia la ventana y rezó:
"Bendito eres, Dios misericordioso.
Bendito tu nombre por los siglos.
Que te bendigan todas tus obras por los siglos.
16En el mismo momento, el Dios de la gloria escuchó la oración de los dos, 17y envió a Rafael para curarlos: a Tobit, limpiándole la vista, para que pudiera ver la luz de Dios, y a Sara, la de Ragüel, dándole como esposa a Tobías, hijo de Tobit, y liberándola del maldito demonio Asmodeo (pues Tobías tenía más derecho a casarse con ella que todos los pretendientes). En el mismo momento Tobit pasaba del patio a casa y Sara de Ragüel bajaba del piso de arriba. 

Explicación. 

3,1-6. Por el conjunto y por varios detalles, esta plegaria encaja en el contexto genérico de las plegarias penitenciales postexílicas. Parece anómalo que Tobías pronuncie una confesión penitencial después de haber hecho recuento de sus virtudes. Y no basta para justificarlo el ejemplo de Esdras y Nehemías, porque éstos hablan en nombre de la comunidad, mientras que Tobías habla en nombre propio.
 
          La explicación es más bien que Tobit se solidariza con los suyos, acepta la situación global como consecuencia de culpas colectivas. De aquí la mezcla de singular y plural en el texto. La mezcla se observa ya en Sal 106,4-6; Esd 9,6 y Dn 9,4-5.
 
          Ahora veamos la diferencia. La plegaria penitencial suele incluir los siguiente elementos: a) confiesa que Dios es inocente en sus relaciones con el pueblo; b) confiesa el pecado; c) acepta la desgracia como castigo merecido; d) pide perdón y liberación de la desgracia. Tobit respeta el esquema y cambia la última pieza: la liberación que pide es la muerte. Así expresa su situación desesperada: como Moisés (Nm 11,15). Elías (1 Re 19,4), Jonás 4,3.8).

3,2. Sal 7,10.12; 11,7; 119,137. "Juez del mundo" (Gn 18,25; Sal 9,5; 94,2).

3,3. "Acuérdate" (Sal 25,6-7; 106,4).

3,4. "Burla" (Sal 44,14-15; Jr 24,9; 29,18; 42,18; Ez 22,4).

3,5. "Justo" (Dn 3,27-29; 9,7.14; Bar 1,15-18; 2,6.10).

3,6. "Quitar el aliento": Sal 104,29. "Morada eterna": la morada de los muertos, Sal 49,15.20; Eclo 12,5; la Vulgata cambia el sentido, quizá bajo el influjo de Sab 3,3. "Más vale morir": Job 7,15; Eclo 30,17. Aquí termina el relato en primera persona.

3,7. Comienza el montaje paralelo, aportación interesante de esta narración; empleado con menos precisión en 10,1. Supone un narrador omnisciente que abarca dos puntos distantes en la tierra y otro en el cielo. Gigantesco triángulo con valor teológico: la base en la tierra, la punta en el cielo. No simple sincronía, sino paralelismo de los dos personajes. Desgracia, desesperación y súplica emparejan a Tobit y Sara. A Ecbatana se refieren Esd 6,2; Jud 1,1-4 y autores profanos antiguos.

3,8-9. El insulto de la criada es gravísimo: como decirle que está embrujada o endemoniada. Sobre el apellido véase Is 4,1. Al insulto añade una maldición terrible: que muera sin hijos (cfr. Gn 30,1-2: 1 Sm 1,7-8). La situación de Sara es más grave que la de Tobit.

3,10 La versión griega registra acertadamente la diferente reacción del hombre maduro y de la chica joven, del esposo y padre ciego y de la chica sana ahogada en una soledad hostil y sin remedio. La Vulgata sustituye la idea de suicidio con una versión edificante. El suicidio es excepcional en el AT (Ajitófel, 2 Sm 17,23).

3,11. "Hacia la ventana": quizá mirando en dirección a Jerusalén (cfr. Dn 6,11). En Jerusalén se levantan las manos "hacia el santuario" (Sal 134,2).

3,16. En el cielo convergen y se juntan dos plegarias que parecían paralelas. La altura empequeñece y anula las distancias humanas. La Vulgata aprovecha la plegaria de Sara para explayarse en reflexiones espirituales.

3,17. Este verso es como un resumen de lo que va a suceder y convierte lo anterior en prólogo o planteamiento. Nos dicen el final feliz, nos dejan la curiosidad del cómo. Nos mencionan cinco personajes en reparto asimétrico o en relaciones cruzadas: Tobit y Sara, Sara y Tobías, Rafael y Asmodeo. Por encima de todos, moviendo los hilos, Dios.
            "Tenía más derecho a casarse": a la letra "a heredarla" o recibirla en heredad. Por designio de Dios Tobías está enderezado hacia Sara; por boca del narrador lo sabe el lector. Pero Tobit no lo sabe, endereza su hijo hacia el dinero. De su ignorancia brota la ironía dramática.

SALMO. 25,2-9.

2 en ti confío, no quede defraudado,
no triunfen de mí mis enemigos.
3 Los que esperan en ti no quedan defraudados;
quedan defraudados los desleales sin razón.
4 Indícame, Señor, tus caminos,
enséñame tus sendas;
5 encamíname con tu fidelidad, enséñame,
pues tú eres mi Dios salvador.
5b En ti espero todo el día
7b por tu bondad, Señor.
6 Acuérdate, Señor, que tu compasión
y tu lealtad son eternas:
7 de mis pecados juveniles, de mis culpas
no te acuerdes; según tu lealtad,
tú acuérdate de mí.
8 Bueno y recto es el Señor; por eso
señala a los pecadores el camino;
9 encamina con el mandato a los humildes,
enseña a los humildes su camino.

Explicación.

25,2 La confianza impide el fracaso: IS 42,17; Job 6,20. Dos palabras empiezan por B y otras por alef.

25,3 "Desleales": a la alianza, "sin razón" para romper sus compromisos; lo cual lleva al fracaso de la existencia.

25,4 Dios traza el camino de antemano, como en un mapa; por eso se llaman "tus caminos".

25,5 La guía de Dios no es acto de poder, sino gesto de favor y acto de salvación.

25,5b.7b Con una simple transposición completo el verso de la letra W.

25,6 En la visión de Moisés (Éx 33,19+34,6) se acumulan: bondad, compasión, piedad, misericordia y fidelidad. El autor puede haberlos tomado de fórmulas litúrgicas para repartirlos por el salmo.

25,7 Bajo el arco inmenso, "eterno" de la bondad compasiva de Dios discurre el arco breve de la vida humana y el segmento de la juventud, con sus pasiones y caídas. "No acordarse" puede tener valor judicial, es sinónimo de perdón: Jr 31,34.

25,8 Bondad y rectitud se temperan mutuamente. Por ellas Dios está dispuesto a guiar incluso a los pecadores, precisamente a los pecadores.

25,9 "Humildes": es un tiempo concepto sociológico, son los marginados; después se hace concepto teológico y llega a identificarse con los judíos oprimidos y fieles.

 TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Un salmo tan convencional no se presta a una transposición global. Se puede leer Rom 5,5 como cita o resonancia del v.3. Los temas de enseñanza y camino y alianza entran fácilmente en el nuevo cauce espiritual. 

EVANGELIO. Marcos 12,18-27.

(Mt 2,23-33; Lc 20,27-40)
18 Se le acercaron unos saduceos, esos que dicen que no hay resurrección, y le propusieron este caso:
19-Maestro, Moisés nos dejó escrito: "Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero no hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano". Había siete hermanos: el primero se casó y murió sin dejar hijos; 21el segundo se casó con la viuda y murió también sin tener hijos; lo mismo el tercero, 22y ninguno de los siete dejó hijos. Por último, murió también la mujer. 23En la resurrección, ¿de cuál de ellos va a ser mujer, si ha sido mujer de los siete?
24 Les contestó Jesús:
-Precisamente por eso estáis equivocados, por no conocer la Escritura ni la fuerza de Dios. 25Porque, cuando resucitan de la muerte, ni los hombres ni las mujeres se casan, son como ángeles del cielo. 26Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios?: Yo soy el Dios de Abrahán y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob". 27 No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados.
EXPLICACIÓN.
18-27. Centro de la sección: El materialismo, pecado saduceo (cf. 10,1-12, el pecado fariseo), es decir, de la aristocracia civil (senadores) y religiosa (sumos sacerdotes) (8,31; 11,27). Rechazaban la tradición oral propugnada por los fariseos (7,5.8.l3), y no veían en la Escritura la noción de una vida después de la muerte; su horizonte era esta vida, y en ella procuraban mantener su posición de poder y de privilegio (18). Los fariseos concebían la futura resurrección como una continuación de la vida mortal; los saduceos, con su ejemplo, quieren ridiculizar la doctrina farisea (19-23). Respuesta de Jesús: Los dirigentes del templo y de la nación ignoran la Escritura y no conocen a Dios, el dador de vida (fuerza, cf. 5,30) (24). Contra la doctrina farisea, distingue Jesús la condición del hombre en esta vida y después de la muerte: entonces la vida no se transmite por generación humana, se recibe directamente de Dios (los ángeles = «los hijos de Dios»). Habla además de la resurrección en presente, no en futuro como los fariseos (25). Prueba la vida después de la muerte por medio de la Escritura: los patriarcas, ya resucitados; el Dios fiel no deja que perezcan los que él ha amado (26s).

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