PRIMERA LECTURA. Eclesiático 51,12-20.
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al Dios de la alabanza,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al guardián de Israel,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al creador del universo,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al redentor de Israel,
porque es eterna su misericordia;
porque es eterna su misericordia;
porque es eterna su misericordia;
porque es eterna su misericordia;
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al Paladín de Jacob,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al que escoge a Sión,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al Rey de reyes,
de Israel, su pueblo escogido. Aleluya.
(Eclo 6,18-31)
14Vino hasta mí tan bella,
15Cuando cae la flor, las uvas
16presté oído un poco
17Ella fue mi nodriza:
18Me propuse gozar,
19la deseé ardientemente
mi mano abrió sus puertas:
contemplaré sus secretos.
20Me limpié las palmas ...
y no la abandonaré;
Explicación.
51,20-22 Vuelve la imagen del fruto, y se oye una
alusión al templo donde el hombre contempla a Dios. "Prudencia" es la
tercera forma sapiencial, después de "sabiduría", 14, y "doctrina",
16. El verso numero catorce del poema concluye con acción de gracias.
SALMO. 19,8-11.
8 La ley del Señor es perfecta:
devuelve el respiro;
el precepto del Señor es fiable:
instruye al ignorante;
9 los mandatos del Señor son rectos:
alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida:
da luz a los ojos;
10 el respeto del Señor es puro:
dura para siempre;
los mandamientos del Señor son genuinos;
justos sin excepción;
11 son más valiosos que el oro,
que el metal más fino;
son más dulces que la miel
que destila un panal.
Explicación.
19,8-11 Tercera sección. Sin transición ni introducción entre un tema
nuevo. Entra la ley abriendo paso a seis sentencias de una regularidad
exasperante, como materializando en lenguaje el orden que intenta
establecer. Sólo síes: falta una para la perfección.
Los
predicados son en gran parte corpóreos: respiración, corazón, ojos; es
límpida y pura, es estable y ofrece apoyo. Es razonable, no teme dar
razones y así educa al inexperto sin dejarlo en su ignorancia. Es
lúcida, no exige obediencia ciega, sino que ilumina los ojos. Da alegría
interna, no es carga insoportable.
El último verso propone
dos coparaciones: oro, símbolo y medida de valor; miel, manjar el más
sabroso (Prov 16,24). El autor piensa en el contenido más que en la
formalidad de la ley.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación
del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo.
Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del
tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el
Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia
anticipa la enseñanza de Pablo.
EVANGELIO. Marcos 11,27-33.
(Mt 21,23-27; Lc 20,1-8)
27Llegaron
de nuevo a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron
los sumos sacerdotes, los letrados y los senadores 28y le preguntaron:
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